Apiterapia

¿Sabías que las abejas pueden ser beneficiosas para la salud? Aunque no lo parezca, es cierto. Existe un tratamiento denominado apiterapia, que utiliza el veneno de estos animales para contrarrestar y prevenir diversas enfermedades, pues tiene efectos antibacterianos, antifungicos, antiinflamatorios, euforizantes y antitumorales.

La apiterapia es un procedimiento alternativo que a pesar de seguir siendo evaluado, se le atribuye una potente acción calmante. Además, es capaz de dilatar los vasos capilares, mejorar la circulación y el funcionamiento del sistema nervioso, eliminar las toxinas, disminuir el ritmo cardíaco y evitar la proliferación de bacterias, entre otras bondades.

Mucho que aprovechar

Las abejas, conocidas también como antófilos o Anthophila, son insectos himenópteros, pertenecientes a la familia Apoidea. Son una especie evolucionada de las avispas, de las cuales se aprovechan su veneno, miel, panal, polen, propóleos, jalea real, cera y larvas de zángano.

Pese a que la apiterapia incorpora varios de esos productos, el término como tal se relaciona principalmente a la sustancia tóxica que produce (apitoxina), que aparentemente es tan efectiva como un antibiótico.

El término apiterapia es una conjunción de las palabras “api”, que significa abeja en latín, y “terapia”, que proviene del griego therapeuein, que se traduce como método para tratar a los seres humanos o a los animales contra las patologías.

La apitoxina debe ser aplicada por un profesional, puesto que mal administrada, puede resultar altamente peligrosa. En su composición destaca la melitina (50% del peso seco del veneno), que posee propiedades antiinflamatorias. Puede desinflamar articulaciones, huecos y músculos, reduciendo migrañas, hernias discales, artritis, gota, reumatismo, ciática, bronquitis crónica, bursitis, artrosis, tendinitis y acné, entre otras afecciones.

También está conformada por serotonina y dopamina, dos neurotransmisores que relajan y fortalecen los nervios, reduciendo ansiedad, depresión, epilepsia, nerviosismo, temblores, Parkinson, Alzheimer y otras enfermedades.

La histamina, por su parte, cumple una función importante en la dilatación de los vasos sanguíneos, y en la corrección de problemas de circulación. Tiene propiedades antirrítmicas, anticoagulantes, y fluidificantes, que actúan en casos de hemiplejia, várices, arritmias, trombosis, dificultades cerebro vasculares y cardiovasculares, y pérdida de memoria.

Pasos previos y consideraciones de la Apiterapia

Antes de recurrir a la apiterapia, el paciente debe someterse a una prueba de sensibilidad, ya que en caso de ser alérgico a las abejas, podría sufrir un choque anafiláctico, que puede ocasionar dolor agudo y, en el peor de los pronósticos, la muerte.

Los primeros 20 minutos tras la aplicación de la apitoxina son vitales. Durante el tratamiento es normal que se presenten una serie de síntomas como edema, o eritema en la zona tratada, que generalmente desaparecen luego de 30 minutos.

Sin embargo, hay que aclarar que las personas pueden manifestar reacciones diferentes con la apiterapia. Algunas pueden desarrollar un edema secundario extenso, acompañado de prurito y eritema, hasta por tres días.

La apiterapia no tiene una forma estándar de administración, de hecho debe hacerse de forma personalizada, dependiendo de las condiciones del individuo y la enfermedad a tratar.

Para algunos médicos es vital el punto de aplicación, pero para otros no, pues consideran que indistintamente del sitio donde se coloque el veneno, éste será transportado de forma natural por el organismo.

Existen galenos que indican la toma de vitamina C y otros suplementos varios días antes de la colocación del veneno, para que éste pueda asimilarse de mejor manera.

aplicación de la apiterapia

Algunos especialistas utilizan a la abeja y la acercan a la piel para que ésta haga el piquete. Otros extraen el veneno en el laboratorio y lo administran con inyectadora. De esta forma el proceso es mucho más seguro, ya que se puede controlar tanto la zona de la aplicación como la dosificación, disminuyendo a su vez los riesgos de infección.

El número de picadas o de inyecciones varía en cada caso. Pueden ir de 10 a 100 si la patología lo amerita, lográndose obtener resultados positivos al cabo de dos semanas.

Bondades del tratamiento de Apiterapia

Los defensores de la apiterapia afirman que hay unas 30 afecciones que se pueden tratar con este procedimiento.

• Sistema inmunológico: lupus, artritis reumatoide, esclerodermia, hepatitis granulomatosa, y esclerosis múltiples.
• Sistema circulatorio: Trombosis venosa, varices e insuficiencia venosa, ACV, HTA, ateroesclerosis y hemiplejia.
• Sistema nervioso: esclerosis múltiples, hemorragia cerebral, infarto cerebral, estrés, ansiedad, depresión, Alzheimer, migraña, Parkinson, y cefalea temporal.
• Sistema digestivo: gastritis, parasitosis intestinal, síndrome del colon irritable, dispepsia, y cáncer de colon.
• Sistema osteoarticular: artritis, meniscopatías, artrosis, hernias discales, esguinces en grado I o II, y lumbagos.
• Ojos: glaucoma, catarata, miopía, conjuntivitis, y diplopía.
• Piel: dermatitis (alergias dermatológicas), tiñas, psoriasis, y escaras de decúbito.

Desde tiempos remotos

Realmente es difícil determinar desde cuándo se emplea el veneno de la abeja en tratamientos curativos, pero otros derivados como la miel, se han empleado desde hace miles de años, en el antiguo Egipto, China y Grecia. De hecho, se han incluido en algunos textos religiosos, como la Biblia, El Corán y Vedas.