El cáncer gástrico o de estómago es uno de los más peligrosos porque desencadena un sinfín de malestares que, a veces, son imposibles de controlar. Aparece cuando las células se multiplican en el revestimiento del estómago. El más común se denomina adenocarcinoma, y diversos estudios lo han vinculado con la ingesta excesiva de productos ahumados, salados y curados. Su principal inconveniente es que se desarrolla lentamente, generando cambios prácticamente imperceptibles, con lo cual se reduce la factibilidad de aplicación de un tratamiento desde la fase inicial.
El cáncer gástrico surge con mayor frecuencia en el tubo digestivo y se presenta con más incidencia en hombres mayores de 40 años de edad, aunque esto no significa que las mujeres estén exentas de padecerlo. En el continente asiático, Suramérica y parte de Europa, se han registrado la mayor cantidad de casos en los últimos tiempos.
En su categoría se ubican a los linfomas, los tumores del estroma gastrointestinal (GIST), los tumores carcinoides, el carcinoma de células escamosas, el carcinoma de células pequeñas y el leiomiosarcoma.
Síntomas del cáncer gástrico
Las señales de alarma ante un posible diagnóstico de cáncer gástrico son dolor abdominal, inapetencia, gases constantes, heces oscuras, problemas para digerir los alimentos, vómito con sangre, cansancio, náuseas y pérdida de peso de forma repentina.
Las personas deben tener en cuenta que se corre mayor riesgo de sufrir de cáncer gástrico cuando se lleva una dieta poco saludable, con ausencia de frutas, verduras y vegetales. También están propensos los individuos con antecedente familiares de la enfermedad, los fumadores y los bebedores de alcohol.
En caso de sospechas, lo ideal es acudir al médico y someterse a un proceso de detección que abarca procedimientos como conteo sanguíneo y esofagogastroduodenoscopia con biopsia, para determinar la gravedad de la lesión en el tejido gástrico.
¿Hay una cura o tratamiento para el cáncer gástrico?
Afortunadamente existen muchas posibilidades de sanar, siempre y cuando se descubra la enfermedad en sus etapas iniciales, como ocurre con otros tipos de afecciones.
Una vez que se detecta, el galeno tiene la opción de realizar una cirugía para extirpar el tumor que provoca los daños, o simplemente recurrir a la quimioterapia y/o radioterapia, dos tratamientos que han sido exitosos en la cura contra el cáncer.
Es importante que el paciente con cáncer gástrico reciba el apoyo de familiares y amigos cercanos para soportar las crisis que pudieran generarse por efecto de la patología o por el tratamiento en sí mismo.
En los estadios más avanzados, las técnicas aplicadas van destinadas a reducir la sintomatología y mejorar la calidad de vida del individuo, sin muchas posibilidades de curación.
Otro panorama
Cuando no se atiende de manera oportuna un cáncer gástrico, puede haber acumulación de líquido en el abdomen, metástasis (diseminación del cáncer a otros órganos del cuerpo) y hemorragia, entre otros signos muy delicados.
En todo caso, los estudios científicos dan cuenta de que el cáncer gástrico puede eliminarse cuando los tumores se encuentran en la parte inferior del estómago, más no cuando se alojan en el área superior. Igualmente, hay esperanza si se determina que el cáncer no se ha expandido a los ganglios linfáticos o a la pared estomacal.
Se sabe que cuando el cáncer gástrico logra salir del estómago, es muy poco probable que el paciente sobreviva.
Más complicaciones
Cuando se complica, el cáncer gástrico puede transportarse por el torrente sanguíneo y alojarse en otros órganos vitales como el hígado, el páncreas, el colon y, en el peor de los pronósticos, los pulmones. De igual manera, puede irradiarse hacia los vasos y ganglios linfáticos, disminuyendo la capacidad orgánica de controlar infecciones. Si esto sucede, el pronóstico es bastante desfavorable.
Hay evidencias de que si la detección y el tratamiento se efectúa antes de que se difunda, la tasa de supervivencia de 5 años es de 65%, pero si en caso contrario, el diagnostico se realiza cuando se ha alojado en otros órganos, tejidos o ganglios, esa tasa se reduce al 30%.
Una enfermedad que puede prevenirse
Aunque en algunas ciudades de Estados Unidos se ha determinado una baja en los índices de cáncer gástrico, es fundamental considerar ciertas medidas de prevención, como ingerir alimentos menos procesados, controlar el reflujo u otros malestares estomacales, no fumar y realizar actividades al aire libre.
Pese a que actualmente no es el tipo de cáncer más común, hay estadísticas que demuestran que es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, con diagnósticos nuevos cada año. En 2012, por ejemplo, se contabilizaron casi un millón de casos, principalmente en Japón y China.
Fases de evolución del cáncer gástrico
Se han establecido medicamente varios patrones de desarrollo del cáncer gástrico. En una primera fase, se genera lo que se llama extensión local, que hace alusión a un crecimiento del tumor hacia distintas direcciones dentro y fuera del estómago. Daña las paredes, ocasiona obstrucción, reduce la capacidad del estómago y comienza a avanzar hacia el hígado o el bazo, entre otros órganos.
Seguidamente se produce la infiltración linfática, que se refiere a la propagación de las células cancerígenas hacia los ganglios, afectando severamente su funcionalidad como defensores contra los agentes contaminantes. Después de esto, es común que haya una diseminación hidatógena, que describe una etapa en la que las células cancerígenas se apoderan del torrente sanguino para crear otros focos, lo que es conocido como metástasis a distancia.
En su ciclo final, el cáncer gástrico cumple un período de siembra peritoneal, que no es más que la incubación del cáncer en la pelvis, los ovarios y las estructuras abdominales. En esas circunstancias, el pronóstico de vida de 5 años, se subyuga a un 5%.
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