El sistema urinario puede sufrir distintos padecimientos, pero el cólico nefrítico destaca como uno de los más incómodos. Caracterizado por un dolor agudo producido por la hiperpresión del tracto urinario, se presenta normalmente en la parte baja de la espalda, específicamente en la región lumbar, extendiéndose de vez en cuando hacia la zona inguinal, los genitales y la fosa ilíaca. Algunas veces la molestia es tan fuerte, que el paciente puede desmayarse.
También conocido como cólico renal, representa el 3,5% de las afecciones urológicas contabilizadas en las salas de emergencias. Asimismo, hasta el 10% de la población lo ha sufrido en algún momento de su vida, incluso en varias oportunidades.
El cólico nefrítico se manifiesta principalmente en la mañana y en la temporada de calor, cuando existe una mayor concentración de orina. Le sucede mayormente a los hombres y existe cierta predisposición familiar en su desarrollo.
Causas del Cólico nefrítico
Aparece siempre de improviso y en individuos aparentemente saludables. El 90% de los casos, el cólico nefrítico ocurre por el alojamiento de una piedra en el uréter, es decir, el ducto que dirige la orina desde el riñón hacia la vejiga.
También puede surgir un cólico nefrítico cuando hay presencia de coágulos ocasionados por tumores renales, fibrosis o linfomas. De igual modo, puede presentarse como resultado de una infección que afecte el tono del uréter, o como acción de ciertos diuréticos, vitaminas o fármacos para el tratamiento del VIH y el cáncer, que llegan a interferir en el metabolismo de ciertas sustancias orgánicas.
La edad, el sexo, la existencia de alguna afección en los riñones, así como la alimentación, son otros factores de riesgo. Quienes lleven una dieta alta en sodio y potasio, estarán más propensos a padecer de cólicos nefrítico.
Síntomas comunes
El cólico nefrítico afecta sobre todo a pacientes de mediana edad (35-50 años), con dolores intensos, sin alivio, que no disminuyen pese a las posturas corporales adoptadas.
Una consecuencia común es el aumento de la cantidad de micciones durante el día, aunque en pocas cantidades. Puede venir acompañado de irritación o inflamación del tracto urinario, ganas de orinar sin poder lograrlo, náuseas, vómitos, inquietud, agitación, sudoración, ansiedad, agitación, y altas temperaturas si hay infección.
Algunos individuos experimentan estreñimiento, presencia de sangre en la orina y expulsión de la piedra, tras lo cual se llega a subsanar el problema.
Diagnostico oportuno
La primera acción ante un cólico nefrítico debe ser aliviar el dolor, por lo que deberán realizarse pruebas médicas para verificar que efectivamente se trate de esta afección y así poder iniciar el tratamiento de inmediato.
Varios estudios sugieren la revisión física del paciente para calificar el dolor renal como simple o complicado. Entre ellos están:
- Análisis sanguíneo para medir los índices de creatinina y descartar un daño en la función del riñón.
- Prueba de orina.
- Radiografía de las vías urinarias para detectar las piedras renales.
- Ecografía para conocer la dilatación de las vías urinarias y confirmar la existencia de litiasis renal, su forma y posición.
- Tomografía computarizada para definir con mayor exactitud la localización, medidas y probables complicaciones que pueda producir la piedra. Asimismo, especificar qué tipo de obstrucción es y su composición.
- Urografía intravenosa, que consiste en la inyección de un contraste en la sangre que se diluye por la orina, para poder realizar radiografías que permitan ver el cálculo. Esto solo se efectúa cuando se dificulte la detección de la piedra con los métodos sencillos y convencionales.
- Es probable que algunos pacientes requieran un estudio mineralógico de la piedra para ser evaluados por especialistas fisicoquímicos.
Tratamiento del cólico nefrítico
Si bien puede resolverse con analgésicos, un pequeño porcentaje de cólicos nefríticos pueden originar complicaciones que requieren de métodos más invasivos. Actualmente, el tratamiento del cólico renal incluye:
- Antiinflamatorios sin esteroides: Apropiados para el tratamiento analgésico, muchos de los cuales se administran por vía intravenosa en casos urgentes. Están contraindicados si se confirmó un daño renal previo o el paciente es alérgico a los componentes de los medicamentos.
- Analgésicos anticolinérgicos como la Buscapina, para complementar el tratamiento de los antiinflamatorios sin esteroides.
- Analgésicos.
- Antiinflamatorios esteroideos: Suelen poseer mayor efecto antiinflamatorio y analgésico.
Es necesario que cualquier tratamiento incluya medicamentos para evitar las nauseas y vómitos. No está demostrado que una mayor ingesta de líquidos resulte beneficiosa para el proceso, al contrario, su consumo puede acrecentar el dolor porque aumenta las ganas de orinar.
En situaciones más complejas de cólico nefrítico, donde haya fiebre, micción espontanea o daños al riñón, es posible que el paciente amerite un tratamiento que incluya la desviación de la orina por otro trayecto, evitando la obstrucción. Esto se logra aplicando un procedimiento llamado nefrostomía, que consta de un drenaje urinario desde el riñón al exterior, por un conducto a través de la piel o por medio de un catéter.
Si la piedra sobrepasa los cinco centímetros y no cede ante ninguna técnica, es posible que el galeno opte por fragmentarla usando ondas de choque bajo el agua, para facilitar su expulsión. A esto se le llama litotricia.
La cirugía se reserva para los casos donde la piedra ocupa casi toda la pelvis renal.
Prevención del cólico nefrítico
- No existen reglas específicas para prevenir el cólico nefrítico, pero hidratarse adecuadamente, especialmente durante las épocas de calor, ayuda a evitar la formación de cálculo en el tracto urinario.
- Reducir la ingesta de sal, disminuir el consumo de café, té y bebidas de cola, servirá para no perder líquido rápidamente y evitar la deshidratación.
- Es aconsejable disminuir la cantidad de proteína que se consumen en la semana, y escoger siempre carnes magras.
- Bajar la cantidad de grasas en las comidas es esencial.
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