El hipo es un sonido que se produce por un movimiento involuntario del diafragma, que se contrae de manera súbita durante la respiración. Ese inconveniente, mezclado con el cierre de las cuerdas vocales, provoca el inconfundible hic que distingue al hipo.
El hipo tiende a presentarse por pocos minutos, aunque en casos aislados, puede extenderse por varias semanas, e incluso estar vinculado con alguna enfermedad.
Dependiendo de la duración, el hipo se divide en hipo agudo, que no alcanza las 48 horas, hipo persistente, que se prolonga por espacio de 48 horas y un mes, e hipo intratable que puede durar hasta 60 días.
A pesar de ser un signo pasajero e inofensivo, en las situaciones de mayor recurrencia, el hipo debe ser tratado con ayuda médica, pues podría desencadenar trastornos del sueño, adelgazamiento, agotamiento, ansiedad e irritabilidad. Si se manifiesta con inflamación de la zona abdominal odificultad para respirar, es preciso acudir a un especialista.
Causas del hipo
¿Cómo quitar el hipo? Es una pregunta muy fácil de responder, pero antes que nada, debes conocer las causas para poder tomar las medidas más adecuadas.
Las comidas rápidas y excesivas, las irritaciones en la garganta o el estómago, el nerviosismo y ciertas patologías como la pleuresía o la neumonía, pueden ocasionar el hipo.
También puede deberse a problemas con el esófago, consumo de alimentos condimentados o picantes, presión sobre el estómago, malas prácticas en cirugías del abdomen, tumores o accidentes cerebrovasculares.
Cómo quitar el hipo, Métodos y consejos
Una de las formas más fáciles de quitar el hipo, es ingiriendo bebidas. Lo ideal es beber un vaso de agua con un pitillo, tapando a su vez los oídos con los dedos. Este método tiene más éxito en los niños y jóvenes. Los adultos deberán intentarlo varias veces hasta lograr los resultados deseados.
Otra alternativa es colocar un vaso de agua en una silla, sentarse en otra y beber sin tocarlo con las manos.
Se puede intentar comer algo dulce, de manera de sobrecargar las terminaciones nerviosas que se encuentran en la boca. Funciona colocar una cucharada de azúcar al final de la lengua, dejarla por varios segundos, tragar y tomar agua.
¿Cómo quitar el hipo con un limón? Basta con morder una rodaja de limón, y chupar el jugo. Si quieres percibir un sabor más agradable, se puede endulzar con miel o cualquier otro producto.
Más acciones para quitar el hipo
Si te gusta la mantequilla de maní, puedes usarla para quitarte el hipo. Toma una cucharilla y llénala con mantequilla de maní. Ponla en tu boca por unos 10 segundos y trágala sin masticarla. La saliva ayudará a suavizarla.
Una alternativa a la mantequilla de maní es la mantequilla de almendras, la Nutella o cualquier producto con una consistencia similar.
Si ninguna te sirve, elige la sal. Puedes tragar una cucharaditas con un poco de agua, respirar pausadamente y mantenerte relajado hasta que se pase.
Asimismo, puedes intentar detenerlo tomando un vaso de agua fría, respirando dentro de una bolsa de papel o, como dicen las abuelitas, con un susto contundente y sorpresivo.
También se puede optar por estornudar o toser, recibir un golpe en la espalda, flexionar las rodillas sobre el tórax y exhalar con la glotis y la nariz cerradas.
Respiración para quitar el hipo
Llevar a cabo ejercicios de respiración es una estrategia muy efectiva para quitar el hipo.
Cuando tengas hipo respira lo más hondo que puedas, y traga sin dejar que salga el aire. Si puedes, inhala un poquito más. Sigue tragando e inhalando hasta que no puedas hacer ni lo uno ni lo otro, y exhala controladamente. Seguidamente, vuelve a respirar de forma normal.
Tragar con la boca abierta es otra de las recomendaciones si se busca quitar el hipo. Abre la boca por dos minutos. Si sientes la necesidad de tragar, puedes hacerlo, pero trata de dejar los labios separados mientras lo haces.
Continúa tragando saliva de manera reiterada, especialmente cuando sientas que el hipo puede reaparecer. Si alguno se escapa, no te preocupes, sigue tratando continuamente. El hipo podrá desaparecer en unos tres minutos.
No debes usar prendas apretadas alrededor del pecho. De ser así, debes aflojarlas.
Usa tus oídos y tu lengua para detener el hipo. Inhala y exhala una vez. Mientras te encuentras exhalando, saca la mayor cantidad de aire que puedas hasta que el cuerpo te obligue a volver a inhalar. Luego, deberás inhalar profundamente, sacar tu lengua y contener la respiración en tu nariz y boca durante 40 segundos, con los dedos dentro de los oídos.
El hipo es una condición normal, que no representa un peligro inminente. No obstante, cuando se da recurrentemente en los recién nacidos o en niños pequeños, es importante acudir al médico para descartar que exista un padecimiento digestivo, neurológico o respiratorio.
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