El enfisema es la acumulación patológica de aire en los pulmones. Afecta directamente a los alveolos, que son los divertículos terminales del árbol bronquial, en los que tiene lugar el intercambio gaseoso entre el aire inspirado y la sangre. En esencia, los agranda y los obstruye, disminuyendo así la función respiratoria, que transforma el dióxido de carbono y purifica el aire para obtener oxígeno.
Esta patología entra en la lista de Enfermedades Obstructivas Crónicas (EPOC), y se produce, principalmente, por el consumo exagerado de cigarrillo y la exposición continua a polvo y a agentes industriales contaminantes como aluminio, berilio, cadmio y nitrógeno de mostaza, entre otros.
Aunque son contados los casos, el enfisema puede generarse también por deficiencia hereditaria de alfa-1 antitripsina, una proteína que protege las estructuras elásticas en los pulmones.
Otros factores que podrían incidir son la edad avanzada, especialmente en los hombres, quienes tienden a perder las capacidades elásticas de los músculos y las zonas celulares asociadas a la actividad pulmonar y respiratoria.
Son más propensos a desarrollan enfisema quienes sufren o han sufrido de bronquitis o asma, por el debilitamiento del sistema respiratorio, al igual que los músicos, sopladores de vidrio u otros profesionales que se someten a altas presiones que conllevan a una excesiva dilatación de los alveolos.
No obstante, se ha comprobado que una detección y un tratamiento oportuno, puede controlar y sanar la afección.
Síntomas del Enfisema
Quienes padecen enfisema reflejan dificultad para respirar y recuperar el aliento, así como tos crónica y limitaciones para realizar esfuerzos y ejercicio.
El enfisema destruye poco a poco las fibras elásticas que mantienen abiertas las vías respiratorias pequeñas que conducen a los alvéolos. Esto hace que colapsen al exhalar, impidiendo que el aire de los pulmones escape y deje espacio para la entrada de oxígeno limpio y fresco.
Es por esto que puede ocasionar disnea, expectoración y pérdida de energía. La mayoría de los pacientes se identifican porque respiran con los labios juntos para evitar que se colapsen las vías respiratorias pequeñas.
Tipos de enfisema
Existen varios tipos de enfisema. El enfisema centrolobulillar, también conocido como centroacinar, inicia en los bronquiolos y se extiende periféricamente. El área complicada se halla en el lobulillo proximal, y provoca la destrucción de los bronquiolos, así como la dilatación de los lóbulos superiores, sin afectar a los alvéolos distales. Abarca el 95% de los casos, y se vincula con la adicción al tabaco.
El enfisema panacinar ataca los alvéolos, afectando la mitad de los pulmones. Se observa en pacientes con homocigotos y deficiencia de alfa1-antitripsina (AAT). En los fumadores, puede estar acompañado de enfisema centroacinar.
El enfisema paraseptal, altera las estructuras distales de las vías respiratorias, los conductos alveolares y los sacos alveolares. El proceso se da alrededor de los septos de los pulmones o la pleura. Puede conducir a un neumotórax espontáneo o una compresión severa del tejido pulmonar contiguo.
Diagnóstico del Enfisema
Después de la evaluación física y la creación de la historia clínica, es posible que el galeno sugiera efectuar una radiografía de tórax para observar a profundidad el pulmón y determinar aspectos característicos del enfisema como horizontalización de las costillas, presencia de espacios intercostales ampliados, diafragma deprimido o coloración oscura, debido a las altas concentraciones de aire.
Otra prueba que podría requerir es la tomografía computarizada para comprobar el grado de extensión del enfisema, o una espirometría para chequear los valores de la función pulmonar y el volumen del gas respirado.
Tratamiento DEL ENFISEMA
El tratamiento del enfisema incluye inhaladores, oxígeno, medicinas y, algunas veces, cirugía para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.
En ciertas circunstancias se amerita la extirpación de burbujas que aparecen en los alveolos, mientras que en otras se hace necesaria la administración recurrente de oxígeno.
Si la patología es grave, podría considerarse la posibilidad de efectuar un trasplante de pulmón.
En líneas generales es vital dejar el tabaco y reforzar los músculos respiratorios a través de la fisioterapia.
Complicaciones y pronóstico
Las fallas en el sistema respiratorio a causa del enfisema pueden generar neumotórax espontáneo, por acción del colapso de las burbujas o bullas que hacen que el aire se aloje entre el pulmón y la pared torácica.
Asimismo, un enfisema mal tratado puede producir infecciones en los conductos y otras complicaciones que afectan el corazón y la circulación de la sangre, e incrementan los riesgos de insuficiencia cardíaca.
En un paciente fumador la esperanza de vida es de 48 años, pero en un no fumador puede aumentar a 67 años. Si hay daños en el corazón, el pronóstico puede empeorar.
Afectados
Los signos vinculados con el enfisema son silenciosos. Las personas pueden vivir mucho tiempo con esta condición sin saber que la padecen. Si hay carencia de aire y problemas respiratorios, es necesario realizar pruebas para descartar su presencia.
Los especialistas recomiendan dejar atrás las actividades que requieran de mucho esfuerzo para evitar el agotamiento y cansancio. Sin embargo, los afectados por enfisema pueden sufrir anomalías respiratorias aun en momentos de reposo.
Ante cualquier sospecha, es necesario acudir al médico, especialmente si el malestar es prolongado, y se evidencia aunque se esté acostado o sentado.
Es vital buscar ayuda clínica inmediata si los labios o uñas se ponen azules o grises (cianosis), o si se presentan crisis de taquicardia.
Las personas que vivan expuestas al cigarrillo, sin ser fumadores, están propensas a desarrollar enfisema, al igual que quienes habiten en lugares donde abunde el monóxido de carbono.
Recomendaciones para los pacientes
Los diagnosticados con enfisema pueden reducir los síntomas y prevenir el progreso de la enfermedad mejorando algunos hábitos.
- Evitar el contacto con el humo del tabaco. Si es necesario, se debe recurrir a grupos de apoyo para dejar el tabaquismo y someterse a terapias que ayuden a depurar el organismo.
- No permanecer en lugares con altas dosis de monóxido de carbono.
- Desestimar por un tiempo el uso de perfumes o aromatizantes.
- Realizar ejercicios suaves durante una hora cada día. La actividad física favorece la capacidad pulmonar.
- Protegerse del aire frío, ya que puede causar espasmos en los bronquios y dificultar mucho más la respiración. Hay que utilizar bufandas, abrigos y hasta tapa boca.
- Cuidarse de las infecciones respiratorias, vacunándose contra la neumonía y la gripe.
- Lavarse las manos con frecuencia y utilizar antibacterial.
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