Existen muchos hombres que presentan dificultades para procrear. Las causas pueden ser variadas y de distinta índole, por lo que se vuelve necesaria la realización de un estudio de infertilidad. Una de las pruebas más comunes y eficaces es el seminograma, también conocida como espermiograma o espermograma.
El seminograma se emplea para analizar la calidad del semen. Con él se estudian el volumen, pH seminal, morfología, movilidad, concentración y otros aspectos del funcionamiento de los espermatozoides. Los resultados permiten determinar si hay infertilidad en el varón o si tiene la posibilidad de lograr o no un embarazo.
¿Cómo se realiza un seminograma?
El seminograma es un examen sencillo de efectuar, pues no requiere del uso de técnicas invasivas. Se hace con una muestra de semen extraída por el mismo paciente mediante la masturbación. Para ello, debe tener de tres a cinco días sin eyacular, y no más de siete.
La muestra se recogerá en un recipiente esterilizado, en el centro de salud o en la casa, según acuerdo con el médico tratante, y debe ser entregada a laboratorio en un máximo de una hora. Posteriormente se somete a una serie de procedimientos para evaluarla, y se elabora un informe con los resultados, destacando los valores alterados y ofreciendo orientaciones sobre los posibles causas de la esterilidad.
¿Cuándo se requiere un seminograma?
Además del estudio de infertilidad, el seminograma se efectúa cuando hay sospecha de daños en los testículos y para verificar la efectividad de una vasectomía, comprobando que no hay ningún espermatozoide en el semen. Igualmente, se recomienda después de prolongados tratamientos farmacológicos o quimioterapia, especialmente en personas jóvenes.
¿Cuáles aspectos del semen son estudiados?
Los aspectos del semen más importantes estudiados mediante el seminograma son los siguientes:
- Volumen: La cantidad de semen producto de una eyaculación considerada normal es igual o mayor a 1,5 ml.
- Viscosidad: Esta se estudia sumergiendo en el semen un palo fino y sacándolo, deben formarse hilos iguales o menores a 2 centímetros. Si es mayor, la viscosidad estaría aumentada, haciendo que el semen se torne muy pegajoso y los espermatozoides no puedan circular libremente.
- Licuefacción: El semen a la media hora de eyaculado toma una consistencia como agua. Si aparecen grumos o se solidifica toda la muestra la situación es patológica.
- Color: Debe ser blanco-grisáceo. Si se observa muy amarillo o verde puede haber infecciones. Si se ve rojo, es porque tiene restos de sangre, y si está transparente es porque hay pocos espermatozoides.
- Olor: Cuando hay presencia de bacterias se genera un olor putrefacto.
- pH: El grado de acidez o alcalinidad habitual es entre 7.2 y 8. La variación puede indicar la presencia de una infección si es mayor, o fallos en las glándulas seminales si es menor.
- Concentración: La concentración de espermatozoide se cuenta por mililitro, se considera normal a partir de 15 millones/ml. Solo se cuentan los espermatozoides completos, o con cabeza y cola.
- Número de espermatozoides por eyaculación. Habitualmente el número de espermatozoides es mayor o igual a 40 millones en cada eyaculación.
- Movilidad espermática o motilidad: Se estudian tres tipos de patrones de espermatozoides: progresivos, van hacia delante, no progresivos, se mueven pero no hacia delante, e inmóviles. Lo habitual es que el 50% de los espermatozoides se muevan y más de la mitad de ellos tengan un patrón progresivo.
- Morfología: Se estima que debe haber más del 15% de espermatozoides normales en una eyaculación, sin deformidades en ninguna de sus partes. Se evalúa la forma de la cabeza que debe ser ovalada, que exista una pieza media o cuello y la cola.
- Vitalidad: Para determinar la vitalidad de los espermatozoides se utilizan varios métodos, uno de ellos es la prueba de tinción, se pintan a los espermatozoides muertos. Lo normal es que el 75% o más de los espermatozoides no se tiñan, es decir, que estén vivos.
- Aglutinación: Es un aspecto relativamente nuevo, causante de infertilidad. Se refiere a la presencia de anticuerpos contra los espermatozoides. Más del 50% de los espermatozoides no deben adherirse al componente utilizado para realizar el análisis.
- Células redondas: Contempla la presencia de células espermáticas inmaduras y leucocitos.
¿Cuáles resultados arroja un seminograma?
Interpretar los resultados de un seminograma no es tarea sencilla por la cantidad de parámetros que se analizan, los cuales tienen significados diferentes de acuerdo con el tipo de paciente, y las demás pruebas realizadas. Puede ocurrir que uno o varios parámetros arrojen resultados alterados sin estarlos realmente.
También es importante destacar que para determinar un diagnóstico definitivo de infertilidad, es necesario realizar dos seminogramas, con un lapso de cuatro semanas de separación. Los resultados deben ser iguales.
Asimismo, existen situaciones que requieren la realización de otras pruebas complementarias. Lo indicado es esperar que finalice todo lo concerniente al estudio, luego será el médico especialista quien explicará el diagnostico y las posibilidades terapéuticas apropiadas.
Entre los resultados arrojados en el seminograma se encuentran:
- Hipospermia: Volumen menor a 1,5
- Aspermia: Cuando el paciente no eyacula nada.
- Oligozoospermia: Alteración en la concentración causada por valores menores a 15 millones/ml.
- Criptozoospermia: Concentración extremadamente baja.
- Azoospermia: Ausencia total de espermatozoides.
- Necrozoospermia: Si el porcentaje de espermatozoides vivos es menor al 75%.
- Astenozoospermia: Es la causa más frecuente de esterilidad masculina. Ocurre cuando el 50% de los espermatozoides no se mueve y más de la mitad de ellos no tiene un patrón progresivo.
- Teratozoospermia: Cuando solamente menos del 15% de espermatozoides presentan una forma normal.
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