Cuidar la salud de los pulmones es de vital importancia para que puedan llevar a cabo sus funciones de manera adecuada. Estos órganos, fundamentales para la vida, permiten la entrada de oxigeno a nuestro cuerpo y la eliminación del dióxido de carbono eficazmente. Están formados por una red de vías respiratorias y canales de tejido elástico, que son susceptibles a obstrucciones o presión excesiva, condición conocida como atelectasia.
La atelectasia es un bloqueo parcial o total de las vías respiratorias, que reduce considerablemente la capacidad de respiración profunda.
La palabra atelectasia deriva de los vocablos atele-vs, que significa “incompleto”, y éktasis, que se traduce como “expansión”. Contrario a lo que se cree, es el resultado de la convergencia de diversas enfermedades pulmonares o extrapulmonares, es decir, no es en sí misma una afección, sino una patología subyacente.
Cuando se desarrolla, parte del pulmón o el pulmón entero, reduce su tamaño. Aunque no resulta mortal para un adulto, en los niños menores de 10 años de edad es altamente peligrosa. Esto se debe a que sus bronquios son, de hecho, bastante angostos.
Causas probables de la Atelectasia
La obstrucción de las vías respiratorias, ya sea por cuerpos extraños que ingresen por error o por exceso de mucosidad, son los principales detonantes del desarrollo de atelectasia en los pulmones. La inflamación de ganglios linfáticos o la aparición de tumoraciones en el tejido son otras razones destacables para explicar el bloqueo de las vías aéreas.
Algunos mecanismos propios de las funciones vitales del organismo requieren la disminución del tamaño de las vías respiratorias, lo que puede producir inconvenientes al respirar. Enfermedades como el asma, paredes torácicas con escasas dimensiones y otras afecciones neuromusculares, también provocan que el paso de aire sea deficiente, dando paso a la atelectasia.
Los procedimientos quirúrgicos pueden ser una causa de la aparición de esta enfermedad en un paciente, debido a que la anestesia utilizada para dormirlo suele estrechar los tejidos pulmonares. Asimismo, la atelectasia es una consecuencia de deformaciones en la caja torácica. Las personas que han sufrido accidentes, resultando dañados sus pulmones, pueden experimentar este padecimiento.
Personas que fuman constantemente pueden padecer atelectasia. De igual forma, quienes sufren de enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) son especialmente vulnerables.
Síntomas de la atelectasia
La atelectasia es una enfermedad silenciosa. A menos que el paciente enfrente neumonía o hipoxemia, es posible que no sepa que la tiene. Específicamente en el caso de esta última, los síntomas se agravan con rapidez, sobre todo los problemas respiratorios.
Cuando hay neumonía la atelectasia produce tos, dolor de tórax, sensación de ahogo o dificultad para respirar. Si esta condición no es tratada a tiempo, desencadenará una infección pulmonar.
Fiebre y derrame pleural son otros indicadores de la atelectasia. También es posible observar la piel de paciente de color azulado, debido a la disminución de los niveles de oxigeno en la epidermis.
Diagnóstico de la atelectasia
La sospecha de atelectasia existe desde que la persona indica que tiene dificultad para respirar, ha sido sometido a una intervención quirúrgica reciente o sufrió algún accidente. Entre las distintas pruebas diagnosticas destacan las radiografías de tórax, en las cuales se observa la opacidad de los pulmones o la reducción de su tamaño. También se aplican la broncoscopia y la tomografía computarizada de tórax para efectuar una detección certera.
Tratamiento de la atelectasia
No existe un tratamiento específico indicado para tratar la atelectasia. Sin embargo, el paciente puede recurrir a fisioterapias respiratorias, que le permitan mantener una buena ventilación y expulsar las secreciones. Además se sugieren las técnicas de expansión del pulmón, como la tos dirigida, ejercicios de respiración y utilización del espirómetro incentivador.
Para contrarrestar los efectos de los causantes más frecuentes: tapón de mucosa, objeto extraño, tumoraciones, derrame pulmonar, se sugiere recurrir a tratamientos con desoxirribonucleasa. Otra recomendación es el uso de broncodilatadores por nebulización.
Si las indicaciones fallan, no producen resultados satisfactorios con prontitud o se cree que la obstrucción se debe a algo diferente que la mucosidad acumulada, es momento de recurrir a una broncoscopia. Conviene evitar el tratamiento con nacetilcisteína, pues provoca bronco constricción.
PrevenCIÓN DE la atelectasia
Si usted será operado próximamente y es fumador, lo ideal es que deje el cigarrillo al menos ocho semanas antes de la cirugía. Esta es una medida eficaz para disminuir el riesgo de sufrir atelectasia.
Si será sometido a una intervención quirúrgica, relacionada con el abdomen o la caja torácica superior, se sugiere entrenamiento preoperatorio con espirometría incentivadora.
Posterior a la cirugía, debe considerar técnicas de expansión pulmonar, que son ideales para reducir el riesgo de padecer atelectasia. Por otro lado, están los cuidados naturales de los pulmones ante golpes, heridas y accidentes, que puedan desencadenar la aparición de esta patología.
Mantener sanos los pulmones es esencial. Estimaciones indican que son utilizados al menos mil millones de veces durante toda la vida.
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