Los niños son más susceptibles a algunas condiciones médicas que los adultos. La ambliopía destaca entre las más frecuentes, ocasionando la pérdida de visión clara a través del globo ocular. Esta afección también es conocida como “ojo perezoso” y, por lo general, se presenta cuando hay antecedentes en la familia del pequeño.
Quien tiene ambliopía no logra desarrollar con normalidad la ruta nerviosa que va desde un ojo hasta el cerebro. Esto causa que el ojo defectuoso envíe una señal al cerebro que no se dilucida correctamente. El cerebro tiende a confundirse y termina por ignorar la imagen que proviene del ojo débil.
algunas causas de la Ambliopía
Es común que la ambliopía se presente como una consecuencia del estrabismo (ojos bizcos). Sin embargo, no son enfermedades vinculantes. La ambliopía puede aparecer en alguien sin estrabismo. También es posible que alguien con estrabismo no tenga ambliopía. Otras causas probables pueden ser las cataratas infantiles, la hipermetropía, la miopía o el astigmatismo, sobre todo si el grado es mayor en un ojo.
Es necesario resaltar que la ambliopía puede presentarse en ambos ojos y también producirse por la poca estimulación visual adecuada durante el desarrollo en la niñez. Si el tratamiento no es el idóneo, esta condición puede mantenerse el resto de la edad adulta sin poder corregirse.
Síntomas de la Ambliopía
Es posible que una persona padezca ambliopía si presenta:
- Ojos que se voltean hacia adentro o afuera
- Ojos descoordinados
- Dificultad para medir correctamente la profundidad
- Visión escasa en el ojo
Diagnóstico de la ambliopía
Para evaluar la existencia de ambliopía se requiere visitar a un oftalmólogo, que realizará estudios de entrenamiento visual, mediante un examen completo. Es vital someter a los niños a este examen tan pronto sea posible, antes de cumplir los seis años de edad. Destaca la comprobación la agudeza visual de ambos ojos.
Mientras el niño sea más pequeño, es mucho más fácil que coopere durante la realización de las pruebas pertinentes. Es posible que algunos le resulten molestos, pero no deben obviarse. Sólo así se podrá detener el avance de la patología.
Tratamiento de la Ambliopía
Una vez confirmado el diagnóstico, lo primero es corregir la afección subyacente que provoque visión borrosa en el ojo con ambliopía, por ejemplo, las cataratas, la cual debe ser operada.
En el caso específico de niños con un error de refracción: hipermetropía, miopía o astigmatismo, deberán utilizar lentes.
Para tratar el ojo con ambliopía, se debe forzar su uso. Hasta el momento, se conocen dos alternativas:
- Que el niño use un parche en el ojo sano, por varias horas, todos los días, durante algunas semanas o meses. Esto permite al cerebro reconocer la imagen que transmite el ojo con ambliopía.
- Se colocan gotas oftálmicas en el ojo saludable del pequeño para lograr el mismo objetivo del parche (nublar la visión). Este medicamento lleva por nombre “Atropina”.
Cuando la visión del infante no se puede recuperar por completo o a aquellos que posean solo un ojo sano, se les recomienda la utilización de lentes de por vida. Estos deben ser resistentes a los rayones y rupturas comunes.
Recomendaciones frecuentes
- El paciente que padece ambliopía debe ser controlado periódicamente, con la frecuencia indicada por el especialista, y hasta los 12 años de edad. Ya que en su mayoría son niños, la responsabilidad de los padres es básica para cumplir a cabalidad el tratamiento y garantizar el éxito.
- Si a su pequeño le han indicado la colocación de parches, tome en cuenta que sólo un especialista capacitado para ello puede manipularlos. Este accesorio no puede tomarse a la ligera, pues implica un esquema personalizado de control. Su mal empleo puede empeorar la condición general del niño.
- El tratamiento de la ambliopía no puede ser abandonado antes de los 10 años de edad, pues existe el riesgo de que regresen los síntomas.
- Aunque el tratamiento en la edad adulta ha sido descartado en innumerables ocasiones, basados en la idea del “periodo crítico”, que abarca entre los ocho y diez años de edad cuando nuestro sistema visual pierde su capacidad de cambiar, algunos trabajos realizados por la Universidad del Sur de California indicarían resultados positivos.
Pronóstico
Cuando un niño recibe tratamiento adecuado para la ambliopía antes de cumplir los cinco años recupera casi en su totalidad la visión. Aunque todavía puede presentar inconvenientes en la percepción de la profundidad.
Si el tratamiento inicia muy tarde, los problemas en la visión pueden volverse permanentes. Especialmente en niños que ya han alcanzado los 10 años de edad, es probable que sólo se recuperen parcialmente.
Prevenir antes que lamentar
Prestar la debida atención a esta afección permite controlarla a tiempo y evitar la pérdida de visión del niño. Es necesario que los padres sometan al pequeño a evaluaciones por lo menos una vez entre los tres y cinco años.
Se utilizarán métodos adecuados para medir la capacidad visual del infante cuando sea demasiado pequeño para comunicarse.
Deja un comentario