Hay fobias que son muy, pero muy raras y que solo afectan a un reducido número de personas. Tal es el caso de la xilofobia, que es el miedo o repulsión excesiva hacia los objetos de madera. Entrar a un bosque, ver un árbol, un mueble, una cama, una mesa o una puerta de madera, puede provocar angustia y desesperación en quienes padecen este trastorno.
Se dice que casi todo el mundo padece alguna fobia, pero con diferentes niveles de intensidad, desde aversión a ciertas situaciones o cosas, hasta temores que no dejan vivir plenamente. Son muchos los que sufren fobias comunes como miedo a las alturas, a subirse a un avión o a quedarse encerrado en un espacio pequeño, pero también abundan los que reflejan pánicos tan extraños e irracionales como la xilofobia.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que aproximadamente un 4% de los hombres padece alguna fobia, mientras que en la población femenina los números se elevan a un 6%. Es decir, en una proporción de dos a uno, las mujeres son más susceptibles a padecer más fobias que los varones ¿la causa? A pesar de estar en el siglo XXI, los expertos señalan que aún vivimos en una sociedad donde a la mujer, desde niña, se le infunden más temores y se le expone a mayores agresiones en el seno familiar.
Causas de la Xilofobia
Como ya hemos explicado en artículos anteriores, generalmente las fobias se originan por traumas ocurridos en la infancia y en el caso de la xilofobia no es diferente. Esto podría implicar, que el paciente con este trastorno mental tal vez fue atacado en un bosque o quizás resultó gravemente herido por un objeto de madera.
Usted podría preguntarse, ¿qué peligro podría representar la madera? Pues, los que sufren de xilofobia, denominada también hilofobia, argumentan varias razones: “los objetos de madera tienen astillas que se pueden clavar en las manos”, “las ramas de los árboles ocultan la luz”, “las hojas de los árboles atascan las alcantarillas” o “los árboles tocan los cables de los tendidos eléctricos” ¿Asombroso verdad?
Entre los síntomas que experimenta un individuo con xilofobia están: sensación de angustia incontrolable, constante evitación a los objetos de madera o árboles, incapacidad para desenvolverse normalmente debido a la ansiedad e impotencia. Como si fuera poco, experimentan reacciones físicas y psicológicas como sudoración, palpitaciones, dificultad para respirar, pánico y ansiedad cuando están frente a lo que les ocasiona la fobia.
Estadísticas
La xilofobia se encuentra en el grupo de fobias extrañas, pues muy pocos la padecen, pero las fobias en sí, son un mal que al parecer se incrementa. Por ejemplo, un estudio del Instituto en Investigación de Psicología Clínica y Social de México, señala que casi 80% de los mexicanos tienen algún tipo de fobia. Las más comunes son el miedo a los reptiles, insectos y roedores, así como a situaciones asociadas con la altura o los lugares cerrados. Sin embargo, los problemas sociales también están afectando a la población, y los investigadores encontraron que en México se elevó el índice de personas a quienes les aterra todo lo que tenga que ver con la muerte, la inseguridad pública y las enfermedades.
Tratamiento de la xilofobia
Es importante que familiares o seres queridos de los pacientes con xilofobia, les hagan entender que es importante acudir a un psicólogo para aliviar el sufrimiento.
Cuando la xilofobia es extrema atenta contra la calidad de vida de la persona que la padece, pues se paraliza y no le permite llevar a cabo con naturalidad sus actividades personales, laborales o afectivas. Es muy difícil no toparse con objetos de madera o árboles, por lo que estos individuos se encierran en casa para evitarlos, lo cual es realmente perjudicial.
La xilofobia, como cualquier otra fobia, puede enmascarar múltiples problemas psicológicos por lo que es necesario, en primera instancia, determinar el origen de la misma.
La xilofobia y padecimientos similares, casi siempre se tratan con terapias en las que el especialista buscará hacerles recordar cuál fue el incidente que causó el trastorno, para luego hacerles ver ese hecho desde una perspectiva adulta, es decir racionalizándolo. Aunque parezca sencillo, es una dura tarea, ya que el afectado generalmente olvidó la causa. Para ello, existen técnicas como la hipnosis que resultan efectivas.
Tras encontrar el detonante del trastorno, el especialista se enfocará en enfrentar al enfermo con el objeto que produce la fobia de manera paulatina. En el caso de la xilofobia, será con cosas hechas en madera, para que gradualmente vaya soportando y asimilando que esos objetos no representan un peligro para ellos.
Otra herramienta complementaria es el uso de fármacos. Un médico psiquiatra será el encargado de recetar los antidepresivos o drogas adecuadas para reducir la ansiedad del paciente y poder aliviar algunos de los síntomas asociados con la xilofobia.
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