Es común la presencia de flemas durante un episodio de tos o resfriado. Su permanencia en el organismo retrasa la recuperación e incluso, puede provocar graves infecciones respiratorias que requieran hospitalización. La acetilcisteína es un medicamento indicado para disminuir la viscosidad del moco y ayudarlo a salir.
Entre las distintas propiedades de la acetilcisteína destaca que propicia la ruptura de enlaces de disulfuro, tanto en las secreciones mucosas como en las mucopurulentas. Es especialmente útil contra las secreciones bronquiales, permitiendo su eliminación adecuada.
Su eficacia ha quedado demostrada en casos de inflamación en los bronquios-aguda y severa- (bronquitis), enfermedad obstructiva crónica, disminución de la respiración por inflamación de los alvéolos de los pulmones y reducción del volumen pulmonar generado por las altas concentraciones de moco.
Los pacientes tratados con acetilcisteína suelen tener una pronta mejoría en sus funciones respiratorias. Recientemente ha sido recetado para contrarrestar la intoxicación con paracetamol y como coadyuvante en el tratamiento de fibrosis pulmonar.
Presentaciones de acetilcisteína
Es posible encontrar acetilcisteína en sobres, comprimidos, efervescentes y jarabes. Asimismo, puede ser administrada por medio de inyección intramuscular e intravenosa, la cual es de las vías más eficaces. Algunas muestras permiten la inhalación del producto.
Por vía oral la acetilcisteína permite una rápida absorción de sus componentes, sobre todo si el objetivo es actuar como mucolítico. Por lo general, la acetilcisteína se mantiene en el cuerpo alrededor de seis horas después de su ingesta.
Dosis de Acetilcisteína sugerida
La condición clínica del paciente va a determinar la dosis a utilizar. Sin embargo, para situaciones de hipersecreción puede partir de la siguiente dosificación:
- Niños entre 2 y 7 años: 300 mg al día (vía oral), tres tomas de 100 mg, cada 8 horas.
- Niños mayores de 7 años y adultos: 600 mg al día (una sola toma), o 200 mg cada 8 horas.
Las aplicaciones por vía intravenosa, rectal o inhalatoria son más delicadas y deben ser establecidas por el médico, según las características individuales y el tipo de afección.
Precaución con las alergias
Preste atención a estas recomendaciones antes de tomar acetilcisteína para evitar complicaciones durante el tratamiento:
Si sospecha que puede ser alérgico a la acetilcisteína o a cualquier componente de la fórmula que le hayan recetado, infórmelo a su médico inmediatamente. Algunos síntomas son señales inequívocas de una reacción adversa a la acetilcisteína:
- Crisis de asma e imposibilidad de respirar adecuadamente. La respiración se acelerará y tornará ruidosa, probablemente con silbidos.
- Labios, lengua y otras partes del cuerpo se hincharán. Es grave cuando afecta las cuerdas vocales.
- Urticaria, picazón, erupciones en la piel.
- Shock anafiláctico (desmayo, palidez, sudoración excesiva).
No elija este medicamento si usted:
- Ha sido diagnosticado con úlcera gastroduodenal.
- Sufre de asma u otra afección respiratoria que pueda obstruir sus vías respiratorias.
- Está embarazada o en periodo de lactancia. Aunque las pruebas no indican daño fetal, es necesario que su médico evalúe los riesgos con cuidado.
contra sobredosis de paracetamol
Tal vez resulte extraño que una medicina para eliminar flemas también funcione como antídoto para la sobredosis por paracetamol, pero así es. Incluso, permite eliminar con eficacia los químicos utilizados en estudios contrastados para mejorar la visualización de órganos.
El paracetamol es de rápida absorción por el sistema digestivo. Sus niveles máximos pueden aparecer en apenas cuatro horas tras su consumo. Aunque no es toxico en sí mismo, el hígado lo metaboliza ampliamente para ser eliminado por la orina.
Uno de los efectos más preocupantes de exceder la dosis de paracetamol incluye la necrosis celular, que ocasionaría una insuficiencia hepática. Utilizada antes de cumplirse 16 horas de la toma de paracetamol, la acetilcisteína puede disminuir el daño hepático.
Recomendaciones adicionales sobre la Acetilcisteína
Para reducir la acumulación de flema en las vías respiratorias, tome en cuenta estas acciones:
- Aproveche remedios caseros para limpiar sus vías respiratorias al menos una vez cada seis meses.
- Manténgase hidratado: esta podría ser de las sugerencias más importantes. Cuando usted tiene un resfriado y la flema no permanece húmeda, se dificulta su eliminación debido a que se vuelve más pegajosa. Para que la tos sea productiva, debe permitir eliminar el moco eficientemente. La cantidad indicada es de al menos ocho vasos de agua al día.
- El café y las sodas actúan como diuréticos, obligando a su cuerpo a eliminar agua que necesita para expulsar la flema. Aunque parezca un invento de la abuela, tomar sopa sí funciona muy bien.
- A pesar de sonar obvio, hay que decirlo: evite el cigarrillo. La nicotina se adhiere a los vellos pulmonares hasta por un año. Fumar incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias recurrentes, como la faringitis, dolores e inflamación de garganta y, en casos graves, cáncer.
- Algunas frutas deliciosas y saludables permiten elevar los niveles de vitamina C en el organismo, ideal para contrarrestar los resfriados. Las más populares son: Limón, guayaba, toronja, guanábana, piña, kiwis y fresas.
- Hidrate sus vías respiratorias con vapores de agua. Use un humidificador, un vaporizador o tan sólo abra la ducha caliente para que el vapor inunde su baño.
Cualquiera de estos métodos le ayudará a mantener la flema menos gruesa, haciendo que sea más fácil expectorarla. Elegir estos mecanismos tiene otros beneficios para tratar los síntomas del resfriado común como dolor de garganta y picor en la nariz, permitiendo que sean menos molestos.
Haga ejercicio regularmente. Esto no sólo tiene efectos sobre su salud en general. Correr es ideal para limpiar de manera natural las vías respiratorias y despegar la flema acumulada en los pulmones, eliminándola rápidamente por las fosas nasales.
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