La apendicectomía es el método empleado para la extirpación del apéndice, una vez se ha inflamado o contaminado. La técnica quirúrgica evita que se produzcan perforaciones o que la infección se expanda por el área abdominal.
Registros médicos aseguran que una de cada dos mil personas en el mundo requiere la aplicación de una apendicectomía para subsanar daños presentados en ese pequeño órgano que se encuentra en la zona inferior derecha del abdomen, y que tiende a bloquearse causando interferencia en el flujo sanguíneo. Si la obstrucción no se repara con una apendicectomía, el apéndice puede romperse y expandirse hacia el abdomen, generando un cuadro infeccioso severo denominado peritonitis.
Debido a que la apendicitis es una de las afecciones más comunes, se han mejorado las técnicas para su tratamiento, entre ellas la cirugía tradicional abierta y la apendicectomía laparascópica, que ayudan a limpiar y a drenar la cavidad. Este último procedimiento es el más utilizado en la actualidad, y se realiza a través de tres pequeñas incisiones por las cuales se introducen unas cámaras conectadas a unas pantallas de televisión, que permiten observar los órganos internos mientras se elimina el apéndice.
Causas, síntomas y diagnóstico de la Apendicectomía
El apéndice es un órgano en forma de dedo, situado junto al intestino grueso. Su inflamación requiere una intervención quirúrgica de emergencia para evitar complicaciones.
Lo que genera esta afección, es la obstrucción de la luz del apéndice, que se produce por la presencia de parásitos, tumores, restos de formaciones fecales y cuerpos extraños, entre otros.
Esta enfermedad implica síntomas muy visibles, entre ellos un dolor abdominal persistente, que se produce en la boca del estomago y desciende hasta la parte inferior derecha del abdomen. Adicional a ello, genera fiebre, disminución del apetito, dolor al orinar, diarrea y vómito.
Para su diagnóstico, los médicos harán una exploración física, una ecografía abdominal y renal para verificar el tamaño del apéndice, y una analítica sanguínea con un conteo de glóbulos blancos para constatar la presencia de infección.
Existen casos de pacientes que no manifiestan señales muy claras, por lo que se les debe aplicar una tomografía computarizada. El apéndice es difícil de detectar en infantes, personas de la tercera edad y mujeres en edad fértil.
Apendicectomía: La solución de emergencia
Una vez confirmado el diagnóstico, el galeno procede a efectuar la apendicectomía de emergencia para prevenir la perforación del apéndice y la peritonitis.
Si durante la cirugía se detecta que el apéndice no está infectado (como acontece en un 25% de las operaciones), igualmente se extirpará y se evaluarán los órganos circundantes para descartar otro tipo de afección. Es importante mencionar que la ausencia de este órgano, no desencadena ningún problema de salud.
Anteriormente, el apéndice era extraído mediante un corte en la pared abdominal del lado derecho del cuerpo, que dejaba una notoria cicatriz. Hoy día, los pacientes prefieren la técnica de laparoscopia por ser 100% confiable, fácil y sin heridas exageradas.
Ventajas y desventajas
El resultado de la laparoscopia varía según el medio utilizado y las condiciones del individuo. Sin embargo, en líneas generales es un procedimiento que facilita la recuperación, genera mucho menos dolor, acorta la estadía hospitalaria, favorece el retorno de las funciones intestinales y aporta efectos cosméticos más agradables.
Pero no todo es positivo. La apendicectomía laparoscópica suele ser una cirugía difícil de efectuar cuando existe una contaminación grave o el apéndice se ha perforado. Si esto ocurre, es muy probable que el médico realice una operación a cielo abierto con una incisión mayor para destruir el órgano y hacer un lavado de estomago. En estas situaciones, es necesario dejar introducido un tubo para que drene el pus, prolongando así la hospitalización y el tiempo de administración de antibióticos.
Para una apendicectomía se puede aplicar anestesia raquídea, a través de una inyección en la espalda que dejará inmóvil el área de la cintura hacia abajo, o anestesia general mediante el uso de una mascarilla con la cual el individuo inhalará una sustancia que lo adormecerá por completo.
Riesgos de la Apendicectomía
Como en toda intervención existen riesgos asociados a la operación en sí y al uso de anestesia. Algunos de ellos son: reacción a los fármacos, dificultad respiratoria, sangrado, infección y acumulación de sustancias tóxicas internas. Aunque la apendicectomía simple no es complicada, el éxito dependerá también de los cuidados que asuma el paciente una vez terminada la cirugía. Por lo general, se le da de alta a los dos días y el retorno a sus actividades cotidianas puede ser entre dos y cuatro semanas, dependiendo de la técnica empleada. Si es laparoscopia, la será más pronto.
Al salir del quirófano, posiblemente la persona sentirá dolor cerca de la incisión, aturdimiento, confusión, fríos y náuseas. Muchas de estas reacciones son producto de la anestesia. Cuando haya recibido la orden de abandonar el hospital, deberá cuidar la alimentación. Es posible que los primeros días no sienta mucho apetito, pero debe permanecer hidratada. La herida debe estar siempre limpia y se debe prestar atención al surgimiento de fiebre o cualquier otra señal de infección. Los ejercicios y los movimientos bruscos deben mantenerse al margen hasta tanto no se haya cerrado completamente la herida.
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