La azitromicina es uno de los fármacos más recetados para el tratamiento de afecciones virales, debido a que ralentiza la proliferación de bacterias, característica que lo incluye entre los llamados antibióticos macrólidos. Se usa, principalmente, para calmar y erradicar los síntomas de neumonía, bronquitis infecciones en pulmones, oídos, garganta o piel y enfermedades de transmisión sexual.
Es frecuente que la azitromicina sea recomendada para prevenir la mycobacterium avium (MAC), una infección altamente peligrosa, que se esparce en los pulmones y afecta especialmente a aquellas personas que padecen el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Tome en cuenta que la efectividad de la azitromicina, al igual que otros antibióticos, sobre resfriados, influenza y otros virus no es más que un mito urbano. Al contrario, si abusa de los antibióticos de este tipo, su organismo puede crear resistencia, lo que significa que no responderá efectivamente a ellos cuando realmente contraiga una infección.
Uso adecuado de azitromicina
Es posible encontrar azitromicina en forma de tabletas, suspensión líquida y suspensión de liberación prolongada, por vía oral. Las instrucciones suelen indicar que consuma el fármaco una sola vez al día, durante cinco días aproximadamente, antes o después de las comidas. Si la ingesta está orientada a evitar la aparición de la infección MAC, con utilizarlo una vez por semana puede ser suficiente.
Suponiendo que adquiera la azitromicina en suspensión de liberación prolongada como polvo, recuerde mezclarla bien con agua antes de tomarla. Es mejor si lo hace al menos dos horas antes de comer. Asimismo, una de las sugerencias recurrentes es que sea siempre a la misma hora.
No es prudente aumentar o disminuir la dosis de azitromicina si su médico no se lo instruyó específicamente. Tampoco consumirla un número mayor de veces de las que señala su receta. Es importante que no abandone el tratamiento, incluso si se siente bien, hasta que haya culminado la dosis que se le ordenó.
la Azitromicina Contra otras afecciones
La azitromicina puede ser de gran utilidad para tratar otras enfermedades como la infección de H. Pylori, diarrea del viajero y otras relacionadas con el sistema gastrointestinal. Es igual de efectiva para detener el avance la tos ferina, la enfermedad del legionario, que afecta los pulmones, y la babesiosis, que se contagia por el contacto con garrapatas.
Un médico puede recetar azitromicina para hacer frente a la infección cardíaca en pacientes que se han sometido a cirugías dentales u otro tipo de procedimientos. De igual forma, para evitar el desarrollo de ETS en víctimas de abuso sexual.
Precauciones habituales
Si su médico le indica tomar azitromicina usted debe tomar en cuenta estos factores:
- Informar si es alérgico a este medicamento o a cualquier otro que la contenga.
- Es importante mencionar a su doctor los fármacos, suplementos, vitaminas o hierbas que está tomando o desea tomar, con o sin prescripción. Su doctor querrá verificar si interfiere con otras fórmulas.
- Si ingiere antiácidos, cuya composición mencione hidróxido de aluminio o hidróxido de magnesio, evite tomarlo cerca de la hora de la ingesta de la azitromicina. Es mejor si su doctor le dice qué tanto tiempo debe dejar pasar entre una toma y otra. Si se trata de la suspensión de liberación prolongada, puede usarla cuando guste.
- Dígale a su médico si usted está en embarazada, planifica estarlo o está amamantando. Se desconocen los efectos sobre el feto o si la azitromicina se transmite a través de la leche materna.
- Es de vital importancia que su médico sepa si usted ha sufrido ictericia en la piel o los ojos. De igual forma, si ha tenido otros inconvenientes hepáticos mientras usa azitromicina.
- Su doctor debe saber si usted o algún integrante de su familia tuvo QT, un problema del corazón que puede causar un ritmo irregular de los latidos. También si sus niveles de magnesio o potasio en la sangre han disminuido, si sufre una infección, insuficiencia cardíaca, fibrosis quística, alguna condición muscular o una enfermedad renal o hepática.
- Siga su dieta de forma regular a menos que su médico le diga lo contrario.
Efectos adversos de la Azitromicina
La toma de azitromicina puede traer ciertos efectos desagradables. Debe comunicar a su médico si estos síntomas se vuelven severos o no se calman:
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Dolor estomacal
- Cefaleas
- La siguiente lista incluye síntomas de cuidado, que debe informar de inmediato:
- Fluctuación en el ritmo cardiaco
- Mareos
- Desmayos
- Erupciones en la piel y fiebre
- Ampollas
- Llagas, hinchazón o enrojecimiento de la dermis
- Picazón
- Dificultad para respirar
- Inflamación en el rostro, garganta, lengua, ojos, manos, pies o tobillos
- Ronquera, cambios de humor mientras se alimenta (suele ser en lactantes).
- Diarrea con sangre o calambres estomacales
- Cansancio extremo
- Sangrado o moretones extraños
- Falta de energía
- Inapetencia frecuente
- Dolor en la parte superior derecha del estómago
- Síntomas similares a la gripe
- Orina de color oscuro
- Debilidad muscula
- Ojos rosados o hinchados
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