Reconocida por su efectividad superior en el bloqueo de impulsos nerviosos autónomos, motores y sensitivos, la bupivacaína es un sedante local utilizad principalmente en procedimientos de infiltración y administración de anestesia epidural y espinal, debido a la duración de sus efectos, en comparación con otros fármacos similares.
La acción de la bupivacaína comienza a los 60 segundos, dependiendo de su uso, y permanece en el organismo entre 3 y 9 horas. Como en todos los anestésicos locales, este producto produce un bloqueo de la conducción nerviosa al reducir la permeabilidad de la membrana tratada al sodio.
Aunque el bloqueo provocado por la bupivacaína afecta todas las fibras nerviosas, tiene gran eficacia sobre las fibras autónomas. Para que se produzca el bloqueo, se requiere que el líquido entre en contacto directo con la fibra nerviosa, lo cual se logra mediante la inyección subcutánea, intradérmica o a través de la mucosa en las proximidades del nervio o ganglio.
Asimismo, la absorción del fármaco desde el lugar en el que se inyecta, depende en gran medida de la concentración, vía de administración, circulación en el tejido y grado de vasodilatación del mismo en las proximidades del lugar de inserción.
Bupivacaína en acción
La bupivacaína funciona distribuyéndose entre todos los tejidos, siendo los lugares de altas concentraciones, todos los órganos en los que la perfusión sanguínea es elevada, es decir, el hígado, pulmón, corazón y también el cerebro.
Este fármaco es metabolizado en el hígado y es eliminado a través de la orina. En este sentido, la bupivacaína debe ser utilizada con prudencia en pacientes con enfermedad hepática o con flujo sanguíneo hepático reducido.
Solo el 5% de la dosis administrada se excreta como bupivacaína en su estado original. De igual forma, la eliminación total se alcanza en dos horas cuando se trata de los adultos y en aproximadamente ocho horas en neonatos.
Algunas marcas comerciales de la bupivacaína están mezcladas con un vasoconstrictor para disminuir la vasodilatación, incrementando la duración de su efecto al reducir el paso a la circulación. Después de una inyección caudal, epidural o por infiltración en algún nervio, los niveles máximos de actuación con bupivacaína se consiguen en 1 a 10 minutos.
Los efectos de este medicamento sobre la función motora dependen de la cantidad condensada: en el caso de la bupivacaína aplicada al 0.25% el bloqueo motor no es completo Sin embargo, cuando las concentraciones alcanzan el 0.5% y 0.75% pueden producir un bloqueo total de la sensibilidad.
Reacciones Adversas
Aunque las reacciones alérgicas a la bupuvacaina y otros anestésicos locales son extremadamente raras, es posible que las complicaciones se deban a reacciones a los preservantes de las preparaciones comerciales de este anestésico.
Sin embargo, las soluciones de bupivacaína deben utilizarse con cuidado en quienes posean sensibilidad conocida a diversos fármacos. Si es el caso, no se recomienda como anestesia regional intravenosa.
Cuando se refiere al Sistema Nervioso Central, un exceso de bupivacaína puede producir entumecimiento, insensibilidad y hormigueo. Otros síntomas pueden ser desazón, vértigo, zumbidos en el oído con una eventual mala pronunciación al hablar y hasta convulsiones. Cuando el SNC ha sufrido una disminución considerable de su actividad, puede producir hipotensión, apnea e incluso la muerte.
El corazón es otro órgano que puede resultar dañado tras un exceso de esta droga. A esta situación se le conoce como Toxicidad Cardiaca Selectiva y puede venir acompañada de hipotensión, disritmias cardiacas, y bloqueo A-V cardiaco.
Estudios indican que el embarazo puede aumentar los efectos tóxicos de la bupivacaína en el funcionamiento del corazón, por lo tanto el límite de la concentración de este compuesto en la anestesia epidural para el uso obstétrico debe estar limitado a solo 0.5%. Una inyección intravascular inadecuada podría ocasionar un paro cardíaca y la lamentable muerte de la madre.
Se recomienda tomar precauciones extremas en pacientes con condiciones neurológicas, deformidades de la espina dorsal, septicemia, hipertensión severa, poliomielitis y anemia. También en personas con parálisis, dolor crónico de espalda o en quienes son propensos a parestesias persistentes. Los niños y adolescentes de menos de 16 años y personas de la tercera edad son más propensos a los efectos tóxicos de la bupivacaína.
Para recordar
En aras de procurar la mejor practica posible, el grupo médico que le atiende, debe asegurarse que el equipo necesario para la reanimación, fuente de oxígeno, material para mantener libre el tracto respiratorio y medicación de emergencia para el tratamiento de las reacciones tóxicas, esté disponible de forma inmediata, antes de administrarle un anestésico local.
El galeno mantendrá contacto verbal con el paciente, mientras mide el ritmo cardiaco repetidamente hasta 5 minutos después de la administración de la primera dosis, que usualmente se conoce como “dosis de prueba”. La dosis principal debe inyectarse lentamente y al incrementarla, mantener contacto constante con quien la recibe.
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