Medicamentos 104
Ácido tióctico
Alimentos como hígado, riñones, vísceras, carnes rojas, espinacas, brócoli, guisantes, tomates y patatas contienen ácido tióctico, un ácido graso llamado también alfa lipoico (ALA), que beneficia el rejuvenecimiento celular por su acción antioxidante, y favorece la transformación de glucosa, carbohidratos y proteínas en energía. Interviene en el proceso de metabolización, por lo que es muy recomendado para complementar los regímenes dietéticos y aumentar el rendimiento físico.
Tiocolchicósido
Hay dolores musculares que no disminuyen con una pomada, bebiendo una infusión o aplicando compresas. Un espasmo en un músculo puede llegar a ser tan intenso, que es necesario el uso de fármacos potentes que actúen centralmente. Uno de los más eficaces y comúnmente usados era el tiocolchicósido, un relajante muscular que alivia el dolor y que actúa sobre los receptores del sistema nervioso que participan en la regulación de la función muscular. Pero, ahora hay que tener cuidado con él.
Pridinol
La industria farmacéutica ha desarrollado infinidad de medicamentos para el tratamiento de contracturas musculares, y Pridinol es uno de ellos. Se trata de un relajante del musculoesquelético que actúa tanto a nivel central como periférico, en patologías vasculares cerebrales, Mal de Parkinson, lesiones de la médula espinal, artrosis, lumbosacra, hernia de disco intervertebral, lumbalgia, pie plano, ciática, tortícolis y calambres, entre otras.
Sultamicilina
Uno de los antibióticos de uso frecuente es la sultamicilina. Es un profármaco de ampicilina (bactericida que inhibe la biosíntesis de la pared bacteriana), y de sulbactam, (inhibidor de ß-lactamasas de microorganismos resistentes a la penicilina). Como todo fármaco, tiene contraindicaciones y están orientadas, particularmente, a pacientes que sean hipersensibles a la penicilina, y a las mujeres embarazadas o en período de lactancia. El periodo normal de tratamiento con sultamicilina dependerá del tipo de afección que se desee contrarrestar, pero por lo general oscila entre 5 o 14 días, con opción a extenderse en las situaciones que realmente lo necesiten.