Psicología 56
Síndrome de Tourette
Esos movimientos involuntarios, convulsivos, repentinos y exagerados llamados tics, son el principal síntoma de un trastorno del sistema nervioso denominado Síndrome de Tourette. El primer caso estudiado fue el de la Marqueza de Dampierre, una dama francesa que en la década de los 80 era conocida no sólo por su título nobiliario, sino por los tics corporales y repeticiones verbales que, sin control alguno, manifestaba delante de sus invitados y servidumbre. El neurólogo Georges Gilles de la Tourette dirigió su tratamiento y comprobó que repentinamente movía su cuerpo o comenzaba a ladrar, maullar o insultar. Sus exploraciones lo llevaron a describir otros nueve diagnósticos en 1885 y a sentar las bases para la investigación de esta patología que podría estar vinculada con una actividad anormal de la dopamina, un neurotransmisor que favorece la función motora del organismo, o ciertas variaciones en la producción de serotonina y norepirefrina, dos sustancias que “benefician” la comunicación entre las neuronas.
Complejo de Edipo
Carlitos tiene 4 años de edad y para él su mami lo es todo. Dice que ella es la más bonita, cariñosa y buena. No se despega de su lado e incluso cuando papá se acerca se molesta. No quiere que abrace o bese a mamá. “Mi mamá es mía”, dice el niño. Al igual que muchos pequeños entre los 3 y 7 años de edad, Carlitos podría estar atravesando por una etapa en su desarrollo en la que se siente “enamorado” de su madre, lo que es catalogado como Complejo de Edipo.
Síndrome de Diógenes
Es probable que en algún momento te hayas topado con personas consideradas “ermitañas”, por su estilo de vida solitario y su persistente afán por acumular objetos que, rara vez, les son de utilidad. Con frecuencia son criticadas o cuestionadas por su aspecto descuidado, su antipatía, su falta de higiene y su aislamiento, pero lo que pocos conocen, es que esa extraña conducta va más allá de un simple estilo de vida. Es la consecuencia de un trastorno denominado Síndrome de Diógenes, que explica el comportamiento de buena parte de los individuos que demuestran una negligencia absoluta por su cuidado y el de su entorno.
Eritrofobia
El miedo a sonrojarse es conocido como eritrofobia; un temor irracional e inexplicable que puede desencadenar graves episodios de desesperación u obsesión. Ese color rosa que suele enmarcar nuestras mejillas cuando nos sentimos atemorizados, avergonzados o enamorados, es una respuesta del sistema nervioso simpático que hace que los vasos sanguíneos se dilaten y la sangre suba rápidamente al rostro. Aunque es un proceso complejo en el que intervienen adrenalina, respiración y transmisores, no deja de ser una simple reacción fisiológica involuntaria que aparece y desaparece sin generar molestias ni daños. No obstante, hay quienes se aterran al pensar que ese signo natural, pero incontrolable, los pueda dejar en evidencia o convertirlos en centro de burlas o malos comentarios.
Monofobia
Hay quienes opinan que la soledad es su mejor compañía, que estar solos es el momento perfecto para encontrarse consigo mismos, reflexionar y buscar respuestas a las múltiples situaciones de la vida diaria. Sin embargo, existen personas que sienten miedo de quedarse solas, sin saber exactamente cuál es la razón de tan desagradable sensación. Nostalgia, desasosiego, desesperanza… Puede haber muchas causas, pero cuando se trata de un temor irracional y exagerado, probablemente sea consecuencia de la monofobia.
Xilofobia
Hay fobias que son muy, pero muy raras y que solo afectan a un reducido número de personas. Tal es el caso de la xilofobia, que es el miedo o repulsión excesiva hacia los objetos de madera. Entrar a un bosque, ver un árbol, un mueble, una cama, una mesa o una puerta de madera, puede provocar angustia y desesperación en quienes padecen este trastorno.
Necrofobia
Las fobias representan ese miedo irracional y sin sentido a determinados objetos o situaciones. La necrofobia, en particular, es el temor a todo lo relacionado con la muerte. Las personas afectadas con necrofobia experimentan ansiedad intensa, temblores, nauseas, sudoración y ataques de pánico cuando ven un cadáver, transitan cerca de un cementerio, asisten a una funeral o se encuentran con un automóvil fúnebre. Aunque el fallecimiento es un acontecimiento natural, cualquier hecho vinculado con esa circunstancia, les desata síntomas que son incontrolables.
Hemofobia
Aunque muchas personas podrían desmayarse o marearse por la impresión de ver a alguien herido y cubierto de sangre, se dice que existe un problema mayor cuando el miedo a la sangre es irracional y constante. Entonces, podríamos estar en presencia de una fobia denominada hemofobia.
Nictofobia
La nictofobia es el miedo injustificado e intenso que se tiene a la oscuridad, específicamente a la noche. Aunque es padecida comúnmente por los niños, también puede aparecer, en menor proporción, en adolescentes y adultos. Esta fobia es provocada por la percepción errónea del cerebro de lo que pudiera suceder cuando nos encontramos en un ambiente oscuro. Si bien es cierto que la oscuridad inspira temor, siendo uno de los miedos más habituales entre pequeños de dos a ocho años de edad, no puede confundirse con ese terror que suele producir la noche, y que lleva a los infantes a imaginarse situaciones en las que aparecen formas extrañas y temibles. (más…)
Nomofobia
Quienes han crecido en esta era de innovación tecnológica, probablemente no se imaginen la vida sin ella. Los llamados dispositivos inteligentes no sólo han causado furor, por su estética y funcionalidad, sino que han llegado a generar cierta dependencia. Con el teléfono celular la situación es evidente. Más que un objeto utilitario, es el “compañero” inseparable de miles de personas que han volcado en ese aparato el peso de su autoestima, seguridad, integración y rendimiento laboral. Muchos se desesperan al no tenerlo y su estado de ánimo se tambalea con sólo pensar que podrían estar incomunicados.