La ceftazidima tiene acción comprobada contra las bacterias gramnegativas. Su efecto antibiótico es de uso controlado. Es una cefalosporina de tercera generación, que se tiende a utilizar cuando los tratamientos con otros antibióticos no dan el resultado esperado.
Es aplicada a través de inyección. Los cuadros clínicos que suelen atenderse con ceftazidima son básicamente las infecciones en pulmones, columna vertebral, sangre, dermis, cerebro, huesos, genitales femeninos, meningitis y en uretra.
La ceftazidima elimina los bacilos, bacterias en forma de barra que suelen hallarse en diversos ambientes. No se emplea en casos de gripes, catarros, ni ninguna afección de origen viral.
Otros malestares que pueden suelen tratarse con ceftazidima son:
- Infección prolongada o repetitiva en el oído.
- Infección por bacilos en la base de la cabeza, con riesgo de ser letales.
- Infección grave en los tejidos blandos.
- Infección en la parte interna de los abdominales complejos.
- Infección en las membranas.
- Infecciones contraídas en operaciones quirúrgicas, especialmente cuando guardan relación con la uretra.
Otras indicaciones sobre la Ceftazidima
Personas con deficiencias nefríticas pueden precisar combinar la ceftazidima con otro antibiótico. Si tras un cuadro febril o una merma de glóbulos blancos, la persona corre riesgo de desarrollar infecciones, también puede utilizarse este medicamento.
Asimismo, se puede apelar a la ceftazidima cuando hay intoxicaciones alimentarias, heridas infectadas o diagnostico de melioidosis, una enfermedad infecciosa y endémica, ocasionada por una bacteria, que puede afectar diversos órganos (pulmones, próstata, hígado…) y la piel.
Los efectos de la ceftazidima empiezan a notarse una hora después de haberse colocado la inyección. El organismo la segrega a través de la micción o, en el caso de las mujeres, al amamantar. En el grueso de las oportunidades, el cuerpo la expulsa en un par de horas.
Sólo las personas que tengan historial de insuficiencia nefrítica requieren más de 10 horas para su expulsión.
Composición y dosis de Ceftazidima
La ceftazidima viene en una presentación en polvo para aplicación, tanto intravenosa como por vía intramuscular. Cada gramo del polvo contiene un gramo neto de este antibiótico pentahidratado.
Se coloca de manera intramuscular, encima de los glúteos o en la región adyacente al muslo. Sin embargo, los especialistas recurren en primera instancia a su aplicación intravenosa, de forma interrumpida o continua, según sea el caso.
En personas adultas, la dosis recomendada consta de un gramo, por vía intramuscular, cada 8 o 12 horas. Se desaconseja su empleo en individuos menores de 12 años.
El tiempo de duración del tratamiento dependerá de cuán vulnerables sean los agentes microbianos que detonaron el cuadro infeccioso, así como del estado de los riñones, y la complejidad de la dolencia. Por lo general, quienes enfrentan problemas hepáticos no necesitarán modificaciones en las cantidades.
Efectos colaterales de la ceftazidima
Como sucede comúnmente con los medicamentos, es probable que la medicación con ceftazidima genere una variedad de efectos adversos. Aunque no ocurre en todos los pacientes, es vital permanecer alerta ante cualquier reacción que parezca anormal. Entre los signos adversos se pueden mencionar:
- Malestar general.
- Hinchazón.
- Hemorragia en el área de la inyección.
- Disentería (trastorno inflamatorio del intestino.)
- Sarpullido.
- Febritis.
- Vértigo.
- Cefalea.
- Náusea.
- Vómito.
- Erupción.
- Comezón.
Considerando estos síntomas, se recomienda que el individuo no maneje maquinaria pesada ni ningún otro tipo de vehículos si llegase a experimentarlos.
Los próximos malestares son de mayor gravedad, por lo que se debe llamar al médico de inmediato cuando se presenten uno o varios de ellos.
- Evacuaciones con presencia de sangre o líquidas.
- Retortijones gástricos.
- Calentura tras recibir el tratamiento.
- Hinchazón de la cara, faringe, lengua, bocas u ojos.
- Problemas respiratorios.
- Episodios de convulsión.
- Espasmos.
- Confusión y problemas de memoria. Estos suelen evidenciarse cuando hay sobredosis.
Sólo use Ceftazidima si:
Antes de iniciar con una nueva medicación, es de suma importancia conocer cuáles son las contraindicaciones asociadas. De esta forma se podrán evitar inconvenientes y aprovechar al máximo las bondades del fármaco. En el caso particular de la ceftazidima es preciso saber que sólo se puede usar si:
- El paciente no tiene historial como alérgico a la penicilina.
- No presenta hipersensibilidad a antibióticos del orden de la cefalosporina.
- No padece de disfunción en los riñones.
Restricciones en el embarazo
Se han realizado diversos estudios en ratas para discernir la peligrosidad que pudiese tener la medicación en el feto. No obstante, los especialistas carecen de pruebas suficientes para asegurar que sea inofensivo para la fecundidad del individuo. Tampoco hay evidencias de que no perjudique al niño por nacer. Por ello, se desaconseja su administración en mujeres embarazadas o que sospechen estarlo, a menos de que sea netamente necesario, y el doctor así lo indique.
El cuerpo segrega la ceftazidima en pequeñas dosis cuando la mujer amamanta, y se desconoce si la arginina presente en la medicina puede perjudicar de forma alguna al neonato. Por ello, se sugiere detener el tratamiento o aplazar el proceso de lactancia. Antes de tomar esa decisión, es preciso consultar al especialista.
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