Cuando se bloquean una o varias glándulas sebáceas alrededor del párpado, puede aparecer una protuberancia rojiza, de consistencia solida, llamada chalazión. Generalmente se desarrolla tras la formación de un orzuelo y se distingue de este por ser una acumulación de material oleoso que crece dentro de las glándulas de Meibomio, que son las encargadas de producir el líquido fino y aceitoso que lubrica el ojo.
Si se genera un chalazión, es porque se ha tapado alguno de los conductos que desaguan estas glándulas, que se hallan por detrás de las pestañas.
Las personas que sufren de blefaritis, son más propensas a presentar chalazión, puesto que esta afección desencadena una inflamación en la línea superior o inferior del párpado, que podría taponar las glándulas secretoras.
Causas y diferencias con el orzuelo
Por sí solo, el chalazión no está relacionado con procesos infecciosos, pero si brota como consecuencia de un orzuelo, es probable que sí haya agentes contaminantes involucrados. Recordemos que el orzuelo es causado por la presencia de la bacteria estafilococo que tienden a infectar el folículo de las pestañas y las glándulas asociadas.
Aunque el orzuelo y el chalazión tienden a confundirse, no son iguales ni requieren el mismo tratamiento, a menos que se evidencie una conexión entre ambos. El chalazión es indoloro y casi nunca tomará una tonalidad tan intensa como la del orzuelo.
Como se dijo, el chalazión suele ser producto de un orzuelo que no llegó a drenar la sustancia contaminada desde el interior de la glándula. Cuando eso sucede, hay un encapsulamiento que apunta al borde del párpado, al que se le denomina chalazión.
Síntomas del chalazión
Con un chalazión, el paciente puede manifestar hinchazón en el párpado, aumento sustancial del lagrimeo y sensibilidad a la luz. Si la turgencia es prominente, es posible que exista una presión en el globo ocular que induzca un episodio pasajero de astigmatismo que, a su vez, genera distorsión de la visión.
La buena noticia es que tanto el chalazión como el orzuelo pueden prevenirse con buenos hábitos de higiene. Una limpieza profunda de los párpados diariamente reduce considerablemente el riesgo de desarrollar cualquiera de estas afecciones, en especial cuando hay diagnostico de blefaritis. Si a pesar de ello continúan apareciendo, será necesario adoptar un tratamiento continuo bajo la supervisión de un especialista.
Opciones de tratamiento del chalazión
Si no hay complicación, el chalazión podría desaparecer solo luego de una semana, pero bajo ninguna circunstancia se deben sacrificar las normas de aseo. La colocación de compresas de agua tibia en la zona afectada suele acelerar el drenado. Para ello se debe tomar una toalla limpia, impregnarla de agua tibia y mantenerla de 10 a 15 minutos en la zona. El procedimiento se debe seguir de tres a cinco veces al día. La mejora se notará cuando la glándula se haya destapado y empiece a botar la sustancia concentrada.
Si transcurridos unos siete días no hay resultado positivos, o los síntomas son severos, es fundamental recurrir a un tratamiento más agudo, con el extremo control de un oftalmólogo.
Dependiendo del estado clínico, el galeno podría recetar gotas antiinflamatorias, cremas o inyecciones de cortisona para disminuir la inflamación. Si el chalazión sobrepasa las dimensiones regulares, es posible que sea necesario recurrir a una cirugía ambulatoria, con la administración de anestesia local. La técnica que se aplica va desde la parte inferior del párpado para prevenir cicatrices en la piel.
En caso de haber infección, sería oportuno utilizar antibióticos tópicos u orales, pero siempre bajo prescripción facultativa, principalmente si los pacientes son menores de edad.
Consideraciones generales del CHALAZIÓN
Un individuo puede tener varios orzuelos o chalaziones al mismo tiempo. Es “normal” también que sean recurrentes, pero no hay que confiarse. Si tras un tratamiento efectivo hay recaídas, lo recomendable sería que el médico tome una muestra y realice un análisis patológico para descartar otras patologías.
Mientras el ojo se encuentre comprometido con alguna de estos padecimientos, es vital descartar el uso de maquillaje, cremas hidratantes, jabones con químicos especiales o cualquier otro producto que pueda agudizar el problema. Las personas que utilizan lentes deben incrementar las medidas de limpieza. Frotarse las manos por la zona está terminantemente prohibido. Tampoco se debe ejercer presión sobre ella.
En líneas generales no debería acarrear complicaciones. Es posible que se pierdan unas pestañas o que quede una pequeña marca en el borde del párpado si han aparecido varias veces, pero no es la norma. Con una vigilancia médica oportuna, el chalazión responde muy bien a los tratamientos convencionales.
Haya o no haya chalazión, el chequeo oftalmológico es fundamental. A los infantes se les debe llevar desde los tres años de edad e incluso antes, si hay anomalías. Desde entonces, las consultas deben ser anuales. En el caso de los adultos, las revisiones pueden ser cada dos años si se trata de un sujeto sano. La regularidad dependerá de la condición individual y las consideraciones del médico.
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