La cianosis es la coloración azulada que adquieren las mucosas, uñas, manos, pies, piel y encías, cuando falla la oxigenación en la sangre. Su aparición puede estar relacionada con una enfermedad cardiaca o respiratoria.
Existen dos tipos de cianosis. La cianosis central, que afecta el corazón y se evidencia en los labios y la lengua, y la cianosis periférica, que se concentra en las extremidades.
La cianosis se presenta acompañada de hinchazón y dificultad respiratoria. Cuando es central, se presume que la sangre está circulando mal o muy lentamente, o que no está lo suficientemente oxigenada. De no haber un tratamiento oportuno, esta condición podría llevar al paciente a la muerte.
Causas de la Cianosis
Aunque no sea crea, la cianosis es un diagnostico frecuente, siendo la población infantil una de las más afectadas.
Tiende a surgir cuando el proceso sanguíneo es interrumpido por diversos factores, y puede durar minutos u horas.
Cuando se manifiesta en una parte del cuerpo, puede estar relacionada con el bloqueo del riego sanguíneo a los pies, piernas, manos o brazos, por la presencia de coágulos o como consecuencia del llamado Fenómeno de Raynaud; una afección provocada por espasmos vasculares originados por la exposición a bajas temperaturas, o por sobresaltos y emociones alarmantes.
La falta de oxígeno en la sangre es otro factor de riesgo de la cianosis. Puede ocurrir por asfixia, infección en las vías respiratorias, asma, EPOC, neumonía severa y enfermedad pulmonar intersticial.
La cianosis también puede manifestarse cuando hay contención respiratoria, ahogamiento, inflamación de la epiglotis, anomalías coronarias congénitas, insuficiencia o paro cardíaco, convulsiones graves o intoxicaciones con cianuro u otras toxinas peligrosas.
Otros detonantes y síntomas de la Cianosis
El exceso de cigarrillos, drogas, medicinas o alcohol, también puede desencadenar cianosis. Cuando hay sobredosis de estupefacientes, se deben extraer las sustancias del estómago o aplicar antídotos para neutralizar sus efectos.
Los síntomas de la cianosis pueden incluir debilidad, desmayos y mareos. En casos leves, puede ser desestimada y confundida con un simple ataque de cansancio o desaliento.
Diagnostico
Para determinar las causas de la cianosis, los médicos analizan y revisan al paciente para detallar las partes del cuerpo que están afectadas con la tonalidad, para determinar si se trata de un cianótico crónico o de un episodio pasajero.
El siguiente paso, es la realización de pruebas especiales para descartar problemas respiratorios o de circulación. Entre los estudios solicitados destacan ecografía, radiografía de tórax, conteo sanguíneo completo, electrocardiograma, gasometría arterial, tomografía y oximetría del pulso, entre otros.
Tratamiento de la cianosis
Si la cianosis ocurre por exposición a temperaturas extremadamente frías, el afectado puede mejorar con una dosis de calor.
Si se produce por contacto con productos químicos, carbono o plomo, la recuperación amerita antialérgicos y reposo.
Si se da por asfixia mecánica o inmersión, se debe recurrir a la reanimación cardiopulmonar.
Si el corazón no puede bombear suficiente sangre para oxigenar el cuerpo, se deben administrar fármacos para relajar las arterias o para diluir la consistencia de la sangre y restablecer el flujo. En algunas situaciones puede ser necesaria la cirugía, para evitar el bloqueo de la circulación.
Si surge por dificultades respiratorias, en individuo reflejará un tinte azul en nariz, pies, orejas, uñas y contorno de la boca.
Dependiendo del diagnostico, se podría ameritar la colocación de oxígeno suplementario, antibióticos, inhaladores, nebulizadores, diuréticos o terapias respiratorias.
Complicaciones
Algunos tratamientos para la cianosis podrían ocasionar reacciones adversas como asma, neumonía, enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Sin embargo, al controlar las causas la cianosis desaparece y los niveles de oxígeno llegan a su índice normal.
Señales de alerta
Además de la tonalidad oscura, se deben considerar las siguientes señales:
- Alteraciones respiratorias. Puede tornarse lenta o rápida.
- Dolor torácico.
- Migraña.
- Somnolencia y aturdimiento.
- Moco oscuro.
- Gruñidos al respirar.
- Flacidez en el cuerpo (niños)
- Aleteo de las fosas nasales al respirar (niños)
- Sensación de letargo.
- Hinchazón en las regiones afectadas.
Cianosis en niños
Como dijimos, la sangre que llega a perder oxígeno, deja de ser roja para tomar un tono azulado, que se refleja a través de la piel.
En los recién nacidos es común, principalmente por neumonía, anomalías en el sistema respiratorio, en los pulmones o en el corazón.
Cuando hay enfermedades cardíacas congénitas también es probable que haya cianosis y, en esas circunstancias, es necesario aplicar inmunización constante para prevenir contagios e infecciones que puedan agravar el estado clínico del paciente.
Hay bebés que presentan cianosis por la transposición de las grandes arterias. A ellos se les debe tratar con una inyección de la prostaglandina, para reducir los efectos de la afección.
Puede pasar, que al pequeño se le detecte azúcar en la sangre inferior, y en esas situaciones es posible que el médico decida atender con infusiones y/o administración de glucosa. Sea cual sea el panorama, lo fundamental es prestar auxilio oportuno y acertado.
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