La condromalacia patelar se refiere a la dislocación degenerativa del armazón que recubre la rótula. Por un lado afecta a los adolescentes o adultos jóvenes que ejercen presión o carga excesiva sobre la rodilla, y por el otro, a las personas mayores que desarrollan patologías óseas como la artrosis. El diagnostico de esta condición es más frecuente en mujeres que en hombres, debido a la amplitud de sus caderas, que aumenta el ángulo Q, o la alineación entre ambas rodillas.
Causas de la condromalacia patelar
Es esencial destacar que el desgaste del cartílago puede producirse por diversas causas, entre ellas desalineación de la rótula y el fémur, fractura de rótula, patologías degenerativas o inflamatorias y entrenamiento exacerbado. No obstante, la sintomatología se torna mucho más aguda y dolorosa en los pacientes jóvenes que en aquellos de la tercera edad.
En la aparición de la condromalacia patelar inciden otros factores como el uso de zapatos inadecuados, debilidad de los músculos, sobrepeso y diferencia en la longitud de las piernas.
Cuando la rodilla afectada es la derecha, puede deberse a irritación en el intestino delgado, que puede derivar de una nutrición deficiente o una situación de estrés. Por su parte, las alteraciones renales o a nivel de la vesícula biliar se relacionan con la afectación de la rodilla izquierda.
Síntomas de la Condromalacia patelar
La sintomatología que acompaña a la dislocación o desgaste del cartílago, como consecuencia de la condromalacia patelar, no siempre corresponde a la gravedad de la lesión. Por lo tanto, pequeños golpees podrían provocar dolores intensos y viceversa.
Los síntomas incluyen dolor, sensibilidad y sensación de chasquido en las articulaciones de la rodilla, así como inflamación e imposibilidad de movimiento. Normalmente el dolor se experimenta cuando se flexiona la rodilla, se pasa mucho tiempo sentado, se suben o bajan escalaras y ante cualquier roce.
Otras molestias vinculadas con la condromalacia patelar son dolores en la corva, fragilidad en la región del cuádricep y disminución de la serie muscular trasera.
Diagnóstico condromalacia patelar
El método por excelencia para la detección de la condromalacia patelar es la resonancia magnética. En ella se evidencia cuando la superficie del cartílago es demasiado fina, y permite ver si hay señales de erosión que expongan al hueso.
Estudios como la ecografía o rayos X se descartan en estos casos. El primero porque no mostrará la lesión a fondo, sino que dará una visión más superficial, y el segundo porque no puede demostrar el grosor de la articulación ni la firmeza del cartílago.
Tratamiento de la Condromalacia patelar
En su fase inicial, el tratamiento de la condromalacia patelar se concentra en la ingesta de fármacos que ayuden a desinflamar el área afectada. Asimismo, se apela al uso de analgésicos y a la aplicación de técnicas de estiramientos suaves. En condiciones más avanzadas, el especialista buscará potenciar los músculos y favorecer la biomecánica de la rodilla.
Cómo prevenir la Condromalacia patelar
Hay una variedad de medidas que pueden tomarse para evitar el desgaste prematuro del cartílago y, por ende, la presencia de la condromalacia patelar. Los consejos básicos son los siguientes:
- Conservar una condición física saludable, cuidando que el peso esté entre los estándares normales.
- Prescindir de los ejercicios excesivos y no restarle importancia a los estiramientos y al calentamiento previo antes de entrenar.
- Al sentir molestias durante la actividad física, detenerla y pedir la opinión de un especialista. La detección temprana asegura mejor respuesta de los órganos implicados
- Posterior al tratamiento, la vuelta al ejercicio debe hacerse de forma gradual, progresiva y segura.
- Disponer y emplear el equipamiento. Buscar siempre que el terreno sea idóneo y la técnica sea la aconsejada por especialistas en la materia.
- Evitar cambios bruscos en las rutinas.
Posibles complicaciones
La mayor complicación surge cuando el tratamiento es ineficaz para controlar y dar alivio a los dolores. En caso que sea preciso tratarlo con operación quirúrgica, las principales dificultades constituyen:
- Imposibilidad para controlar la dolencia
- Riesgo de infección
- Aumento en la agudeza del dolor
Cuidados posteriores
- Las variaciones de la temperatura así como el frío suelen perjudicar a los pacientes con condromalacia patelar. Las rótulas son articulaciones que precisan de flexibilidad y para ejercerla requieren estar lubricadas. La llegada del frío evita que se dé tal lubricación. Por lo tanto, se vuelve imprescindible que se tomen acciones al respecto. En especial a los pacientes que hacen ejercicios como el runing.
- Utilizar cremas calentadoras o compresas calientes y aplicarlas sobre la rótula. Mantener esta rutina previa al entrenamiento.
- Preparar la región de los cuádriceps con el objetivo de que tolere mayor carga sobre el músculo, así el tendón no se resentirá.
- Priorizar el ejercicio sin movimiento, por ejemplo, el levantamiento de pesas en las fases iniciales. Debido a que los ejercicios con movimientos que involucren ir y venir puede afectar a las articulaciones.
- Al empezar a correr llevar un ritmo lento que permita a la articulación adaptarse.
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