Dejar de roncar es posible, pero requiere de una serie de cambios que conviene aplicar para tener una vida saludable, y no molestar a quienes duermen a nuestro lado.
En primer lugar, debe saberse la causa de los ronquidos, pues existen diversas razones: edad, postura para dormir, inconvenientes en el área nasal, exceso de peso, consumo de alcohol o tabaco, e incluso la ingesta de determinados medicamentos.
Si el ronquido se produce cuando la persona tiene la boca cerrada, se puede deber a algún problema con la lengua. Si se genera cuando se tiene la boca abierta, lo más probable es que guarde relación con algún inconveniente con la garganta.
Si el sujeto ronca mientras se encuentra boca arriba, es más fácil que deje de hacerlo con ciertas adaptaciones en el estilo de vida y hábitos del sueño.
Si el ronquido afecta a la persona durante toda la noche, sin importar la posición en la cual se encuentre, seguramente se deberá a alguna dificultad o deficiencia orgánica que requiera de un tratamiento más serio y especializado.
¿Por qué se ronca?
Generalmente, los ronquidos están asociados con el velo del paladar y la úvula, por la aparición de un flujo irregular, causado por un bloqueo originado por debilidad en la garganta, acumulación de grasa alrededor de la garganta, o apnea obstructiva del sueño.
También pueden deberse al desplazamiento de la mandíbula por la tensión muscular del cuello, obstrucción de las vías nasales, presencia de canales estrechos que provoquen contacto con los tejidos laterales, o por el excesivo consumo de alcohol, que es capaz de relajar los músculos de la garganta.
Asimismo, pueden derivarse de la posición al dormir sobre la espalda, que puede conllevar al desplazamiento de los fluidos hacia la zona trasera de la boca.
Tratamiento para Dejar de roncar
Para dejar de roncar existen varias opciones, las cuales van desde simples cambios en el estilo de vida, hasta otras más complejas como cirugías, dependiendo de la gravedad de la condición.
Mantener limpias las vías nasales es fundamental para dejar de roncar.
La persona que sufre de este problema puede emplear alguna de las siguientes técnicas para dejar de roncar: practicar ejercicios de relajación, disminuir el nivel de estrés y ansiedad, mejorar las condiciones de la habitación.
Bajar de peso, no ingerir alcohol, no fumar, y no hacer cenas copiosas y pesadas, así como privilegiar los ambientes reposados, puede ayudar a dejar de roncar.
Asimismo, conviene aplicar ejercicios de respiración y de la musculatura de la faringe, que retraigan el velo del paladar, y muevan la lengua hacia adelante. Este tipo de entrenamiento es empleados en programas de reeducación de la voz, y en foniatría.
Mejorar el tono de la garganta también facilita la tarea de dejar de roncar. Para hacerlo, se pueden emplear estas acciones: repetir las vocales durante tres minutos al día, cerrar la boca y fruncir los labios por unos 30 segundos, situar la lengua sobre los dientes frontales y moverla hacia la parte trasera por tres minutos, y con la boca abierta contraer los músculos de la parte trasera de la garganta por medio minuto.
Estas técnicas se pueden incrementar poco a poco, y realizarse varias veces a la semana para mejorar los resultados.
Casos más complejos a la hora de Dejar de roncar
Dejar de roncar puede requerir medidas más severas, si el problema es persistente.
Una alternativa clínica, es la colocación de un Dispositivo de Avance Mandibular (DAM) dentro de la boca, para modificar la posición de la mandíbula y de la lengua, y así facilitar el paso del aire.
Se ha demostrado que es un método muy eficaz para dejar de roncar, ya que proporciona resultados positivos a más del 50% de los afectados, quienes realmente logran el objetivo. El resto puede reducir considerablemente la intensidad y la frecuencia de los ronquidos.
También existe el CPAP, un dispositivo que aporta aire de manera constante hacia el área superior de la nariz, mediante el uso de una mascarilla. Es uno de los tratamientos más empleados en individuos que sufren de apnea grave, para que puedan dejar de roncar.
Sin embargo, vale la pena aclarar que no es un tratamiento curativo para dejar de roncar, sino más bien paliativo. Se debe emplear por lo menos cinco horas cada noche, y probablemente de por vida. Su gran desventaja es la incomodidad que representa, ya que significa dormir con una mascarilla que está conectada a un compresor de aire.
La cirugía es el remedio más extremo. El objetivo es evitar que se obstruyan las vías aéreas superiores. En la actualidad se lleva a cabo este procedimiento empleando electrodos bipolares en los cornetes nasales. Es una cirugía ambulatoria, poco invasiva y de bajo costo, que amerita solamente anestesia local. Luego de la intervención, el paciente deberá utilizar por un tiempo un vendaje especial que cierre la mandíbula.
Deja un comentario