La piel y en especial la de los bebés es muy delicada, y existen agentes externos e internos que podrían afectarla y causar irritaciones, salpullidos o resequedad. La dermatitis atópica, también llamada eczema, es uno de los trastornos cutáneos que podrían aparecer si no se le brinda el debido cuidado.
¿Qué es la Dermatitis atópica?
La dermatitis atópica es una patología crónica que perdura en el tiempo, y que generalmente se manifiesta en la infancia, incluso desde los dos a seis meses de vida. En muchos de los casos, los pacientes superan la enfermedad cuando empiezan la adultez.
Se refleja como un sarpullido. La piel se reseca, se vuelve más gruesa y escamosa. También se pueden producir ampollas, segregaciones e infecciones. La erupción causa picor intenso, y el rascarse puede hacer que aparezcan costras, que el área se oscurezca y se produzcan cicatrices, por lo que hay que evitar esta acción a toda costa.
En los niños las lesiones suelen encontrarse en las mejillas y en el cuero cabelludo. También pueden afectar el pecho, las piernas, los brazos y otras partes del cuerpo. En adolescentes y adultos, la erupción aparece con frecuencia en el interior de las rodillas y los codos, al igual que en el cuello, las manos y los pies.
Por lo regular, la dermatitis atópica suele brotar en intervalos de tiempo. Aparece y desaparece. No se contagia, pero la comezón resulta verdaderamente incómoda y puede ser mal vista por otros.
Los genes influyen
Aunque actualmente los especialistas no tienen un panorama definitivo sobre cuál es la causa de la dermatitis atópica, se ha determinado que en gran parte de los casos suele ser hereditaria. Si algún familiar tuvo o padece la afección, el pequeño tiene más posibilidades de desarrollarla, igualmente si sus padres o parientes cercanos tuvieron asma o alergias.
Se ha comprobado que el eczema no es una reacción alérgica, pero puede ser provocada por alérgenos o agentes irritantes presentes en el entorno del niño como el polen o el humo del cigarrillo. La alimentación del bebé también podría desencadenar la dermatitis atópica, a pesar de que solo tome leche materna, pues la dieta de la madre es de gran influencia. Los huevos, la leche de vaca y el maní serían los comestibles más contraindicados. Sin embargo, los alimentos se ubican en menor proporción con respecto a la causalidad.
evitar la dermatitis atópica
El exceso de calor, el roce de algunas telas o el uso de jabones o lociones y el detergente con el que se lava la ropa agravan la dermatitis atópica. Una vida agitada y estresante también entraría entre los factores de riesgo.
Vale destacar que aunque los afectados por la dermatitis atópica casi siempre tienen un resultado positivo en los exámenes cutáneos para alergias, no es consecuencia de ellas.
El resecamiento de la piel por tomar muchos baños o por nadar con mucha frecuencia, así como enfriarse o acalorarse demasiado, y someterse a cambios súbitos de temperatura, empeora la condición.
A la dermatitis atópica se le llama «picazón que produce salpullido», porque el escozor comienza y luego da paso a la erupción, como resultado de rascarse continuamente.
Alivio de los síntomas de la dermatitis atópica
En el hogar se debe cuidar con especial atención la piel para así evitar el uso excesivo de medicamentos. Los médicos recomiendan adoptar ciertas rutinas para prevenir daños que empeoren los síntomas de la dermatitis atópica. Recordemos que en los niños suele desaparecer entre los 5 a 6 años de edad, pero con frecuencia hay recaídas. En los adultos, es prolongada o recurrente.
- Lo principal es evitar rascarse. Para lastimarse lo menos posible, se deben mantener las uñas bien recortadas y limpias. Conviene usar unos guantes suaves al ir a la cama para no lastimarse a la hora de dormir.
- No exponer el cuerpo durante mucho rato al agua de la ducha o la bañera. Los baños cortos y más frescos son mejores que los baños prolongados y calientes.
- Tanto adultos como niños deben usar jabones suaves y productos sin olores a la hora de bañarse. Si se trata de un bebé con dermatitis atópica, se le debe lavar el cuerpo y la cabeza cuando se esté por terminar el baño, para evitar que esté sentado en agua enjabonada.
- Al secar la piel con una toalla no se debe frotar. Lo mejor es hacerlo con ligeros toques por el cuerpo.
- Según especialistas, el tratamiento más efectivo para tratar el eczema es hidratar y lubricar la piel al mismo tiempo, aplicando una crema emoliente en la piel húmeda. Usar ungüentos, como la vaselina, cremas o lociones 2 a 3 veces al día.
- El uso de fármacos antihistamínicos vía oral alivia la picazón o las alergias. No hay que automedicarse. Siempre se debe consultar a un médico para que recete el tratamiento adecuado. Aunque se trata de una enfermedad crónica, la dermatitis atópica se puede controlar con tratamiento, evitando los agentes irritantes y manteniendo la piel bien humectada.
Deja un comentario