Las fobias como la dermatopatofobia o dermatofobia son un tema serio que causa sufrimientos y traumas realmente importantes en aquellos que de verdad las padecen, sin embargo y con el paso del tiempo, la visión que tiene la sociedad, o al menos su mayoría, es que el tema es más bien algo gracioso o síntoma de problemas mentales graves que suelen asociar con la demencia.
Es por ello que resulta imperante la necesidad de conocer a fondo lo que realmente significa sufrir una fobia, saber que existen una gran cantidad de tipos y que sufrirlos es un problema que puede mejorarse a través de tratamiento sicológico y que, bajo ninguna circunstancia significa que la persona haya perdido por completo la cabeza o porque “está loco”.
Dermatopatofobia o el miedo a las lesiones en la piel
Entre las fobias menos conocidas y que suelen encontrarse con frecuencia resaltan varias, entre las que se encuentra la “dermatopatofobia”, también conocida como dermatosiofobia o dermatofobia y se trata de un miedo irracional, extremo e injustificado a las enfermedades o lesiones en la piel.
O sea, las personas que sufren dermatopatofobia pueden llegar a sufrir, incluso, ataques de pánico por la sola idea de tener, o ver, lesiones en la piel, quemaduras, costras, heridas, entre otras tantas, son las cosas que pueden provocar un momento realmente incómodo y de sufrimiento psicológico para aquellos que tienen este padecimiento.
Y no sólo lesiones como las que hemos mencionado, a modo de ejemplo, en el párrafo anterior, sino que también incluye el temor irracional a enfermedades de la piel, en fin, en todo lo que se relación con alteraciones de la forma natural de la piel del ser humano.
Confusiones
Debido a que en la web se ha extendido una gran cantidad de imágenes para ilustrar esta fobia, se da el caso de un dibujo muy común en el que se ve una persona que tiene una especie de “lesión” que se trata de una serie de agujeros apuñados unos al lado del otro, sobre todo en grandes cantidades, sin embargo, esta imagen de por sí representa otro tipo de fobia, que se conoce con el nombre de tripofobia.
Orígenes de la dermatopatofobia
Los orígenes de este tipo de fobia suele ser, como en muchos casos, a partir de traumas, alguna herida o enfermedad que sufrió el individuo, o alguien bastante cercano, en algún punto de su vida y que lo llevó a generar un rechazo en este tipo de imágenes.
El rechazo se origina a partir de los malos momentos que fueron consecuencias de aquella herida o enfermedad, de ahí el rechazo se va aumentando hasta convertirse en un miedo que resulta incontrolable, al menos sin ayuda, para aquel que lo sufre.
Síntomas de la Dermatopatofobia
Son básicamente los mismos que con otro tipo de fobias, la sensación de angustia y gran temor sobresalen entre el resto, pero se presentan también complicaciones como sudoración excesiva, sobre todo en las manos, una terrible sensación de vergüenza y miedo al rechazo, sobre todo en casos extremos.
Los latidos irregulares del corazón, forman también parte de los síntomas típicos de esta fobia, la sensación de paranoia puede provocar también situaciones como ansiedad e insomnio, además de la respiración entrecortada, hiperventilación, entre otras tantas.
Consecuencias de la dermatopatofobia
Más allá del típico temor al rechazo social, los problemas de adaptación o depresiones producto de la frustración de vivir una situación de este estilo, se dan casos extremos en los que las personas que sufren dermatopatofobia tienden a limpiarse con demasiada frecuencia, e insistencia, la piel, para evitar que salga alguna lesión.
Este tipo de limpiezas antes descritas se suelen hacer con anti-bacteriales o jabones que pueden provocar irritaciones al eliminar los aceites propios de la piel, lo que se traduce además en un empeoramiento del estado en el que se encuentra la situación.
Sin embargo, debe tomarse en cuenta que este tipo de comportamiento, aunque la persona sepa sus consecuencias, no está en sus manos, no toma la decisión, por eso se recomienda siempre de la guía de profesionales verdaderamente capacitados para ayudar, a través de varios tipos de terapias, a que el paciente consiga hacer frente a esta condición.
Tratamiento de la dermatopatofobia
Las fobias no tienen una cura específica, o al menos no una que haya sido probada, por la razón de que las personas necesitan que los tratamientos se adapten a sus particulares, ya que este es un padecimiento propio de la mente y, así como puede ser provocado por traumas, como ya hemos explicado, estos pueden variar entre sí y por eso las formas de solucionarlos difieren, definitivamente, entre sí.
Por tanto, la recomendación al sufrir de una enfermedad de la piel o ya tener la fobia que esto puede provocar, es asistir directamente con un especialista que ayudará al paciente durante todo el proceso hasta que consiga, y esto depende en gran medida de su propia decisión de superarlo; sobreponerse o reducir al mínimo los síntomas o padecimientos relacionados con la dermatofobia.