Si de algo hay que estar claro en materia de salud y belleza, es que las dietas milagrosas no existen, así sus fanáticos digan lo contrario.
Siempre, antes de empezar un régimen alimenticio, se debe consultar a un médico especialista para que sea él quien elabore un menú que nos convenga. Sin embargo, existen tendencias como la llamada dieta alcalina que aseguran caer bien a casi todos y con resultados sorprendentes.
La llamada dieta alcalina sustenta su efectividad bajo la premisa de que nuestra forma de alimentarnos cambia el pH de nuestros fluidos corporales. La teoría señala que la alcalinidad o acidez se altera con lo que comemos y se manifiesta en nuestra orina, sudor y en la sangre.
Las promotores de la dieta alcalina aseguran que es positivo para el organismo que tengamos un grado moderado de alcalinidad, pues fortalece nuestros huesos, puede eliminar ciertos metabolitos (sustancias que se producen durante el proceso de metabolización) dañinos, adelgaza e incluso ayuda a prevenir el cáncer.
Cómo funciona la dieta alcalina
Claude Bernard fue un médico, biólogo teórico y fisiólogo francés que es considerado el fundador de la medicina experimental. La dieta alcalina se basa en un estudio realizado por este científico, en el que analizó la alimentación de los conejos y determinó el pH en la orina.
Según la dieta alcalina, hay alimentos que son considerados ácidos y que deben evitarse o reducir su consumo como las carnes rojas, aves, pescado, huevos, lácteos, cereales y todas las comidas procesadas como azúcar, café, harinas blancas o colorantes. Los alimentos con mayor alcalinidad serían las hortalizas, vegetales, legumbres, semillas y frutas. Solo proponen prescindir de las ciruelas, los arándanos y las pasas.
En general, al elaborar nuestros platos basados en la dieta alcalina, deberíamos integrar 80% de alimentos alcalinos y 20% de alimentos ácidos.
Por ejemplo, este menú se fundamenta en el consumo de alimentos alcalinos para cinco días.
Primer día:
- Desayuno: Biscotes integrales con paté vegetal y zumo de zanahoria con espinacas.
- Merienda: Pieza de fruta
- Almuerzo: Espinacas con arándanos y quínoa
- Merienda: Puñadito de frutos secos
- Cena: Espárragos y hamburguesa vegetal
Segundo día:
- Desayuno: Bebida de avena con cereales sin azúcar y semillas molidas
- Merienda: Zumo de naranja y pepino
- Almuerzo: Ensalada de tomate, lechuga, zanahoria, pepino, arroz integral y garbanzos
- Merienda: Pieza de fruta
- Cena: Alcachofa y judías verdes con mijo y salsa de tahín
Tercer día:
- Desayuno: Pan de centeno con paté vegetal y germinados
- Merienda: Pieza de fruta
- Almuerzo: Crepe de trigo integral con setas y berenjena.
- Merienda: Puñadito de frutos secos
- Cena: Pimiento, cebolla, puerro y patata con pescado al horno con salsa de limón
Cuarto día:
- Desayuno: Cereales con tomate y aguacate
- Merienda: Zumo de zanahoria y espinacas.
- Almuerzo: Coliflor y brócoli al curry con centeno y trocitos de tofu
- Merienda: Pieza de fruta
- Cena: Caldo de apio, nabo, col, cubito vegetal y jengibre +Hamburguesa vegetal
Quinto día:
- Desayuno: Bebida de arroz y almendras con cereales sin azúcar y semillas molidas
- Merienda: Pieza de fruta
- Almuerzo: Ensalada de escarola, rúcula, canónigos, remolacha, rabanitos y lentejas
- Merienda: Puñadito de frutos secos
- Cena: Crema de calabaza a la sal de hierbas aromáticas + Tortilla de calabacín
¿Es anticancerígena la dieta alcalina?
Aunque sin ningún tipo de sustento o pruebas, muchos de los seguidores y fanáticos de la dieta alcalina afirman que es un remedio natural contra el cáncer.
Lo cierto es que médicos señalan que hay que tener mucho cuidado con estos supuestos remedios mágicos, pues el cáncer es una enfermedad muy compleja y está comprobado que la reducción de la acidez no tiene ningún efecto sobre un tumor.
En conclusión, es falso que la dieta alcalina sirva para prevenir o curar el cáncer. Por lo que debe acudir a su doctor si lo padece o no dejar de ir si ya está en tratamiento.
Lo único cierto, es que si siente temor por desarrollar esta terrible enfermedad, lo mejor es seguir consejos de especialistas como evitar el alcohol, el tabaco, el sedentarismo y seguir una dieta saludable, basada en alimentos de origen vegetal y proteínas. Aunque el origen de la enfermedad en muchos casos aún no está claro.
Estafa
Especialistas de la medicina también echan por tierra la base que sustenta la dieta alcalina, que es la posibilidad de sustituir el pH de nuestro organismo con los alimentos. Para los galenos esto es un disparate.
Cambiar nuestro pH podría provocarnos graves trastornos e incluso poner en peligro nuestras vidas. El mismo organismo se encarga de protegernos a través de varios mecanismos para que esto no ocurra. Ni la sangre, ni otros fluidos pueden alterarse. La orina es la única que pode modificarse, pero ella es parte de nuestro sistema excretor del cuerpo, es decir que expulsa lo que no necesitamos.
Lo mejor que podríamos hacer entonces, antes de aventurarnos con la dieta alcalina, es ir por lo seguro: llevar una alimentación balanceada y realizar ejercicios frecuentemente.
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