Una de las proteínas más recomendadas en los planes de adelgazamiento es el atún. Las razones son muchas: Aporta omega 3, 6, ácido linoleico y grasas monoinsaturadas que mejora el funcionamiento del corazón y regulan el colesterol, previene la diabetes, la hipertensión, los infartos, la trombosis, la ateroesclerosis y otras enfermedades, pero sobre todo, ayuda a controlar la obesidad. Además, su alto contenido de Vitamina E y Vitamina B12, lo convierte en un excelente antioxidante y un potente coadyuvante en el tratamiento de los problemas circulatorios. Estas y otros beneficios son aprovechados cuando se sigue la dieta del atún, un régimen que no sólo permite mejorar la salud y desintoxicar el organismo, sino que favorece una pérdida de dos a cuatro kilos en corto tiempo.
Existen muchas versiones de la dieta del atún, la mayoría con una duración de tres a seis días. No obstante, al hallarse en la lista de dietas relámpago, es vital no exceder los tiempos sugeridos. Si bien es cierto que conjuga verduras, proteínas y frutas, tiene una considerable reducción de carbohidratos que a la larga podría ser perjudicial. Recordemos que cuando eliminamos los hidratos de carbono el organismo pierde agua y no grasa, por lo que se genera un efecto rebote. Además, la falta de esos macronutrientes disminuye la producción de serotonina, la llamada hormona de la felicidad, e incrementa la liberación de cortisol, una sustancia asociada con el estrés y la ansiedad. Como si fuera poco, la deficiencia de glúcidos reduce la energía, mientras que el abuso de proteínas fomenta la pérdida de calcio y fósforo, con lo cual se incrementa el riesgo de desarrollar osteoporosis o patologías renales.
Una de las ventajas de la dieta del atún es que el sabor del pescado es bastante agradable, no posee espinas y es muy fácil de lavar. Aunque se recomienda optar por el atún natural, siempre está la opción de recurrir a los enlatados, siempre y cuando sean a base de agua. En caso de poseer aceite, se debe pasar por agua y un colador para eliminarlo.
Para que la dieta del atún sea fructuosa, se debe sazonar solo con sal y pimienta, y cocinar a la plancha, al horno o a la parrilla. También puede emplearse como base de una suculenta ensalada de arroz con tomates, pimientos, cebolla, cilantro o cebollín, zanahoria y guisantes, o acompañarse con verduras al vapor o lechuga. Como aderezo para las guarniciones, solo se debe usar aceite de oliva, sal, pimienta y limón al gusto.
Un elemento fundamental es la conservación. El consumo de atún sólo será beneficioso si se mantiene bien refrigerado. Por nada del mundo se debe romper la cadena de frío para que no haya oscilaciones de temperatura, ya que existe la posibilidad de que proliferen microorganismos que provocan síntomas similares a los de las alergias.
La dupla perfecta
Quizás una de las variantes más populares de la dieta del atún es la que se combina con piña. Los defensores del plan nutricional basado en estos dos componentes, aseguran que permite eliminar hasta 5 kilos en una semana. Como dijimos, el atún aporta muy pocas calorías, y la piña es uno de los diuréticos más efectivos. Asimismo, contiene potasio y sodio que ayudan a prevenir la hipertensión, brinda sensación de saciedad, es antioxidante, aporta vitamina C, arrastra las células muertas, disminuye líneas de expresión, fortalece el sistema inmune y el sistema nervioso, previene enfermedades como la diabetes y beneficia la actividad hormonal.
Sea con piña o sin ella, la dieta del atún debe seguirse bajo control médico si se considera implementar por más de tres días. Para todo hay límite, incluso para la alimentación. Un exceso de atún podría bajar demasiado el colesterol y la piña en demasía podría causar molestias en la vejiga y una pérdida considerable de proteínas y vitaminas por la orina.
Aunque puede parecer maravillosa, la dieta del atún no es para todo el mundo. Hay personas que no toleran la ingesta de este alimento. Las mujeres embarazadas y los niños, por ejemplo, no deberían ingerir más de 50 gramos a la semana ya que su alto contenido de mercurio, puede llegar a afectar el desarrollo neurológico. Tampoco deben apuntarse a la dieta del atún quienes sean alérgicos a este pescado.
¿Cómo seguir la dieta del atún?
Desayuno: Una porción de frutas, preferiblemente piña o manzana. Una taza de ensalada de lechuga, acompañada de un filete de atún y una taza de té verde o café con leche descremada.
Almuerzo: Atún a la plancha y ensalada de brócoli, espárragos y vainitas, cocinados al vapor.
Merienda: Una o dos manzanas verdes
Cena: Ensalada de verduras o una papa horneada. Atún a la plancha y una porción de melón. Complementar con un té de manzanilla antes de dormir.
Sabor a piña para la dieta del atún
Desayuno: Una lata de atún en agua o un filete de atún natural, una porción de piña cortada en trozos y una ensalada de lechuga con tres gotas de aceite de oliva.
Merienda: Una taza de té de piña, que se prepara simplemente hirviendo la cáscara de la fruta, una rodaja de piña o media lata de atún.
Almuerzo: Dos papas cocinadas al vapor, una lata de atún, un vaso de jugo de piña sin azúcar. En los días siguientes se pueden reemplazar las papas por una porción de arroz integral o ensalada de verduras.
Cena: Una lata de atún, dos rodajas de piña y ensalada de lechuga con tomate y un chorrito de limón.
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