En España, un aproximado de ocho millones de habitantes sufre de alguna alergia desencadenada por la exposición al polen de los árboles, malezas o hierbas. Sin embargo, las cifras de la enfermedad se elevan a 14 millones cuando se suman otros desencadenantes como mohos, ácaros, insectos y mascotas, entre otros. Es decir, que aproximadamente el 30% de la sociedad española presenta una reacción alérgica que, en muchos casos, es tratada con ebastina.
Una de las variantes más comunes es la rinitis alérgica, que aqueja a unos seis millones de ciudadanos, según ha dicho Joaquim Mullol, miembro del Centro Europeo de la Fundación para la Investigación de las Alergias (Ecarf). Los cuadros alérgicos presentados, comprometen el desempeño profesional de estos individuos, por lo que a diario se toman medidas clínicas para solventarlos.
En ese y otros países del mundo, buena parte de los procesos alérgicos son “abordados” con antihistamínicos como la ebastina. Este fármaco brinda alivio a pacientes con cuadros clínicos de fiebre del heno o padecimientos similares que guardan relación con la presencia de rinitis alérgica estacional o perenne, desarrollada o no por conjuntivitis alérgica, urticaria crónica y dermatitis alérgica.
Por lo tanto, la ebastina tiene eficacia comprobada en la reducción de síntomas como irritación, hinchazón alérgica, escozor, lagrimeos y estornudos, entre otros.
Composición de la Ebastina
La ebastina tarda entre 60 y 180 minutos en hacer efecto, y es capaz de reforzar la acción de otras medicinas antihistamínicas. No obstante, puede interaccionar con eritromicina (antibiótico) o ketoconazol, usado para el tratamiento de infecciones por hongos.
Existen varias presentaciones de ebastina. Las pastillas contienen celulosa microcristalina, almidón de maíz pregelatinizado, lactosa monohidrato, croscarmelosa de sodio, estearato de magnesio, hipromelosa, macrogol y dióxido de titanio, además del principio activo que es ebastina.
También existen liofilizados orales que constan de 10 mg o 20 mg de ebastina, reforzados con aspartamo, manitol, aroma de menta y gelatina.
En las soluciones orales, por su parte, se puede ver que cada 5 ml tienen 5 mg del antihistamínico y excipientes como anetol, glicerol, agua purificada, ácido láctico, sorbitol, metil-parahidroxibenzoato de sodio, hidróxido de sodio y dimeticona, etc.
dosis de la ebastina
Unos 40 estudios clínicos especializados efectuados con cerca de ocho mil pacientes, han demostrado que la ebastina combate los síntomas de rinitis alérgica persistentes o esporádicas, pero hay que ser muy cuidadosos con las dosis suministradas.
Para adultos o niños que superen los 12 años de edad, se recomiendan dos tomas de 5ml o un comprimido de 10 mg por día.
Para los pequeños de 6 a 11 años, se sugiere media cápsula de 10 miligramos o una dosis de 5 ml, igualmente una vez al día.
A los infantes de entre 2 y 5 años, no se les debe dar más de media dosis de 5ml (2,5 mg) una vez al día.
Será el médico quien indique la extensión del tratamiento, que puede ser de tres a siete días, dependiendo de la complejidad del diagnostico. En cualquier caso, no es prudente inrerrumpir ni antes ni después. Para que surta efecto, la ebastina debe tomarse al “pie de la letra”.
Una de sus ventajas, es que hasta ahora no ha reflejado tener efectos contraproducentes sobre la función psicomotora, ni sobre la habilidad para manejar o emplear maquinaria pesada. Eso sí, deben seguirse las recomendaciones. De lo contrario, sí puede haber somnolencia.
Precaución con la ebastina
- Si el paciente refleja en su historia clínica problemas hepáticos leves o moderados, será innecesario cambiar la dosis de la ebastina. Solo se debe controlar que la dosis no supere los 10 mg diarios si el padecimiento hepático en crónico. Las personas mayores tampoco necesitan una modificación en las cantidades del medicamento.
- En el caso de las mujeres lactantes, aún se desconoce si el organismo segrega la ebastina junto a la leche, por lo que es recomendable consultar al especialista antes de recurrir al uso del fármaco. Lo mismo debe aplicarse durante el embarazo.
- Al momento de tomar ebastina es importante saber que esta medicina puede interferir en los resultados de estudios alérgicos cutáneos, por lo que no es confiable efectuar este tipo de pruebas antes de los 5 o 7 días de la interrupción del tratamiento.
- Algunos pacientes recetados con ebastina pueden presentar somnolencia, dolores de cabeza, sequedad en la boca, inflamación de la faringe, rinitis y fatiga. Otras molestias que pudieran presentarse son: dolores abdominales, sangrado nasal, sinusitis, insomnio, náuseas, diarrea y desórdenes digestivos. Si algunos de estos llegase a aparecer, es vital suspender la ingesta y llamar al médico.
- No se debe administrar ebastina en infantes menores de dos años, porque no se ha comprobado qué tan seguro resulta a esas edades.
- Puesto que el principio activo empieza a actuar entre 60 y 180 minutos, no es propicio usarlo en casos graves que requieran atención inmediata.
- Se debe considerar que la presentación en grajeas posee lactosa entre sus componentes, por lo que podrían presentarse episodios de intolerancia a este ingrediente entre niños o adolescentes.
- No se deben tomar dosis dobles en caso de olvido en la toma de la medicina.
- Si hay sobredosis o ingestión accidental, hay que acudir al centro de salud.
- Las personas alérgicas a la ebastina o a cualquiera de sus componentes, no pueden recurrir a ella.
- La ebatisna puede administrarse con o sin alimentos.
Mitos sobre las alergias
Aunque pueda ser tentador quedase en casa hasta que pasen los síntomas de la alergia; es factible que la medida sea contraproducente. Al encerrarse a esperar que los síntomas disminuyan, se están conservando los agentes alérgenos en los espacios. Incluso pueden estar adheridos a la ropa o el cabello.
Las alergias tampoco se manifiestan solo en épocas primaverales puesto que hay una amplia variedad que “ataca” durante el invierno.
Una creencia muy expandida es que las alergias pueden curarse. Sin embargo, hasta ahora no ha sido posible hallar la cura total. Por ello, es indispensable seguir las indicaciones del médico de cabecera para disminuir los síntomas con un tratamiento antihistamínico como la ebastina.
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