La elefantiasis es una enfermedad caracterizada por el aumento considerable del tamaño de ciertas partes de cuerpo – fundamentalmente las extremidades y órganos sexuales externos. Esta enfermedad, al presentar estas anomalías en brazos y piernas, que presentan un anormal crecimiento e inflamación y manifestarse a nivel epidérmico, conlleva un grave problema no sólo físico sino también psicológico para quien sufre de elefantiasis.
La Organización Mundial de la Salud ha estimado en 250 millones los casos registrados hasta 1983, existentes en todo el mundo y según sus previsiones, se espera que para el año 2020, esta enfermedad haya sido derrotada.
Causas de la elefantiasis
La elefantiasis – conocida también como filariasis linfática – es producida por un parásito que provoca la obstrucción de los canales linfáticos. Este parásito, de la familia de las Filarioidea, es transmitido por la picadura de mosquitos, portadores de larvas de este parásito. Es por ello, que esta enfermedad se desarrolla en aquellos países de Asia, África y América que cuentan con climas tropicales y sub tropicales.
Las filarias o gusano, que se alojan en el sistema linfático, tienen una vida de entre 6 a 7 años. Durante ese período producen millones de larvas, llamadas microfilarias que circulan por el torrente sanguíneo. El mosquito que pica a un infectado, inicia la propagación, convirtiéndose en el vector de propagación de las larvas, provocando la transmisión de la enfermedad.
La Elefantiasis no es una enfermedad contagiosa entre las personas. Esto es muy importante a tener en cuenta a la hora de relacionarnos con personas que padecen elefantiasis. Evitar la estigmatización social, facilita los efectos de los tratamientos para la enfermedad.
síntomas de la elefantiasis
En muchos casos la infección por filariasis linfática puede presentarse como asintomática, pero no tratada oportunamente suele provocar daños en el sistema linfático y a nivel del sistema renal.
Cuando la enfermedad adquiere un carácter crónico, provoca un considerable engrosamiento de la piel y de los tejidos subyacentes. Esta hipertrofia de los tejidos es el resultado de la obstrucción de los canales linfáticos, manifestándose fundamentalmente en los brazos y las piernas. En los varones pueden aparecer los síntomas con una profunda hinchazón del escroto. La inflamación de los tejidos puede venir acompañada, en algunos casos, de ulceraciones en la piel, dolores y procesos febriles.
La elefantiasis es una enfermedad, que, en su etapa crónica, es muy desfigurante, como consecuencia de ese crecimiento desmesurado de los tejidos en las piernas y en los brazos. Esto trae aparejado serios trastornos de sociabilización. En algunas comunidades, las personas que sufren elefantiasis son estigmatizadas.
Prevención y tratmiento de la elefantiasis
No existe, hasta el momento, cura para la elefantiasis. Los tratamientos están direccionados a combatir los síntomas de esta enfermedad. Las larvas o microfilarias son detectadas en sangre entre los 8 y los 12 meses de contraída la enfermedad.
Por un lado, se recurre a los masajes y ejercicios físicos. Con esto se busca mejorar la circulación de la linfa. Esto permite reducir la hinchazón. Ciertas medidas de higienes, como lavar las zonas afectadas con agua limpia y jabón, ayudan también a combatir los síntomas de la elefantiasis. El tratamiento de la hinchazón y las deformaciones producidas por esta enfermedad sólo es posible una vez que se ha eliminado el parásito del cuerpo.
El otro aspecto a combatir es la infección propiamente dicha y esto se realiza por medio de la aplicación, al paciente infectado, de antibióticos, que, si bien no matan al gusano adulto, evitan su propagación hasta que el gusano ha cumplido su ciclo de vida y muere. Los antibióticos más utilizados son albendazol, combinado con ivermectina. En algunas partes del mundo se utiliza dietilcarbamazina.
La Organización Mundial de la Salud, ha recomendado para aquellas zonas consideradas de riesgo, el tratamiento preventivo masivo a toda la población, utilizando una dosis anual de albendazol. Esto ha disminuido considerablemente la propagación de esta enfermedad deformante, al evitar el desarrollo de las microfilarias, las larvas que son transportadas por el mosquito. De esta manera se intenta romper el ciclo de transmisión en aquellas zonas donde la enfermedad adquiere carácter endémico.
La cirugía, en aquellos casos en que la inflamación de los tejidos es muy importante, es sólo recomendada cuando se presenta en el escroto de los varones.
La prevención más importante es aquella que se vincula con evitar la picadura del mosquito. El uso de repelentes, combatir la acumulación de aguas estancadas donde se desarrollan las larvas del vector. También es importante el uso de ropa adecuada para evitar las picadoras, así como proteger las viviendas con telas mosquiteras. Para aquellos que, por distintas razones, deban viajar a países considerados de riesgo, tomar todos los cuidados necesarios para evitar las picaduras del mosquito vector, ya que no existe una vacuna preventiva para la elefantiasis.
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