El embarazo ectópico es aquel que se desarrolla fuera del útero, cuando erróneamente el óvulo fecundado no realiza su recorrido completo y se aloja en una de las trompas de Falopio, en un ovario, en el cuello uterino o en la cavidad abdominal. Se trata de una alteración en la fisiología de la reproducción humana que puede conllevar a la muerte tanto del feto como de la madre de no ser detectada y tratada tempranamente.
Un embrión no puede creer normalmente fuera del útero. Por el contrario, su formación en el área extrauterina puede producir severos daños a las trompas y otras estructuras. Por tanto, el embarazo ectópico no puede llevarse a término, sino que debe ser tratado con medicación o cirugía, según amerite el caso.
¿Cómo se diagnostica el embarazo ectópico?
El embarazo ectópico es una emergencia médica pero con síntomas que pueden llegar a confundirse con los de un embarazo normal, por lo que es difícil de diagnosticar apenas inicia. Sin embargo, hoy es determinado con facilidad gracias al estudio en la sangre de la hormona gonadotropina coriónica y la realización de la ecografía transvaginal o prueba de ultrasonido, a través de la cual se examinan exhaustivamente las trompas y el útero, y se confirma la condición.
El médico puede tener la sospecha de un embarazo ectópico por la manifestación de un bulto o un intenso dolor abdominal, durante la primera evaluación médica prenatal.
Síntomas del embarazo ectópico
Inicialmente los síntomas más comunes son dolor abdominal y sangrado vaginal. En algunos casos se suman ausencia de la menstruación, nauseas, vómitos, sensibilidad o dolor en los pechos, lo que puede parecer normal si la prueba de embarazo ha dado positiva. Más, cuando ya se ha producido la ruptura de la trompa, aparecen señales a las que sin duda hay que prestar atención:
- Dolor en el abdomen o pelvis: Leve, de un lado o de ambos, intermitente, persistente o intenso. Se agudiza al realizar algún esfuerzo físico o al toser.
- Hemorragia vaginal: La sangre es roja intensa o marrón, como cuando ya se seca, y espesa.
- Molestia en los hombros: La hemorragia interna irrita los nervios que van hacia los hombros y esto produce un intenso dolor, en especial cuando se está acostada sobre uno de ellos.
- Pulso débil o acelerado: Al producirse la ruptura de la trompa, se genera una hemorragia y con ella una serie de signos que alertan, pulso débil, mareo, palidez, sudor frío, desmayos, todo debido a la pérdida de sangre.
Factores de riesgo y causas del Embarazo ectopico
Cualquier mujer está propensa a sufrir un embarazo ectópico, pero existen mayores riesgos en aquellas que han pasado infecciones o procesos inflamatorios de su aparato reproductor, producto de enfermedades de transmisión sexual no tratadas, tales como la clamidia. También en quienes padecen endometriosis, por presentar en trompas, ovarios e intestinos, tejidos como los que normalmente recubren el interior del útero.
Son proclives igualmente las mujeres que han sido sometidas a ligadura de trompas para la esterilización o a cirugías para revertir su efecto. También las que han sufrido antes un embarazo ectópico. Otros factores de riesgo o causales del trastorno son:
- El consumo de cigarrillos.
- La mala utilización de dispositivos intrauterinos u otros métodos anticonceptivos.
- Problemas de infertilidad.
- La avanzada edad, las mujeres mayores de 35 años comienzan a sufrir cambios físicos que afectan las funciones de sus órganos, incluyendo el reproductor.
Tratamiento del embarazo ectópico
En todos los países, incluyendo aquellos en los que el aborto es restringido, son tratados los embarazos ectópicos o extrauterinos, por ser causal de muerte. Y aunque es un trastorno poco común (el 2% de todos los embarazos), debe garantizarse la vida de la madre por sobre la de un embrión que en ningún caso llegará a desarrollarse completamente, al no contar con el espacio ni las condiciones necesarias para la vida.
Una vez detectado el embarazo ectópico, el tratamiento estará determinado por el tamaño del embrión y los síntomas presentados. Si el embrión es pequeño, bastará con la inyección intramuscular del medicamento llamado Metotrexato, que impide el crecimiento de las células de la placenta y-por ende-interrumpe el embarazo. En este caso el embrión es reabsorbido por el cuerpo. El medicamento debe ser suministrado por especialistas, quienes además harán un seguimiento a través de pruebas de sangre y evaluación física para garantizar que el embarazo ectópico haya acabado y la salud de la madre sea la deseada.
Ahora bien, cuando el embarazo está avanzado y no se puede tomar el medicamento por alguna contraindicación (dolores intensos y hemorragias internas), la mujer es candidata a cirugía bien sea por laparoscopia o intervención quirúrgica tradicional.
La tecnología laparoscópica permite, a través de una pequeña incisión, introducir una cámara, extraer el embrión, conservar, reconstruir o quitar la trompa. Pero no es útil cuando el embrión es demasiado grande o cuando la trompa está muy dañada. En este caso deberá recurrirse a una cirugía abdominal mayor.
El tiempo de recuperación de una u otra intervención dependerá de cada persona, la cicatrización física y también emocional. Perder un embarazo no es sencillo para la madre e inclusive para el padre, ambos sufren un sentimiento de culpa, reproches e inclusive miedos que han de superar.
Lo bueno es que tras haber tenido un embarazo ectópico pueden llegar a concebirse nuevos embarazos, siempre y cuando se tomen en cuenta los cuidados médicos básicos, incluyendo a aquellas mujeres a quienes se les ha extirpado una trompa, pues todavía les queda una para poder hacerse madres.
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