Hay enfermedades que podrían catalogarse como “caprichosas”, porque se manifiestan de forma distinta en cada persona. Una de ellas es la esclerosis múltiple, que afecta de forma crónica al sistema nervioso central.
La esclerosis múltiple no se contagia, no se hereda, no es mortal y afecta generalmente a los jóvenes entre 20 y 30 años, incluso es la patología neurológica más común en este grupo etario. Generalmente, cuando aparece la enfermedad, la persona se encuentra en el inicio de su vida laboral, de sus proyectos, por lo que pueden sufrir cuadros altamente depresivos.
Las fibras del sistema nervioso central están envueltas y protegidas por un material que contiene grasas y proteínas, que se denomina mielina. Ésta se encarga de facilitar la conducción de los impulsos eléctricos entre las fibras nerviosas.
Cuando alguien sufre de esclerosis múltiple, la mielina se pierde en varias zonas, lo que ocasiona el desarrollo de unas cicatrices conocidas como placas de desmielinización. Si la mielina se destruye o se lesiona, se interrumpe la función de los nervios para conducir impulsos eléctricos desde y hacia el cerebro, y es entonces cuando aparecen los síntomas. Aunque se desconocen las causas concretas de la enfermedad, se sabe que es autoinmune.
Incidencia de la Esclerosis múltiple
Estadísticas de la Sociedad española de neurología, señalan que la esclerosis múltiple afecta a unas 47 mil personas en España, 700 mil en Europa y a 2,5 millones en todo el mundo. Un 70% de los casos se manifiestan en individuos entre los 20 y 40 años de edad. Afecta entre 36 a 40 de cada 100 mil individuos.
Sólo en España anualmente se diagnostican 1.800 nuevos casos y se da con más frecuencia (más del doble) en mujeres que en hombres. Se estima que cientos de miles de individuos permanecen sin diagnosticar, y muchas vidas se ven afectadas indirectamente, a través del cuidado a un paciente con esclerosis múltiple.
El último miércoles de mayo se celebra el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple. En esta fecha la comunidad global afectada por la patología comparte historias, sensibiliza y hace campaña al respecto.
Síntomas de la esclerosis múltiple
Las señales más comunes de que se padece esclerosis múltiple son cansancio, visión doble o borrosa, problemas del habla, temblor en las manos, debilidad en los miembros, pérdida de fuerza o de sensibilidad en alguna parte del cuerpo, vértigo o falta de equilibrio, sensación de hormigueo o entumecimiento, fallas en el control urinario y dificultad para caminar o coordinar movimientos.
Cuando comienza la enfermedad, los signos aparecen en forma de brotes y el paciente suele recuperarse rápidamente. En otros casos, las señales de la esclerosis múltiple tardan mucho en mostrarse. Como señalamos al principio, la patología se presenta de forma diferente en cada quien, pero la mayoría de los pacientes presentan más de un síntoma.
En las molestias relacionadas con la vista se suelen mezclar visión borrosa, visión doble, neuritis óptica, movimientos oculares rápidos e involuntarios, e incluso pérdida total de la visión.
En la parte motora experimentan pérdida de equilibrio, temblores, inestabilidad al caminar, vértigos y mareos, torpeza en una de las extremidades y falta de coordinación. También debilidad en las piernas y rigidez muscular.
La sexualidad también se ve comprometida con padecimientos como la impotencia, disminución de la excitación, pérdida de sensación placentera y sensibilidad al calor.
Algunos pacientes con esclerosis múltiple sufren trastornos cognitivos como falta de concentración, discernimiento o razonamiento.
Tratamiento de la Esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple no tiene cura, por lo que el tratamiento va dirigido a controlar los síntomas y a prevenir la discapacidad neurológica a largo plazo.
Los tratamientos más recientes incluyen el uso de fármacos como el interferón beta en inyecciones, que reduce la frecuencia de las recidivas. Otras drogas que están en investigación son otros tipos de otros interferones, mielina oral y copolímero 1, que al parecer ayudarán a evitar que el organismo ataque a su propia mielina.
Para los síntomas agudos generalmente se administran por corto tiempo corticosteroides como la prednisona o la metilprednisolona. Por mucho tiempo estos medicamentos han constituido la terapia de elección.
Estar recuperado de una esclerosis múltiple significa que desaparecieron los síntomas parciales o totalmente, lo que puede durar semanas, meses e incluso años.
El paciente debe acudir al psiquiatra, al psicólogo, al fisioterapeuta o a cualquier profesional que pueda ayudar a superar los trastornos asociados como depresión y pérdida de movilidad.
Pronóstico
Son muchos los avances que la medicina ha obtenido durante los últimos años sobre la esclerosis múltiple, por lo que hoy el diagnóstico es más precoz y el tratamiento es cada vez más individualizado. Aún no se descubre la cura, pero un gran número de pacientes lleva conviviendo más de 15 años con la enfermedad sin presentar discapacidad importante, por lo que se puede llegar a llevar una vida normal. A pesar de esto, la esclerosis múltiple sigue siendo una afección grave ya que es la causa más importante de discapacidad no traumática en el adulto joven.
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