La hemólisis es básicamente la descomposición de eritrocitos (glóbulos rojos), que provoca una liberación de la hemoglobina en el torrente sanguineo, asociada con daños renales y otras enfermedades. Por lo general, los glóbulos rojos viven entre 110 y 120 días. Posteriormente, se destruyen de manera natural y son eliminados de la circulación por medio del bazo.
Sin embargo, existen patologías y procesos orgánicos que hacen que los glóbulos rojos se descompongan más pronto de lo normal, “exigiendo” a la médula ósea la producción de más glóbulos, llegando incluso a sobrepasar su capacidad. Cuando, por una u otra razón, el cuerpo no puede reponer esos glóbulos perdidos, se produce anemia aguda, uno de los principales indicios de la crisis hemolítica.
Algunas afecciones vinculadas a la hemólisis son:
- Reacciones inmunitarias
- Falta de ciertas proteínas en los glóbulos rojos
- Infecciones
- Efectos secundarios de algunos medicamentos
- Toxinas y venenos
- Tratamientos (hemodiálisis)
- Reacciones a transfusiones de sangre
Síntomas de la hemólisis
Hay señales que indican la presencia de hemólisis y lo de ideal es atenderlas de inmediato para evitar complicaciones. Los síntomas son similares a los de la anemia: fatiga, palidez en la piel y expulsión de orina de color rojiza o marrón, por lo que es de suma importancia valorar todas las reacciones para evitar diagnósticos errados que conduzcan a un mal tratamiento.
Otras molestias comunes son: cambios frecuentes de humor, debilidad, cansancio, migraña, poca concentración, coloración azulada en la esclerótica de los ojos, resquebrajamiento de las uñas, mareos al caminar, inconvenientes para respirar y dolor en la lengua.
Al detectarse la hemólisis, es necesario hospitalizar al paciente, suministrarle oxígeno, realizar transfusiones de sangre y una serie de exámenes médicos como pruebas sanguíneas, hemogramas o conteo sanguíneo completo, prueba de Coombs, haptoglobina, hemoglobina y orina, así como tomografías computarizadas del abdomen o riñón, ecografías renales y/o abdominales.
Los bioanalistas deben tener mucho cuidado al manipular las muestras de sangre porque de eso dependerán los resultados.
La hemólisis produce la liberación de la LDH (deshidrogenasa láctica) hacía el líquido orgánico, por lo que los exámenes pueden arrojar resultados erróneos como una elevación de la LDH. Por eso se hace hincapié en la forma adecuada de tomar la muestra de sangre en el laboratorio, el tiempo que tardan en llegar, las condiciones en las que se transportan y cómo se procesan; porque los resultados deben ser muy exactos, de lo contrario, pueden causarle un mayor daño al paciente al diagnosticar un trastorno sanguíneo errado.
Hemólisis en los recién nacidos
En los bebés recién nacidos se puede presentar la hémolisis por incompatibilidad de grupos sanguíneos, porque en la sangre circulan anticuerpos maternos que atacan los glóbulos rojos del niño. Esta enfermedad se puede detectar durante las primeras 24 horas de vida de la criatura.
Los principales grupos sanguíneos son el A, B y O y se diferencian por la presencia de moléculas que están en la superficie de las células de la sangre. Estas moléculas son reconocidas como extrañas si se ponen en contacto con grupos sanguíneos diferentes.
Un ejemplo de hemólisis puede ser el caso donde una mujer embarazada tenga el grupo de sangre O y puede tener anticuerpos anti-A y anti-B. Si el feto tiene un grupo A, B o AB los anticuerpos de la madre pasan al bebé a través de la placenta y producen la destrucción de sus glóbulos rojos.
Otro caso de hemólisis es cuando se produce una afección porque la embarazada tiene sangre Rh negativa y el feto Rh positiva (el padre debe ser Rh positivo). Durante el embarazo los glóbulos rojos del feto pueden pasar al torrente sanguíneo de la madre por la placenta; el sistema inmunitario de la madre reconoce como extraños los hematíes del feto y crea anticuerpos (anti-Rh positivos) contra ellos, que pueden atravesar la placenta, llegar al feto y destruir los glóbulos rojos del bebé (hemólisis).
Si la madre no ha tenido embarazos previos ni abortos, el bebé no se ve afectado (en el primer embarazo a la madre no le da tiempo generar los anticuerpos). La incompatibilidad Rh surge a partir del segundo embarazo, causando una intensa hemólisis.
El tratamiento indicado para los bebés que resultan afectados son: una hidratación correcta y fototerapia (exponer al bebé a una luz ultravioleta para ayudarlo a eliminar el exceso de bilirrubina). Cuando la afección es leve, la recuperación es total y no deja secuelas en el bebé.
La hemólisis es una afección que también se puede presentar en los animales, con un cuadro muy similar al del humano, y su diagnóstico también dependerá de un análisis muy preciso de la muestra de laboratorio.
más destructores de glóbulos rojos
- Anomalías genéticas dentro de los glóbulos. Tal es el caso de la anemia drepanocítica, talasemia y deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa.
- Exposición a ciertos químicos, fármacos y toxinas
- Infecciones
- Presencia de coágulos de sangre en vasos sanguíneos
- Transfusión de un donante no compatible
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