Después de la cesárea, la histerectomía es la operación más común en ginecología. Consiste en la extirpación total o parcial del útero, las trompas de falopio y/o los ovarios. Se práctica cuando hay cáncer, fibromas, hemorragias, infecciones de alto impacto, prolapsos severos, endometriosis y otras patologías que atentan contra la salud de la mujer.
Con la realización de la histerectomía desaparece la menstruación y la opción de quedar embarazada. De allí, que este procedimiento debe ser la última opción a considerar al momento de plantear un tratamiento para problemas ginecológicos, a menos que sea realmente necesario.
La extracción de los ovarios y la esterilización consecuente pareciera no estar indicada a ninguna edad. Las investigaciones y bibliografías recientes sugieren que deben conservarse los ovarios para evitar enfermedades y la mortalidad frecuente, a expensas de un reducido aumento en el riesgo de cáncer de ovario y de mama.
Causas de una histerectomía
Existen muchas razones por las cuales una mujer puede necesitar una histerectomía. En casos de afecciones graves, que no ceden a métodos convencionales, esta intervención puede ser la alternativa para poner fin a los distintos malestares que afectan el útero. Algunas indicaciones son:
- Miomas: Tumores benignos, que se desarrollan en el músculo uterino. En general no presentan síntomas, pero en ciertas situaciones originan sangrado, dolor y compresión de los órganos vecinos, por sus exageradas dimensiones.
- Dolor pélvico: Está asociado a muchas causas. La irritación de los órganos pélvicos, que produce adherencias o cicatrices, es la más habitual. Esta situación puede deberse a endometriosis, infecciones, inflamaciones o lesiones severas. Cuando hay diagnósticos de ese tipo, es muy probable que se indique una histerectomía.
- Endometriosis: Enfermedad que se presenta cuando el endometrio crece fuera del útero y sobre órganos adyacentes. Ocasiona fases menstruales muy dolorosas e infertilidad. Puede conllevar a realizar una histerectomía, siempre que la paciente no desee embarazarse en un futuro.
- Hemorragia uterina anormal: Es un sangrado anormal y abundante, que viene del útero. Puede surgir como consecuencia de miomas, cambios hormonales, infección del útero o cáncer.
- Prolapso uterino: Cuando el útero se desplaza de su lugar hacia la vagina debido a la debilidad y ensanchamiento de los ligamentos y de los tejidos pélvicos. Habitualmente la cirugía para corregir el prolapso conlleva a una histerectomía, no por enfermedad del útero, sino para corregir el descenso.
- Cáncer o presencia de un tumor maligno: Según el tipo de cáncer ginecológico, la histerectomía es la única opción. A diferencia de otras enfermedades, que permiten cirugías alternativas para mantener el útero, en el cáncer pareciera no haber otra solución, especialmente si se encuentra en estados avanzados.
Tipos de histerectomía
Como se dijo, la histerectomía es una palabra compuesta que conlleva a la extracción quirúrgica (ectomía) del útero (histeros). Existen distintos tipos o mecanismos por los cuales es posible llevarla a cabo. Según el tipo de abordaje se divide en:
- Vaginal: El útero es extraído fuera de la vagina. Con esto se evita una herida abdominal, se reduce el dolor y la posibilidad de una infección en la herida.
- Abdominal: Se realiza una incisión abdominal en el mismo lugar por donde se suele efectuar la de una cesárea. Aunque es más pequeña, no deja de tener unas dimensiones importantes, por lo que el reposo y los cuidados deben ser más exhaustivos.
- Laparoscópica: Es una cirugía mínimamente invasiva, que se ejecuta a través de un monitor, utilizando un instrumento quirúrgico llamado laparoscopio. Se conecta una pequeña cámara que cuenta con una luz en su extremo, que permite al cirujano observar el interior de la cavidad abdominal sin la necesidad de hacer grandes heridas. Mediante unos pequeños orificios en el abdomen se retira el útero por la vagina, o en trozos a través de los orificios. Esta práctica se hace si no es posible realizar la cirugía por vía vaginal, y para evitar hacerla por vía abdominal.
Otras clasificaciones
Dependiendo de la resección uterina, la histerectomía puede ser parcial, que implica la extracción del cuerpo uterino, sin tocar el cuello, o total, que amerita la extracción del órgano en su conjunto.
En otros casos, puede practicarse una histerectomía con conservación de anexos, en la que solo se retira el útero y se dejan los ovarios y las trompas.
Una histerectomía puede ser simple, si se aplica para enfrentar patologías benignas, o radical, que se refiere a una cirugía extensa y complicada que puede requerir incluso la eliminación de la zona superior de la vagina y el tejido linfático local. Se usa cuando hay evidencia de cáncer uterino.
Riesgos del procedimiento
Como toda cirugía mayor, la histerectomía no está exenta de riesgos como contaminación, pero también puede conllevar problemas provocados por la anestesia, ya que para ejecutarla se requiere el suministro de anestesia general, que puede desencadenar irritabilidad, cansancio, dolor de cabeza, frío y náuseas. De igual modo, puede derivar sangrados o hemorragias.
Efectos secundarios de la Histerectomía
Después de una histerectomía, es necesario supervisar que no ocurran alguno de los siguientes efectos:
Físicos: Si no se extraen los ovarios, continúan los cambios hormonales como si existiera la menstruación, aunque sin presencia de regla. Si se eliminan, los cambios son análogos a los de la menopausia: sofocos, sequedad vaginal, sudoración e irritabilidad, por lo que se prescriben tratamientos hormonales.
Emocionales: Se observan cuadros depresivos, baja de la autoestima y pérdida de valor al asociar la histerectomía con el fin de la fecundación, o con la percepción de estar incompleta.
Dañosa órganos cercanos: Existe la posibilidad durante la intervención de lastimar algún órgano inmediato. Por eso, esta cirugía debe practicarla un especialista.
Más secuelas
Otros signos que pueden evidenciarse tras la operación son resequedad vaginal, molestias asociadas con enfermedades cardíacas, reducción de la vagina y sangrado.
Como factor positivo, hay que mencionar que un buen número de mujeres manifiestan mejoras en su vida sexual tras la histerectomía, y se liberan de los problemas que aquejaban su salud.
Sin embargo, y pese a estar claras las razones para proceder a efectuar una histerectomía, debe evaluarse muy bien su aplicaciones en mujeres jóvenes, quienes seguidamente comenzarán a percibir los síntomas de la menopausia e incluso se hacen propensas a osteoporosis. Lo conveniente será siempre intentar salvar el ovario, siempre que esté sano.
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