El ibuprofeno es un medicamento que funciona como antiinflamatorio no esteroideo (AINE), y es muy utilizado como analgésico y antipirético. Es uno de los más consumidos a nivel mundial por sus múltiples indicaciones.
Migraña, odontalgia, cuadros febriles, dismenorrea primaria, dolores postquirúrgicos y neurológicos, molestias menstruales y alteraciones muscoloesquléticas como lumbago, bursitis, tendinitis, esguinces y torceduras, entre otras, suelen ser abordadas con ibuprofeno.
Igualmente, se usa para aliviar dolencias asociadas con artritis, artritis gotosa y artritis reumatoide (AR).
Su utilización se ha masificado de tal manera, que en países como Japón es aplicado para reducir el acné en personas adultas, gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
Además, se ha demostrado la eficacia del ibuprofeno en el tratamiento de artritis idiopática juvenil, espondilitis anquilopoyética, ductus arterioso persistente y pericarditis.
Asimismo, está científicamente comprobado que el ibuprofeno ayuda a solventar inflamaciones no neumáticas como sinovitis y capsulitis, y otro tipo de lesiones de carácter inflamatorio, generadas por causas deportivas o traumáticas.
Dosis recomendada de Ibuprofeno
La cantidad recomendada de ibuprofeno es de 1200 miligramos (mg) diarios en adultos, pero dependerá del tipo de afección. Algunos especialistas sugieren no sobrepasar los 600 miligramos cuando se utiliza para reducir dolores leves. Como antiinflamatorio, se suele indicar la ingesta de 1.200 a 1.800 miligramos por día. En algunos casos de osteoartritis o artritis reumatoide, se pueden requerir hasta 3200 miligramos en dosis divididas, pero debe ser el médico quien prescriba la toma.
Si se emplea como antipirético y/o analgésico, lo más adecuado es consumir de 400 a 600 mg cada cuatro o seis horas, tomando en cuenta la intensidad del cuadro, así como la respuesta orgánica del enfermo.
Como antidismenorreico, el tratamiento con ibuprofeno debe iniciarse apenas comience el dolor. La dosis usual es, igualmente, de 400 a 600 mg cada cuatro o seis horas, de acuerdo a los síntomas presentados por el paciente.
Para los niños, la cantidad más ajustada es de 5 a 10 mg por kilo, en un lapso de seis a ocho horas. No se debe exceder de 30 miligramos por kilo en un día. Sin embargo, no es el medicamento más adecuado para los infantes menores de 12 años.
Esta medicina está contraindicada durante el embarazo, especialmente en el último trimestre de gestación. En el período de lactancia, el ibuprofeno pasa en bajas concentraciones a la leche materna, por lo cual no es necesario interrumpir su toma en esta fase. De cualquier modo, conviene consultar al médico de cabecera.
Contraindicaciones del ibuprofeno
No suele indicarse ibuprofeno a los individuos que padezcan o hayan padecido de asma, urticaria, rinitis, pólipos nasales o angioedema. Tampoco a quienes posean antecedentes de hemorragia gastrointestinal o perforaciones relacionadas con otros tratamientos.
El ibuprofeno se absorbe de forma parcial por vía oral. A pesar de que algunos alimentos pueden reducir la velocidad de procesamiento, no afectan la cantidad absorbida. Su mezcla con L-arginina acelera el proceso. En suministros por vía rectal, la absorción del medicamento es irregular y lenta.
Suele comenzar a dar resultados positivos a los 30 minutos de haberse ingerido.
Efectos secundarios
En las especificaciones del ibuprofeno, se detalla que puede generar algunos efectos secundarios tales como náuseas, fiebre, aumento de peso de forma inexplicable, pérdida del apetito, ampollas, dolor de espalda, sarpullido, urticaria, comezón y dificultad para tragar o respirar.
También, se han registrado testimonios de pacientes que experimentan hinchazón en los ojos, labios, cara, garganta, lengua, manos, brazos, tobillos, pies o pantorrillas.
Otras reacciones adversas pueden ser ronquera, coloración amarillenta en la piel u ojos, dolor intenso en la parte superior derecha del abdomen, síntomas similares a los de la gripe, palidez, latidos rápidos del corazón, cansancio excesivo y problemas de la visión.
Se ha demostrado que puede generar inconvenientes o ardor al orinar, dolor o enrojecimiento de los ojos, micción constante, orina turbia, sanguinolenta o descolorida, cefalea, rigidez en la zona del cuello, confusión o agresividad.
A lo largo de los años, se han realizado varios estudios en los cuales se ha probado que el uso desproporcionado o en excesivo del ibuprofeno incrementa las posibilidades de sufrir derrame cerebral, patologías gastrointestinales o cardiacas, así como daños en el intestino delgado.
Aunque parezca un fármaco inofensivo, con un uso altamente demandado, es importante no recurrir a la automedicación. Su utilización debe ser controlada y asesorada por especialistas en medicina. Hasta ahora, sigue siendo un medicamento de venta libre.
Procedencia del ibuprofeno
El ibuprofeno fue descubierto por Steward Adam, Andrew RM Dunlop, John Nicholson, Colin Burrows, y Jeff Bruce Wilson. Fue patentado en 1961.
Ocho años más tarde, en 1969, fue lanzado en el mercado del Reino Unido como medicamento para tratar la artritis reumatoide, y cinco años después se comenzó a vender en Estados Unidos.
Tanta ha sido su efectividad, que el ibuprofeno se encuentra en el listado de los medicamentos indispensables, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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