Cuando la piel, las mucosas y la conjuntiva de los ojos toman un color amarillento, se habla de ictericia. No es una enfermedad, sino un indicativo de la presencia de patologías hepáticas, cálculos biliares, tumores en el páncreas o síndrome de Gilbert. Todas estas afecciones arrojan una alteración en el metabolismo de la bilirrubina, que provoca que este pigmento producido por la bilis se acumule en los tejidos y en la sangre, causando ictericia. En ocasiones suele ir acompañada de coluria (orinas de color muy oscuro por la presencia de bilirrubina en la orina) y acolia (heces muy claras por la ausencia de pigmentos derivados de la bilirrubina).
En los recién nacidos, especialmente en los prematuros, es muy frecuente. Ocurre por “fallas” en los mecanismos de transformación de la bilirrubina en el hígado y suele mantenerse durante dos semanas, siempre que no exista una condición asociada.
La bilirrubina es la sustancia que se genera cuando hay reemplazo de glóbulos rojos en el organismo. El hígado es el encargado de descomponerla para expulsarla a través de las heces, pero cuando ese proceso se altera, la bilirrubina se concentra en el torrente sanguíneo y produce ictericia. El nivel normal de bilirrubina es de 0,3-1 mgr/dl y se mide a través de una analítica sanguínea.
Síntomas de la ictericia
La presencia de ictericia despierta sospechas sobre problemas en el hígado o en la vesícula biliar. En el caso de los neonatos, el primer procedimiento clínico es la medición de la bilirrubina y el descarte de eritroblastosis fetal y anemia hemolítica, dos trastornos que ocurren cuando se descomponen más glóbulos rojos de lo habitual. Sin embargo, la ictericia puede ser síntoma de otras patologías:
- Cirrosis
- Hepatitis
- Estrechamiento anormal del conducto biliar común (estenosis biliar)
- Cáncer del páncreas o de la vesícula biliar
- Hiperbilirrubinemia indirecta o no conjugada
- Hemólisis
- Sobreproducción de bilirrubina
- Ictericia fisiológica
- Síndrome de Lucey-Driscoll
- Ictericia de la leche materna
- Síndrome de Crigler.Najjar (I y II)
- Ingesta de ciertos medicamentos
- Hipotiroidismo
- Tirotoxicosis
- Hiperbilirrubinemia directa o conjugada
- Síndrome de Rotor
- Síndrome de Dubin-Johnson
- Quistes del colédoco
- Colestasis intrahepática recurrente benigna
- Colestasis del embarazo
- Abuso de etanol
- Infección viral
- Cirrosis biliar primaria
- Colangitis esclerosante primaria
- Enfermedad pancreática
- Trastornos infiltrativos
- Complicaciones postoperatorias
- Enfermedad renal
- Sepsis
Ictericia en los bebés
Después del nacimiento se pueden evidenciar dos tipos de ictericia: La ictericia por lactancia, que se produce cuando hay una mala alimentación o dificultades para amamantar, y la ictericia de la leche materna, que suele originarse cuando las sustancias de la leche interfieren en la descomposición de la bilirrubina. Ambas variantes son inofensivas. La ictericia realmente grave puede producirse cuando hay incompatibilidad del grupo sanguíneo, sangrado por debajo del cuero cabelludo, niveles altos de glóbulos rojos, deficiencia de enzimas, infecciones congénitas (rubéola, sífilis) o hipoxia. En cualquier caso, es importante vigilar si la ictericia se mantiene y con qué rapidez se incrementan los valores de bilirrubina. Para ello se puede recurrir al conteo sanguíneo completo, a la prueba de Coomb o al conteo de reticulocitos.
Cuidados para un bebé con ictericia
- Se debe mantener hidratado con leche materna o leche maternizada (fórmula).
- Es necesario alimentarlo unas 12 veces al día para promover la eliminación de bilirrubina por las heces.
- En algunos casos se emplean luces azules especiales que aceleran el proceso de descomposición de la bilirrubina. La técnica se denomina fototerapia y para llevarla a cabo, el pequeño se coloca debajo de la luz en una incubadora.
- En los casos más graves de ictericia, se debe realizar una exanguinotransfusión para reemplazar la sangre.
¿Puede haber complicaciones?
Aunque es muy poco frecuente, un nivel muy alto de bilirrubina puede provocar parálisis cerebral o sordera. Lo conveniente es que el recién nacido sea evaluado entre las primeras 48 y 96 horas de vida, las veces que el médico considere necesario. Se deben reforzar las medidas cuando la ictericia va acompañada de fiebre y apatía para comer. El monitoreo durante los primeros cinco días de vida puede prevenir la mayoría de las complicaciones.
Tratamiento de la Ictericia
No en todos los casos de ictericia se aplica tratamiento. Los pacientes que experimenten hiperbilirrubinemia no conjugada hereditaria, por ejemplo, no lo requieren. Cuando hay obstrucción de vías biliares se suele drenar la bilis para aliviar el prurito, disminuir los riesgos y eliminar la causa de obstrucción. En líneas generales, la ictericia desaparece cuando se ataca la patología que la produce. Como se ha dicho, no es una enfermedad, sino el indicio de una enfermedad que debe tratarse adecuadamente.
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