Un bajón de orina durante el desempeño de una actividad cotidiana es, probablemente, una de las situaciones más incómodas que cualquiera podría enfrentar. Eso precisamente le ocurre a quienes padecen de incontinencia urinaria, una condición que genera en el afectado unas ganas repentinas e imperiosas de orinar, sin poder controlarlas.
La incontinencia urinaria puede presentarse en cualquier momento: al toser, estornudar, reír, al realizar algún ejercicio e, incluso, durante el acto sexual. Implica inconvenientes de higiene, además de las consecuencias psicológicas y emocionales que impiden a la persona tener calidad de vida.
Sin embargo, la incontinencia urinaria es una enfermedad subyacente, que consiste en la perturbación de la fase de llenado vesical, como consecuencia de otras afecciones. Es mucho más frecuente en mujeres, niños y ancianos, siendo especialmente susceptibles los mayores de 65 años.
Causas de la incontinencia urinaria
Soltar orina de forma involuntaria es la consecuencia de una mayor presión ejercida por la vejiga, que la que realiza la uretra. Este trastorno puede suscitarse debido a:
- Daños neurológicos.
- Inconvenientes con el esfínter externo o flacidez de los músculos del suelo pélvico.
- Lesiones en la zona pélvica o fallas en el esfínter interno ante una relajación inadecuada.
diagnóstico de la Incontinencia urinaria
Ante la sospecha de incontinencia urinaria, el afectado debe acudir a un especialista para confirmar si es, efectivamente, involuntaria, qué trastornos de las vías urinarias estarían provocándola, o si existen factores externos desencadenantes.
La evaluación médica suele incluir preguntas sobre antecedentes personales, análisis de sangre, un examen de sensibilidad perianal, estudios radiológicos y también urodinámicos. Asimismo, urge descartar enfermedades neurológicas, cirugías que hayan dañado el tracto urinario y consultar la medicación que ingiere el paciente, ya que algunos fármacos pueden producir la incontinencia urinaria o agravarla si ya la tiene. Otros estudios a requerir pueden ser:
- Radiografía de abdomen: permite verificar la existencia de litiasis vesicular, una causa de la incontinencia urinaria de urgencia, sobre todo cuando el afectado tiene problemas en la próstata.
- Urografía intravenosa: Estudia la morfología y el adecuado funcionamiento del tracto urinario superior.
- Ecografía vesicoprostática: Descarta la existencia de tumores u obstrucciones.
- Exámenes urodinámicos: Sirve para revisar el funcionamiento de las vías urinarias inferiores cuando estas se llena y vacían.
Tratamiento de la Incontinencia urinaria
Para quien sufre de incontinencia urinaria, es de vital importancia controlar la cantidad de líquidos que ingiere y evitar una excesiva retención de orina. Se recomienda disminuir el consumo de sopas, guisos o hervidos, ya que aportan una mayor cantidad de agua. Es mejor inclinarse por alimentos asados y, aunque no se debe abusar, de vez en cuando también fritos.
No se debe tomar en exceso sustancias como agua, leche, alcohol o infusiones. Como es lógico, tienden a incrementar la formación de orina. Vale más ingerirlos durante la mañana y reducir la cantidad paulatinamente conforme avance el día. Cuando se trata de niños con incontinencia urinaria, conviene que cenen temprano.
El tratamiento farmacológico está orientado a que la vejiga pueda distenderse sin contraerse, y que la uretra esté cerrada durante el proceso de llenado. Por lo general, el médico receta anticolinérgicos, que si bien son muy útiles, pueden generar efectos adversos severos como sequedad en la boca, taquicardia y excitación.
Los medicamentos anticolinérgicos no deben ser utilizados por pacientes con glaucoma o arritmias cardiacas. Muchas veces pueden ser cambiados por el especialista si interfieren en la calidad de vida del paciente. Los habituales son la oxibutinina, el flavoxato y la metantelina.
Una intervención quirúrgica es una alternativa eficaz a la incontinencia urinaria, según su tipo y estado de la vejiga y la uretra. Asimismo, el autosondaje intermitente, que consiste en la colocación de una sonda en la vejiga, atravesando la uretra. El autosondaje intermitente se usa, habitualmente, ante la incontinencia por daño de los nervios que controlan la micción. El catéter permite un vaciado completo, impidiendo el escape de líquido.
Entrenar la vejiga ayuda a resistir el impulso de orinar y es una forma de aprender a controlar la vejiga, lo que además incrementará su capacidad. Se sugiere efectuar ejercicios que desarrollen la musculatura de esta zona como los ejercicios de Kegel, contrayendo el músculo pubocoxígeo. En Internet se pueden encontrar consejos para llevarlos a cabo.
Otra alternativa médica es la estimulación eléctrica en la parte interna de la vagina, para lo cual se emplean electrodos.
Prevenir es la clave
Algunas recomendaciones pueden ser útiles para evitar la incontinencia urinaria o retrasar su aparición:
- Consuma alimentos saludables, como los contenidos en la dieta mediterránea. El sobrepeso incrementa la presión intraabdominal.
- No tome café, refrescos y otras bebidas carbonatadas, alcohol o críticos.
- No coma picante.
- La fibra será su mejor aliada para mantener a raya el estreñimiento. Consúmala cada vez que pueda.
- Despídase de los diuréticos. Consulte a su médico esta medida.
- No tome agua de dos a cuatro horas antes de irse a la cama.
- No empuje al orinar. Esto ocasiona daños en los músculos pélvicos.
- Evite los líquidos cuando hace ejercicios.
Deja un comentario