Gracias a las investigaciones de Arnold Wilkins y Geoff Cole, han comenzado a profundizarse los estudios sobre un tipo muy particular de fobia. Se la ha denominado tripofobia y esta consiste en una profunda repulsión hacia la repetición de patrones de figuras geométricas, sobre todo aquellas que implican huecos o cavidades, como un panal de abejas.
Esta fobia hacia patrones geométricos repitentes, se la conoce como tripofobia desde el año 2005, es decir que los estudios para ver el alcance de dicha enfermedad son recientes. Es por ello que aún no se encuentra listada en el Manual de Diagnósticos de Trastornos Mental de la Asociación Americana de Psiquiatría. Pero los datos estadísticos que se desprenden de los estudios que vienen realizándose en este campo, han concluido que más de un 20% de la población sufre, en mayor o menor grado, de tripofobia.
Síntomas de la tripofobia
Según los estudios difundidos por Cole y Wilkins, ambos de la Universidad de Essex, en la revista Psychological Science, la tripofobia no respondería a las causas habituales que provocan las fobias.
Las fobias, en la mayoría de los casos, son el producto de experiencias traumáticas o de pautas culturalmente aprendidas. Pero en el caso de la tripofobia no son éstas las causas que la provocan. Según los estudios de los científicos de la Universidad de Essex, los patrones que desencadenan los síntomas son muy similares a los patrones que presentan ciertos animales venenosos en su piel, como sapos y serpientes, algunos pulpos y ciertas variedades de hongos.
De corroborarse esto, estaríamos en presencia de síntomas que responden a patrones vinculados con los procesos evolutivos. Durante miles de años, el ser humano tuvo que convivir en situación de indefensión con animales peligrosos para su subsistencia, el temor que producían estos patrones, presentes en ciertos animales, protegían a los hombres del peligro.
Todo esto nos llevaría a la conclusión que la tripofobia es una suerte de reminiscencia de los miedos que en el pasado le permitieron a la humanidad sobrevivir al peligro.
Los avances en el estudio de la tripofobia
Hasta el momento, no ha sido admitida como una enfermedad definida, por parte de la medicina, pero a partir de los estudios encabezados por Cole y Wilkins, se ha comenzado una difusión de la misma.
El rechazo a patrones geométricos repitentes, se manifiesta a través de sensación de incomodidad, molestia por las imágenes de estos patrones y hasta náuseas. A partir de esto, el estudio encabezado por Cole y Wilkins comenzó por exhibir 286 imágenes de con patrones geométricos repitentes de distintos tipos. El 16% de las personas objeto del estudio, reaccionaron de forma negativa ante las imágenes, mientras que el 84% restante no manifestó ningún tipo de reacción ante ellas.
Muchos animales presentan en su piel patrones geométricos repitentes, por ejemplo, serpientes, reptiles de todo tipo y hasta ciertas variedades de felinos. La mayoría de éstos, venenosos o simplemente peligrosos para los humanos, por lo que se cree que estos patrones actúan como disparadores del miedo, una forma de protección.
Ante esto, los estudios continuaron con el análisis de las respuestas cerebrales ante las imágenes de serpientes que presentan en su piel patrones geométricos. El estudio concluyó mostrando un gran incremento de la actividad cerebral ante las imágenes, por parte de aquellos pacientes que presumiblemente sufren de tripofobia.
Algunas teorías, derivadas de los estudios que se están realizando respecto a la tripofobia, ponen el acento en la vinculación que tendrían los patrones geométricos en materiales orgánicos con un rechazo a lo que podría ser una relación con enfermedades que presentan imágenes repulsivas.
La situación actual de la tripofobia
Cuando comenzó a difundirse la posibilidad de la existencia de esta fobia, muchas personas que consideran que sufren de tripofobia, comenzaron a agruparse en foros de debates para conocer más profundamente sus padecimientos.
Aún resta por resolver si es capaz de producir una sintomatología de tal magnitud que pueda influir en la vida cotidiana de las personas y afectarlas de manera determinante. En ese caso habrá que redimensionar el alcance de la tripofobia.
Por lo pronto existen ciertas recomendaciones, por parte de los especialistas, para abordar la posible presencia de síntomas vinculados con la tripofobia.
Algunas condiciones que deben tenerse en cuenta ante la presencia de síntomas a la observación de patrones geométricos, son las siguientes: el temor debe ser persistente, irracional y excesivo. Esto debe ser desencadenado anticipación o presencia del estímulo – es decir los patrones geométricos – provocando náuseas, mareos, sudor frío, taquicardia. En ese caso es importante consultar con un especialista.
El estudio de la tripofobia aún se encuentra dando sus primeros pasos. Su difusión y atención debe ser abordada con las precauciones que requieren los nuevos descubrimientos.
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