Menopausia precoz

Es común oír, que entre los 45 y 50 años de edad, la mujer entrará en un proceso denominado menopausia, que no es más que la reducción de la producción de hormonas (estrógeno y progesterona), producto del proceso natural de envejecimiento del organismo. Va apareciendo poco a poco, y se completa cuando hay ausencia de menstruación por un año. En ese tiempo pueden aparecer síntomas como sudoración, sofoco, insomnio y aumento de peso, entre otros. Cuando este proceso se adelanta y ocurre antes de los 45 años, se le llama menopausia precoz, y se diagnostica con pruebas de medición hormonal.

Cuando la mujer nace, cuenta con un promedio de 300 a 400 mil folículos ováricos, que son los antecesores de los óvulos. En la pubertad, los ovarios maduran empezando a producir hormonas femeninas, y es cuando mensualmente-de forma simultánea-varios folículos se desarrollan. No obstante, solo uno de ellos se madura, originándose el ovulo que se desprende en forma de menstruación.

Así ocurre desde la primera regla, hasta aproximadamente los cuarenta años de vida. Luego llega la menopausia, que ocurre frecuentemente entre  los 45  y 55 años de edad. Los ovarios dejan de producir óvulos disminuyendo la cantidad de hormonas femeninas.

Por su parte, la menopausia precoz supone el cese de la actividad ovárica antes de los 40 años. Suele ocurrir porque la mujer nace con una cantidad menor de folículos ováricos o porque-por motivos diversos-se consumen más rápido de lo habitual.

En la menopausia precoz, el nivel de estradiol, hormona originada por el ovario, tiene un valor menor de 36; y el nivel de FSH hormona folículo estimulante, que se encuentra en el cerebro y favorece el funcionamiento de los ovarios, no resulta mayor de 30 o 40. Estos índices deben evaluarse correctamente antes de aplicar un tratamiento, para evitar problemas como osteoporosis y padecimientos del corazón.

Síntomas de la Menopausia precoz

Se estima que la menopausia precoz aparece en una de cada mil mujeres antes de los 30 años, y en una de cada cien entre los 30 y 40 años.

Se puede presentar de forma espontánea o como consecuencia de una histerectomía o de la aplicación de tratamientos con quimio y radioterapia.

Los ovarios dejan de producir sus hormonas cuando llega la menopausia, lo que conlleva a que el cuerpo y el cerebro se vean afectados y se originen ciertos síntomas, entre ellos:

• Sofocos: Son cambios repentinos de temperatura corporal de hasta 10 grados en pocos segundos.
• Sudores nocturnos: Es el equivalente a los sofocos, pero se presentan en horarios nocturnos. Interrumpen el sueño causando fatiga.
• Menstruación irregular: Los ciclos menstruales son impredecibles en el tiempo, al igual que la cantidad de flujo. Este síntoma es uno de los más relacionados con la menopausia precoz.
• Disminución de la libido: Este signo genera pérdida del interés en el sexo.
• Sequedad vaginal: Las paredes de la vagina pierden elasticidad y grosor, lo que causa dolor durante el acto sexual.
• Cambios de humor: Las mujeres al sufrir de menopausia prematura presentan cambios súbitos de humor o irritabilidad.

No todas las mujeres exhiben los mismos síntomas. Unas pueden dejar de tener menstruación llegando a la menopausia sin percatarse, mientras que otras pueden tener los síntomas por muchos años, incluso hasta cumplir los 60 y 70. Realmente es incierto el proceso que enfrentará cada quien, ya que es individualizado. Depende mucho de las causas que la originan.

En ciertas situaciones puede haber enrojecimiento en la epidermis, migraña, tendencia al olvido, problemas para controlar la orina, ansiedad, desánimo, palpitaciones, dolores en las articulaciones e infecciones vaginales continuas.

Causas de la Menopausia precoz

La menopausia precoz puede deberse a múltiples causas, más allá de la reserva menor de folículos ováricos. Puede estar relacionada con un componente hereditario. Si la madre tuvo menopausia precoz, las hijas tienen muchísimas más posibilidades de sufrirla.

En otras ocasiones obedece a enfermedades tumorales o a efectos secundarios de tratamientos oncológicos. Asimismo, puede presentarse por problemas inmunológicos, tendencia a fumar cigarrillos y epilepsias.

Consecuencias

Las mujeres que padecen de menopausia precoz tienen un alto déficit de estrógenos, por lo que son proclives a desarrollar osteoporosis y padecer alguna enfermedad cardiovascular.

Otra posible consecuencia es la esterilidad. Se dice que el ovario puede funcionar de forma intermitente, de manera que un 5% y hasta un 10% de las mujeres consiguen un embarazo de forma espontánea. Sin embargo, no existen pruebas que demuestren que esto puede suceder. Si fallan los intentos de estimulación de la ovulación en tratamientos de fecundación in vitro, las mejores opciones para tener hijos son la donación de óvulos o la adopción.

Tratamiento de la menopausia precoz

Es importante aclarar que los síntomas de la menopausia precoz no representan ninguna enfermedad. Es solo una etapa normal en la vida de una mujer que se adelanta. Esto es muy significativo porque al no ser una patología, la menopausia misma no precisa tratamiento, pero los síntomas sí los pueden necesitar.

Se tiende a aplicar terapia hormonal con estrógenos, terapia hormonal sustitutiva o bien píldoras anticonceptivas combinadas con estrógenos y progesterona.

Es fundamental que las mujeres que enfrentan la menopausia precoz comprendan y asimilen esta situación, pues tienden a enfrentar el diagnóstico con dificultad. Es vital que se informen y busquen ayuda psicológica, especialmente aquellas mujeres que no tienen hijos.

Los cambios en el estilo de vida también son esenciales. Una persona con menopausia precoz debe evitar la ingesta de cafeína, alcohol y productos exageradamente condimentados, incrementar el consumo de calcio y suplementos que contengan estrógenos, y realizar ejercicio continuo para fortalecer los músculos de la pelvis y la vagina. El yoga, la meditación y el taichí son excelentes opciones para disminuir la ansiedad y la depresión que pudiese desencadenar.

Conviene vestir ropa ligera, no reducir la frecuencia sexual y emplear lubricantes al momento de tener relaciones.

Por otro lado, se debe llevar un exhaustivo control de la presión arterial.