Para comprender lo que es el neoconductismo es necesario conocer antes sobre el conductismo, ya que es una derivación o una profundización de este, es la evolución de la corriente conductista que hace del fenómeno del aprendizaje su objeto de investigación principal.
El conductismo (1913) es una corriente de la psicología que estudia la conducta. Su creador, John B. Watson, estableció que solamente mediante una conducta observable y cuantificable se podrá predecir, explicar y controlar el comportamiento. Según este psicólogo, existen dos tipos de conducta: la respondiente, que es automática ante un estímulo suscitador como la contracción de la pupila frente a una luz intensa o la salivación al recordar lo acido de los limones; y la operante, que actúa sobre el medio ambiente. Ambas son aprendidas por las persona como consecuencia de los acontecimientos que la siguen. Ejemplo, cuando un niño llora y la madre lo carga, en lo sucesivo lo seguirá haciendo con un fin determinado. De allí surge el condicionamiento operante, producto de la manipulación de los estímulos para obtener una conducta deseada. Para ello se utilizan los reforzadores positivos (premio o recompensa) o negativos (castigo), que permiten el incremento de la frecuencia de una conducta.
Nuevo enfoque: El neoconductismo
El conductismo fue criticado por varias razones, entre ellas por excluir aspectos básicos para estudiar la conducta como los procesos mentales. La concepción de limitar la conducta solo a la conexión estimulo-respuesta empezó a ser cuestionada y surgió en los años 30 el neoconductismo o nuevo conductismo. Edward Tolman y Clark Leonard Hull, psicólogos estadounidenses, desarrollaron el neoconductismo, y B. F. Skinner fue otro destacado estudioso de esta corriente.
Los tres consideraron que la persona no puede ser simplemente un ejecutor pasivo de respuestas porque los seres humanos tienen capacidad de procesar activamente la información proporcionada por el contexto en el que se desenvuelven.
Desde esta perspectiva, el neoconductismo, empieza a plantear que entre los estímulos y las respuestas actúan procesos mentales más complejos que pueden cambiar la información recibida. En consecuencia, su fundamento es estudiar dichos procesos en una persona cuando realiza una actividad específica y la manera de guardar lo aprendido.
Sin embargo, se sigue otorgando un rol esencial al ambiente, por cuanto es de allí de donde surgen los reforzadores, por lo que el neoconductismo continúa vinculado a la teoría estimulo-respuesta, pero el mayor interés de los representantes es el análisis de la conducta misma, teniendo en cuenta cómo influye el entorno en las personas hasta cambiar sus conductas. Es decir, se da una interacción entre los factores internos y los ambientales. De allí el interés del neoconductismo por investigar los mediadores cognitivos o procesos del pensamiento como la observación, descripción, comparación, clasificación y síntesis, entre otros.
Por otro lado, el neoconductismo, destaca que debido a la influencia o a la fuerza del ambiente, es que la conducta de un sujeto hacia otro está determinada por aspectos de esa persona y por la situación en la que ambas se encuentren, a diferencia del conductismo, que todo es un acto mecánico donde solo importa el estímulo, la respuesta y el condicionamiento.
Del neoconductismo también se destacan los constantes intentos de crear teorías sobre el comportamiento general a partir, principalmente, de estudios desarrollados en el campo del aprendizaje, y en experimentos con animales. De ellos se destacó la conducta propositiva porque al parecer los animales tienden a lograr sus metas.
Neoconductismo intencional y neoconductismo deductivo
A pesar de que tanto Tolman y Hull desarrollaron el neoconductismo, el primero se planteó un neoconductismo intencional donde la conducta es considerada de modo propositivo, pues el mantenimiento de la misma es en una dirección determinada e intencional. Utilizó en sus estudios el método experimental y enfatizaba que el organismo es activo. Hull, en cambio, propone el neoconductismo deductivo, que entiende la conducta como un mecanismo de supervivencia del organismo. Empleó el método hipotético-deductivo y destacó al organismo activo, con capacidad de adaptación, que aprende por refuerzo. Según él, el reforzamiento dependerá de la reducción del impulso al convertirse en un hábito. En ambas posturas se usan métodos objetivos y se realizan investigaciones minuciosas, admitiendo la existencia de la conciencia, pero sin saber cómo estudiarla.
El neoconductismo en la actualidad
El neoconductismo en la actualidad es un enfoque mucho más amplio y flexible. Añadió entre el estímulo y la respuesta, unas variables intermedias, no observables y además ha tenido gran interés en temas nunca abordados como el pensamiento, la percepción y los procesos motivacionales. También estudia otros fenómenos como tensión, empatía, confianza y personalidad. En el ámbito escolar aún se preservan varios de sus aportes como el uso de calificaciones, recompensas y castigos. A pesar de que han variado las estrategias de estímulo- respuesta y de que se le da mayor aplicación a enfoques como el cognoscitivismo y el constructivismo, sigue siendo de gran utilidad en la modificación de conductas.
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