En los cuadros infecciosos, suele presentarse fiebre, cansancio, debilidad, escalofríos, estremecimiento, transpiración nocturna e inapetencia. El tratamiento es a base de antibióticos, pero antes de elegir el más adecuado, se debe determinar el agente que la produce. Cuando intervienen bacterias grampositivas como estafilococos, Staphylococcus aureus o Streptococcus pneumoniae, entre otras, se puede aplicar oxacilina. Esta medicina que entra en la lista de las penicilinas, contrarresta los efectos de neumonía estafilocócica; septicemia bacteriana; sinusitis; infecciones de la piel o tejidos blandos, endocarditis bacteriana y meningitis estafilocócica.
En las cantidades correctas
La ingesta de oxacilina debe hacerse siguiendo el criterio clínico del especialista. No obstante, la indicación sugerida para adultos con infecciones moderadas, son 500 mg, cada 4 o 6 horas, pero si el diagnóstico es delicado, se incrementa la dosis a un grano. En ambos casos, el tratamiento puede ser entre 7 y 28 días, dependiendo de la complejidad de la infección.
En pacientes infantiles, con un peso menor a 40 kg, y con infecciones benignas, se recomiendan 50 mg de oxacilina por kilo de peso, distribuidos en varias tomas cada cuatro horas. Cuando hay complicaciones, lo mejor es administrar 100 mg. Si el pequeño excede los 40 kg, se considera aplicar la misma dosis de los adultos.
Vale resaltar que la posología de la oxacilina puede variar según la presentación del fármaco, el cual se ofrece en cápsulas y solución inyectable. Su utilización prolongada puede causar la aparición de gérmenes resistentes. Recordemos que con cada ingesta de antibióticos, las bacterias sensibles se destruyen, pero algunas se “salvan”, crecen y se multiplican, ocasionando patologías que otros antimicrobianos no pueden atacar. La eficacia del tratamiento se reduce, la infección permanece por mucho más tiempo y se corre el riesgo de contaminar a otras personas.
En el portal de la Organización Mundial para la Salud, explican que “la aparición de cepas resistentes es un fenómeno natural que ocurre cuando los microorganismos se reproducen de forma errónea o se intercambian características de resistencia, pero la utilización y el uso indebido de antimicrobianos también acelera su aparición. Las prácticas inapropiadas de control de las infecciones, las malas condiciones sanitarias y la manipulación inadecuada de alimentos propician la propagación de las resistencias”.
Contraindicaciones de la Oxacilina
El uso de oxacilina en personas con fibrosis quística está contraindicado, ya que pueden desarrollarse síntomas adversos. Lo mismo sucede con las mujeres embarazadas o en período de lactancia. Aunque la vigilancia médica es fundamental en todas las situaciones, debe realizarse más exhaustivamente en individuos con disfunción hepática, asma, eczema, fiebre del heno, urticaria o historia de enfermedad gastrointestinal.
Tampoco se debe tomar cuando se es alérgico a la oxacilina, a cefalosporinas o a otras penicilinas como amoxicillin (Amoxil), ampicilina (Omnipen, Principen), carbenicilina (Geocillin), dicloxacilina (Dycill, Dynapen), penicilina (Beepen-VK, penicilina VK, Pen-V, Pen-Vee K, Pfizerpen o V-Cillin K, Veetids).
Se debe evitar la mezcla de oxacilina con anticoagulantes y heparina, ya que se incrementa el riesgo de sangrado. Tampoco se debe combinar con anticonceptivos orales ya que ambos tratamientos disminuyen su eficacia terapéutica.
Cuidado con los efectos secundarios
Aunque la oxacilina suele ser bien asimilada por el organismo, es necesario permanecer atentos ante la aparición de cualquiera de estos síntomas: urticaria, edema angioneurótico, laringospasmo, broncospasmo, hipotensión, colapso vascular, dermatitis, eritema multiforme, edema laríngeo, glositis, estomatitis, gastritis, cambio de coloración de la lengua, alteraciones del gusto, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, anemia, púrpura, leucopenia, neutropenia, depresión medular, trastornos de la coagulación, ansiedad, trastornos del sueño y de la conducta, hematomas, trombosis venosa, flebitis, vaginitis, anorexia, hipertermia, dolor en las articulaciones o hepatitis. Lo recomendable sería suspender el tratamiento y consultar al médico inmediatamente.
Recomendaciones de la oxacilina
- Ingerir según las indicaciones del médico, sin cambiar la dosis ni los horarios.
- Tomarla con un vaso de agua, al menos una hora antes o dos horas después de cada comida.
- Conviene realizar exámenes de sangre para confirmar la efectividad de la oxacilina, así como evaluar la función renal o hepática para descartar daños asociados con la ingesta del fármaco.
- Recordar que la oxacilina no ayuda en el tratamiento de infecciones virales como resfriado común o gripe.
- No compartir con otros individuos aunque presenten la misma sintomatología. Recordemos que cada organismo es distinto y las reacciones son diferentes.
- Mantenga la medicina en un lugar seco, a temperatura ambiente, alejado del calor y la luz.
- En caso de que olvide la dosis, tómela cuando toque la siguiente y continúe con el horario sugerido por el galeno.
- Si nota alguna molestia consulte de inmediato al especialista. Cuando hay sobredosis se puede presentar confusión, cambios de comportamiento, sarpullido intenso de la piel, orinar menos de lo normal, o convulsiones.
- En caso de desarrollar diarrea como efecto secundario, no use ningún fármaco para detenerla sin antes buscar la asesoría de su médico.
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