Uno de los grandes enemigos de la salud en el mundo es la malaria. La malaria, también llamada paludismo, es causada por un parásito que se transmite a los humanos a través de la picadura del mosquito anofeles infectado, y ataca los glóbulos rojos.
Esta enfermedad representa un problema grave en muchos países tropicales y subtropicales. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos calculan que cada año se presentan de 300 a 500 millones de casos de malaria, y que más de un millón de personas muere a causa de esta.
Sin embargo, es posible tratar esta patología gracias a diversos fármacos que existen en el mercado e incluso prevenirla si se toman antes de visitar una región donde el paludismo es endémico.
El Plaquinol es una marca comercial que contiene en su composición un principio activo llamado hidroxicloroquina sulfato, y está indicado como un antimalárico porque cura la malaria o previene su contagio.
La hidroxicloroquina sulfato que posee el Plaquinol “es un sólido cristalino, incoloro, soluble en agua, a lo menos en un 20%, que pertenece a la familia de los compuestos 4-aminoquinolina. Cada 200 mg de hidroxicloroquina sulfato es equivalente a 155 mg de hidroxicloroquina base”. Su administración es oral y viene en presentaciones de 200 mg y 400 mg.
Enfermedades reumáticas
Además de la comprobada efectividad del uso de Plaquinol para el tratamiento del paludismo, este medicamento se emplea con eficacia para mejorar a los individuos con enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide y la artritis juvenil crónica.
La artritis es una enfermedad inflamatoria sistémica autoinmune que provoca la hinchazón de las articulaciones y tejidos circundantes, aunque también puede afectar otros órganos.
La acción antiinflamatoria del Plaquinol en los casos de artritis está ligada a la “estabilización de las membranas lisosomales, lo cual impide la liberación de enzimas lisosomales hidrolíticas. Al inhibir las reacciones del complemento, influye sobre las reacciones inmunológicas (por ej. las reacciones entre antígeno y anticuerpo). Las 4-aminoquinolinas tienen la propiedad de bloquear los grupos SH e inhibir así las enzimas (proteasas y colagenasas)”.
En los casos de artritis, el Plaquinol se administra durante un periodo prolongado, ya que la hidroxicloroquina actúa cuando se va acumulando en el organismo. Los pacientes deberán tomar la droga durante varias semanas para que se puedan ver sus efectos terapéuticos. Sin embargo, se podrían observar pequeñas pequeñas relativamente temprano.
Los enfermos tratados con Plaquinol tienen que tener paciencia, pues en la mayoría de las situaciones se pueden requerir varios meses de tratamiento antes de obtener efectos máximos. Expertos señalan que si la mejoría objetiva no ocurre en el transcurso de seis (6) meses, se debería suspender la medicación y cambiar el tratamiento.
Una alternativa para el lupus
Además de usarse para tratar la malaria y la artritis, la utilización de Plaquinol es común en pacientes con lupus eritematoso sistémico o lupus eritematoso discoide.
El lupus es un trastorno del sistema inmunológico que afecta a las articulaciones, la piel, los riñones, la sangre y otras partes del cuerpo. Al igual que la artritis, es también inflamatoria y crónica, incluso la artritis es un padecimiento común de las personas con Lupus.
El Plaquinol como un fármaco antirreumático actúa como modificador de la enfermedad y reduce síntomas comunes del lupus como la artritis, erupciones cutáneas, fiebre, fatiga y pleuritis (inflamación de la pleura o membrana que reviste los pulmones).
La hidroxicloroquina como principio activo del Plaquinol es recetado cuando el lupus es leve, pues se ha comprobado que logra disminuir el riesgo de propagación de la enfermedad. Esta droga suele administrarse por largo plazo, dado que su interrupción puede exacerbar el lupus.
Efectos secundarios del plaquinol
Los efectos secundarios más usuales del Plaquinol son náuseas leves, vómitos y diarrea.
Sin embargo, se ha determinado que el uso prolongado puede dañar la visión, por lo que recomiendan que antes de iniciar un tratamiento de largo plazo, el paciente debe ser evaluado oftamológicamente, ambos ojos, mediante una oftalmoscopía cuidadosa para agudeza visual, campo visual, visión de colores, y fundoscopia. Estos exámenes deben repetirse al menos una vez al año.
La toxicidad retinal se relaciona principalmente con la dosis administrada. El riesgo de daños en la vista es pequeño cuando la toma diaria es de hasta de 6.5 mg/kg por peso. El exceder la dosis diaria sugerida, aumenta abruptamente el peligro de desarrollar problemas en los ojos.
Igualmente, se debe tener especial precaución con el uso de Plaquinol en pacientes con enfermedad hepática o renal, en quienes puede ser necesario reducir la dosis, y también en aquellos con administración de fármacos que afecten a estos órganos. Asimismo, es necesario tener cautela con los individuos que padezcan alteraciones gastrointestinales, neurológicas, o hematológicas y en aquellos que presenten hipersensibilidad a la quinina, deficiencia en glucosa 6-fosfato deshidrogenasa, porfiria y psoriasis.
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