Los seres humanos, desde su nacimiento, pasan por una serie de etapas antes de alcanzar su edad adulta. Una de ellas es la pubertad, que transcurre entre la niñez y la adolescencia. Es el periodo de transición entre la infancia y la edad adulta, donde tienen lugar importantes cambios físicos, psicológicos y funcionales.
La edad de la pubertad depende de muchos y variados factores como la genética, el sexo y la nutrición de la persona. No se puede precisar de forma exacta. Sin embargo, muchos especialistas consideran que se inicia alrededor de los 12 años en las niñas y los 14 en los niños, y culmina a los 18 años. Es por ello que el desarrollo puberal suele aparecer dos años antes en las niñas que en los niños.
Durante la pubertad, tanto en el varón como en la hembra, las glándulas producen las hormonas que causan transformaciones corporales y la aparición de características sexuales secundarias.
La pubertad en los niños
En la pubertad, los niños experimentan un incremento en la sudoración de las axilas, el olor corporal se torna más fuerte, crece el vello axilar y púbico, y la voz se torna más grave. Hay un desarrollo de la musculatura, que marca el comienzo de la conformación del cuerpo de adulto, por el crecimiento repentino en su estatura y peso. Aparece el acné.
Los testículos aumentan de tamaño y la producción de testosterona es mayor. El pene también agranda sus dimensiones y el púber tiene emisiones nocturnas de semen. Todos estos cambios ocurren debido a las hormonas producidas por las glándulas suprarrenales.
La pubertad en las niñas
En las niñas, uno de los signos más evidentes en la pubertad es el crecimiento de las mamas. Igualmente hay aumento en la estatura, ensanchamiento de las caderas, brazos y muslos, crecimiento del vello púbico y axilar, modificaciones del olor corporal y la textura de la piel, y formación de comedones.
Otras señales son las secreciones vaginales y la llegada de la primera menstruación o menarquía. A partir de este momento ya está en capacidad de reproducirse. Los ovarios comienzan a incrementar la producción de estrógeno y otras hormonas femeninas.
Tipos de pubertad
Es posible la existencia de una pubertad precoz y de una pubertad atrasada. La primera consiste en la aparición a muy temprana edad de los caracteres sexuales secundarios ya citados, con tendencia a la progresión, iniciándose antes de los 8 años en las niñas, con una menarquia antes de los diez.
En los niños ocurre cuando se desarrolla cualquiera de los caracteres sexuales secundarios antes de los 9 años de edad.
No hay ninguna causa específica para la pubertad precoz, pero cambios en el cerebro, problemas genéticos o ciertos tumores pudieran generarla. Es más frecuente en el sexo femenino que en el masculino.
Se estima que la pubertad es atrasada cuando no se ha iniciado el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios a los 14 años de edad. Es igual para el varón o la hembra. En el caso de ellas, la primera menstruación no se manifiesta hasta después de los 18 años.
Entre las causas de la pubertad atrasada se destacan las hereditarias, las enfermedades celíacas o crónicas (asma, enfermedad de Crohn, anorexia nerviosa, hipotiroidismo primario), y las terapias prolongadas con glucocorticoides, entre otras.
Cambios psicológicos durante la pubertad
Durante la pubertad se experimentan cambios de índole psicológico, emocional y social. En realidad es una etapa difícil de enfrentar. Ni se es niño ni se es adulto, por lo que no se tiene capacidad para comprender cuestiones complejas de la vida, ni entender plenamente la relación entre ciertas conductas y sus consecuencias, así como el grado de discernimiento para la toma de decisiones, razón por la cual se suelen asumir comportamientos que varían entre timidez, inseguridad, hipersensibilidad, audacia imprudente, desconfianza y rebeldía.
Algunos niños o niñas quieren empezar a disfrutar tempranamente de libertad, pero sin perder la protección de los padres, aun cuando no deseen que los controlen. Les adjudican gran importancia y valor a los amigos con quienes comparten intereses no conocidos, como el deseo sexual producto del incremento en la producción de hormonas.
Ciertamente, la pubertad o primera adolescencia representa un periodo complejo, pero no solo para quienes lo viven. Los padres también se enfrentan a situaciones para las cuales no están debidamente preparados, llegando a sentirse fuertemente presionados.
Padres e hijos en la pubertad
Los padres de hijos o hijas en la etapa puberal, requieren contar con herramientas que les permitan transitar juntos y de forma positiva por esta fase. En este sentido, se les recomienda preparar a sus hijos suministrándoles información sobre los cambios que se producirán en sus cuerpos. Es importante que la reciban de ellos, en su hogar, y no que la busquen en otros sitios, con amigos o desconocidos.
Es necesario también que se establezca una comunicación adecuada entre padres e hijos, caracterizada por la sinceridad, el respeto y la confianza mutua. De esta forma, se establece entre ambos un vínculo que le ayudará a orientarlos y a protegerlos de cualquier peligro al que puedan estar expuestos durante sus años de pubertad.
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