Existe una patología rara y delicada que afecta a los ojos. Se trata de la retinoblastoma, un tumor canceroso que aparece, como su nombre lo indica, en la retina. Ocurre cuando se presenta una mutación en el gen RB1, relacionado con la división de las células. Éstas llegan a multiplicarse incontroladamente y se vuelven cancerosas.
El retinoblastoma es más común en personas con antecedentes familiares de la enfermedad. Así, si alguien tiene o tuvo la afección, existe un 50 por ciento de probabilidades de que sus hijos nazcan con ella. Sin embargo, hay evidencias de un retinoblastoma no hereditario o esporádico, que abarca el 60% de los casos, y se despliega durante la formación de la retina.
Cuando el retinoblastoma se da en un solo ojo no suele ser hereditario, pero si surge en ambos, no hay dudas de que así sea.
Los síntomas de esta mutación se manifiestan antes de los seis años de edad. Con suerte, y con una evaluación temprana, se puede detectar entre el primer y segundo año de vida.
Síntomas y diagnóstico de la Retinoblastoma
La primera señal de retinoblastoma, es la presencia de manchas blancas en las pupilas. Esa característica se determina fácilmente en fotografías, donde se percibe un reflejo blanquecino, en lugar del típico tono rojo producto del flash.
Otros síntomas del retinoblastoma son diferencia del color del iris entre ambos ojos, enrojecimiento y dolor ocular, visión doble y deficiente, estrabismo convergente y, en casos avanzados de la patología, fuerte dolor en los huesos.
Ante la aparición de cualquiera de estos signos, debe someterse al paciente a una tomografía computarizada o una resonancia magnética en la cabeza para confirmar el diagnostico. Asimismo, debe aplicarse un examen oftalmológico con dilatación de pupila, una ecografía u otra evaluación que el médico considere pertinente.
Tratamiento DE LA RETINOBLASTOMA
Cuando el retinoblastoma es pequeño, puede removerse con una intervención láser o un procedimiento llamado crioterapia, pero si ha evolucionado, es posible que sea necesario aplicar radiación, especialmente si se encuentra ubicado en un área de difícil acceso. La quimioterapia se reserva para las situaciones en las que el tumor ya ha hecho metástasis y ha abordado otras partes del cuerpo.
En diagnósticos extremos de retinoblastoma, el especialista está obligado a efectuar una extirpación por medio de un proceso conocido como enucleación. Con él, extraerá el globo ocular, salvando los músculos encargados del movimiento, los párpados, la glándula lagrimal y los demás contenidos orbitarios. Para restablecer el volumen se injerta un implante que consiste en una esfera que se incorpora en el cono muscular para que tome movimiento. Al finalizar la cirugía, se sella la conjuntiva y se añade un lente de acrílico que acelera la cicatrización.
Pronóstico del retinoblastoma
Como en todos los casos de cáncer, la probabilidad de curar una retinoblastoma es alta, siempre y cuando se descubra en su etapa inicial. El 90% de los pequeños con diagnostico temprano pueden curarse completamente con una extirpación del ojo. El tratamiento será bastante agresivo, pero la recuperación podría ser eficaz.
Los mayores inconvenientes se dan cuando la afección ha sobrepasado el área ocular, pues en esa circunstancia la posibilidad de supervivencia es mínima. Es por ello que los médicos insisten en la importancia de comenzar las evaluaciones oftalmológicas desde los primeros años de vida.
Hay ciertos elementos que pueden agravar el pronóstico: si el cáncer se halla en uno o ambos ojos, si hay uno o varios tumores, si está o no diseminado, la edad del paciente, la existencia de otro tipo de cáncer vinculado, la tolerancia a los fármacos, el grado de avance y la ubicación del tumor, entre otros.
Complicaciones
En casos de retinoblastoma es primordial conocer las complicaciones que puedan surgir durante la intervención quirúrgica y el tratamiento en general. Entre las consecuencias destacan daños permanentes del ojo, y la extensión del tumor hacia el cerebro, los huesos y/o los pulmones.
Cuando un infante tiene retinoblastoma, es muy posible que pueda desarrollar un cáncer pineal en el cerebro y cuando eso ocurre, se le llama retinoblastoma trilateral. Su descubrimiento puede darse entre los 20 y 36 meses de vida. Lo ideal es que cuando haya sospechas, se efectúe un chequeo cada seis meses, durante cinco años, para hacer un seguimiento exhaustivo.
Si el retinoblastoma es heredable, es muy probable que se surjan otros tipos de cáncer como el de pulmón, vejiga o melanoma.
¿Se puede prevenir elRETINOBLASTOMA?
Prevenir el retinoblastoma es difícil. No obstante, antes de iniciar un embarazo es fundamental investigar sobre factores hereditarios. Se sugiere practicar un examen genético para saber qué tan alto es el riesgo de padecer esta afección.
En todo caso, los padres están en la obligación de prestar mucha atención a sus hijos y actuar rápidamente si hay signos de este u otro padecimiento. Revisar fotografías puede ser de gran ayuda. También resulta fundamental elegir adecuadamente al especialista que se hará cargo del tratamiento, si se da un análisis positivo.
Deja un comentario