Muchas enfermedades representan un alto riesgo para grupos específicos de la población, como la rubéola en las embarazadas, por ejemplo. Aunque afecta principalmente a niños y adultos jóvenes, las mujeres gestantes se llevan la peor parte. Abortos espontáneos, fetos muertos o defectos congénitos que sobrevienen tras la aparición del síndrome de rubéola congénita, son algunos de las consecuencias.
También conocida como sarampión alemán o sarampión de tres días, es una infección viral que se transmite a través del aire, cuando las personas contagiadas tosen o estornudan. A pesar de no haber una cura específica para la rubéola, se puede prevenir con la administración de vacunas.
Desde hace algunos años no se registran brotes de rubeola o del síndrome de rubéola congénita. Sin embargo, permanece latente en algunos sitios de Asia Sudoriental y África.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) evidencian que menos infantes han recibido la vacuna desde 1997.
Vigilar los síntomas de la Rubéola
Es posible que usted no sepa que contrajo rubéola hasta dos o tres semanas después de que el virus haya entrado en su sistema.
Es común que lo síntomas sean muy leves, pero bastante contagiosos entre el primer y quinto día de la erupción. Estos se mantienen durante diez días e incluyen:
- Erupción de color rosado: Frecuentemente inicia detrás de las orejas, diseminándose al resto del rostro, cuello y parte superior del cuerpo. La irritación puede durar de tres a cinco días.
- Glándulas linfáticas inflamadas: hinchazón en el contorno de las orejas, en el cuello y en la zona posterior de la cabeza. Este suele ser doloroso y aparece poco antes que la erupción. Tiende a permanecer hasta dos semanas luego de que el prurito desaparece.
- Altas temperaturas: Probablemente tendrá fiebre por varios días. Esta será menor a los 39º.
- Malestares parecidos a los del resfriado común tales como goteos nasales, lagrimeo y dolor de garganta. Algunos niños presentan náuseas y conjuntivitis leve.
Cuando la rubéola infecta a una mujer en periodo de gestación, sobre todo en las primeras etapas, la probabilidad de que transmita el virus al feto es del 90% y, en ese caso, las consecuencias pueden ser fatales.
Síndrome de rubéola congénita
Los niños que nacen con síndrome de rubéola congénita pueden tener problemas de audición, defectos en los ojos o complicaciones cardiacas. También existe la posibilidad de contraer trastornos como autismo, diabetes mellitus o disfunción tiroidea.
El riesgo de contraer el síndrome de rubéola congénita es mayor en zonas donde mujeres de edad fértil no tienen acceso a la vacuna o no han obtenido la inmunidad por haber padecido la enfermedad.
Antes del descubrimiento de la vacuna, conocida como SPR o triple viral por combinar elementos contra el sarampión y las paperas también, cuatro de cada mil recién nacidos contraían el síndrome.
Cómo proceder
Si presume que usted o su niño se han contagiado de rubéola, informe a su médico por vía telefónica y espere sus instrucciones. Por favor no se traslade a ningún centro de salud puesto que podría poner en riesgo a mujeres embarazadas que estén internadas.
Su doctor le realizará diversas preguntas sobre sus síntomas y le citará al centro de salud para efectuarle un examen físico.
El galeno deberá reportar el caso a la entidad de protección sanitaria de su país y le efectuará un estudio de sangre para confirmar el diagnóstico.
Tratamiento adecuado de la Rubéola
Una vez confirmada la presencia de rubéola en su organismo es importante que usted:
- Tome abundantes líquidos para no deshidratarse. Esto es muy importante en niños.
- Utilizar pañuelos mentolados o con humectante para limpiarse la nariz le permitirá respirar mejor y prevenir irritaciones.
- Ingiera pastillas mentoladas para aliviar la garganta.
- Lleve una dieta saludable de frutas y verduras.
- Manténgase alejado de mujeres embarazadas por al menos cinco días después de que la erupción sea evidente.
- Haga lo posible por permanecer en casa. Los adultos pueden tomar los analgésicos que normalmente usan para el dolor de cabeza, disminuir la fiebre o aliviar dolores. A los niños se les puede dar analgésicos líquidos.
Prevención de la rubéola
La mejor manera de prevenir la rubéola es a través de la vacunación. Frecuentemente, la SPR o triple viral se coloca a niños hasta los 15 meses de nacidos y posteriormente, entre los tres y cinco años de edad. No obstante, esta puede ser administrada a cualquier edad.
La recomendación general de la Asociación Médica Británica (BMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Departamento de Salud (DH) es vacunar a todos los infantes contra el virus.
Recientemente hubo grandes objeciones contra la vacuna SPR puesto que se sospechada una conexión entre esta y el desarrollo de autismo. Sin embargo, estudios lo descartaron oportunamente.
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