El sistema nervioso cumple funciones específicas, que le permiten a nuestro cuerpo percibir lo que nos rodea a través de los cinco sentidos (tacto, vista, olfato, gusto y oído), controlados por los órganos sensoriales. El sistema nervioso periférico, que forma parte del sistema nervioso, está integrado por las raíces nerviosas, también llamadas nervios periféricos, que se dirigen hacia la médula espinal.
El sistema nervioso periférico es conocido por sus siglas SNP, y en él se encuentran los nervios craneales y raquídeos. Reconoce los estímulos interiores y exteriores (sensaciones), los evalúa y envía una respuesta (integración), favoreciendo el movimiento muscular y la secreción de glándulas (motricidad), entre otras funciones.
El sistema nervioso periférico se distingue del sistema nervioso central porque no está protegido con un armazón óseo o por la barrera hematoencefálica. Esto lo hace vulnerable a toxinas y daños mecánicos.
Tipología sistema nervioso periférico
Constituido por los nervios y las neuronas que atraviesan el sistema nervioso central, el sistema nervioso periférico consta de dos tipos de nervios periféricos.
Los craneales, formados por 12 pares de nervios distribuidos en la cabeza y el cuello, exceptuando el nervio vago, que bajan hasta la parte central del tórax o mediastino.
Los espinales, que nacen en la médula espinal y se manifiestan en pares, a cada extremo de las vértebras de la columna. Estos llevan la información emanada de todas las partes del cuerpo al cerebro.
Las señales de los nervios espinales se producen gracias a los nocireceptores, que además documentan la actividad que se desarrolla desde el cerebro y los centros nerviosos, hasta los músculos y demás órganos o sistemas.
La información que llega a los músculos del tipo esquelético posibilita el control de los mismos de manera voluntaria, no así con los demás órganos, vísceras, e incluso el músculo liso y cardiaco. Los nervios que hacen posible este fenómeno componen el sistema nervioso autónomo.
Los nervios periféricos marcan su trayectoria por zonas abultadas, llamadas ganglios nerviosos. Estás se definen como áreas de relevo de datos entre neuronas, que cumplen una labor significativa en el proceso de transmisión de impulsos nerviosos.
Clasificación de nervios periféricos
Es de suma importancia resaltar que existen gran cantidad de nervios periféricos, que se clasifican según el tipo de impulso que transportan. Partiendo de esta premisa podemos diferenciar algunos de ellos:
- Nervio sensitivo somático: Este es el encargado de recolectar impulsos sensitivos que no son producto de la actividad visceral.
- Nervio sensitivo visceral: Como lo indica su nombre, tiene como misión recoger la sensibilidad de las vísceras.
- Nervio motor somático: Este tiene como tarea el transporte de los impulsos motores hasta los músculos voluntarios.
- Nervio elector visceral: Lleva los impulsos motores o secretores a las vísceras.
- Nervios puros. Su característica principal es que tienen la capacidad de procesar las cuatro funciones mencionadas anteriormente.
Importancia del SNP
El Sistema Nervioso Periférico tiene tres funciones de vital relevancia para el organismo: integrar, regular y coordinar los órganos del cuerpo, utilizando respuestas inconscientes.
Como dato curioso, algunos textos científicos mencionan que el sistema nervioso autónomo es una subdivisión del sistema nervioso periférico, pero esta afirmación es errónea.
La explicación es muy simple: durante su recorrido, diversas neuronas del sistema nervioso autónomo pueden atravesar tanto el sistema nervioso central como el periférico, lo cual sucede también con el sistema nervioso somático.
La separación entre el sistema nervioso central y el periférico, solamente cumple fines anatómicos.
Enfermedades del sistema nervioso periférico
Al igual que funciona la estática durante una llamada telefónica, los padecimientos generados en los nervios periféricos distorsionan o entorpecen el intercambio de mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo.
Existen alrededor de 100 diferentes tipos de trastornos asociados a los nervios periféricos. Se puede dañar uno o varios a la vez. Pueden surgir como reacción a enfermedades, como las relacionadas con problemas neurológicos o diabetes.
Infecciones virales como el síndrome de Guillain-Barre o la compresión de un nervio como el síndrome del túnel carpiano o el síndrome de la salida torácica, son otras condiciones que pueden comprometer el funcionamiento del sistema nervioso periférico.
Otros casos, como el síndrome de dolor regional complejo, pueden iniciar dificultades en este sistema, especialmente tras una lesión. No obstante, existen pacientes que puede nacer con ella.
Varios síntomas que aparecen gradualmente pueden empeorar con el tiempo. Los más recurrentes son:
- Entumecimiento
- Dolor
- Sensación de ardor u hormigueo
- Debilidad a nivel muscular
- Sensibilidad excesiva al tacto
Tratamiento
El tratamiento para padecimientos del sistema nervioso periférico está orientado a disminuir los problemas subyacentes y controlar los síntomas.
Entre las terapias más utilizadas destaca el bloqueo de nervios. Se trata de una inyección que busca disminuir la inflamación “apagando” la señal que provoca el dolor en el nervio. Esto le brinda tiempo para que sane, mientras alivia las molestias y dolencias.
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