Unas mejillas besadas por el sol, una piel radiante y luminosa. Ir a la playa o a la piscina para después presumir de un bonito bronceado no está mal, pero cuando nos obsesionamos y torturamos nuestro cuerpo con los rayos solares, podría existir un problema. La tanorexia es la adicción que algunas personas sienten por estar bronceadas. Desde hace algunos años empieza a considerarse una enfermedad, y el número de afectados va en aumento.
Quienes sufren de tanorexia siempre se ven a sí mismos muy pálidos, así luzcan una piel exageradamente morena o tostada. No están conformes con su color.
Son muy conocidos los efectos dañinos de una exposición prolongada al sol y en su afán por estar bronceados, los que padecen tanorexia no miden las consecuencias y ponen en riesgo su salud.
Incidencia
Según algunos estudios, la tanorexia afecta mayormente a las mujeres en edades comprendidas entre los 25 y 40 años. Los hombres también caen en esta adhesión, pero aún no hay investigaciones profundas sobre el tema.
Para muchos pacientes con tanorexia, a veces tomar el sol no es suficiente y recurren a las cámaras de bronceado de rayos UVA, ya sea para prolongar el tono que tienen (si están en invierno) o para intensificarlo. Es fácil identificarlos en la calle, pues la piel se les nota entre naranja y marrón. De una coloración antinatural.
Sin embargo, quienes sufren de este trastorno suelen ser escrupulosos con el grado del bronceado, pues si se pasan del límite la piel se puede quemar y pelarse, por lo que perderían el tono logrado y podrían mancharse.
Síntomas de la tanorexia
Algunos de los síntomas descritos por dermatólogos y psicólogos que han tratado casos de tanorexia señalan que el paciente sufre de una ansiedad intensa si no puede broncearse o pierde una cita en el solárium. Permanentemente se siente frustrado por el color de su piel y la nota pálida. Suele competir con sus amigos o conocidos por ver quién logra un tono más moreno.
Igualmente, las señales están a simple vista. Una persona con tanorexia tiene un bronceado exagerado, anormal. Se evidencian líneas de expresión muy marcadas, su rostro se envejece de forma prematura. La textura de su piel es rugosa.
Especialistas señalan que este trastorno distorsiona la imagen real del individuo, quien siempre se sentirá insatisfecho con su tono de piel, algo así como los pacientes que sufren anorexia y que a pesar de estar ultra delgados se ven gordos.
Llegar a los extremos de someter frecuentemente el cuerpo a los rayos solares o artificiales puede tener efectos muy negativos. Entre ellos se encuentran manchas en la piel, arrugas precoces, fotoenvejecimiento prematuro, quemaduras y finalmente cáncer de piel.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de piel causa 50 mil fallecimientos al año en todo el mundo. Quienes sufren de tanorexia tienen un elevado porcentaje de padecer la enfermedad. De hecho, investigaciones aseguran que con cada exposición directa al sol se incrementan en un 10% las posibilidades. Nueve de cada 10 casos de cáncer de piel se deben a la alta exposición a los rayos solares.
Estudios dermatológicos calculan que al cumplir los 18 años una persona ya se expuso al 80% del total de las radiaciones solares que absorberá en toda su vida y, lamentablemente, los afectados por la tanorexia están en peligro.
La Tanorexia, Como una droga
Recientemente la Universidad Wake Forest, ubicada en Carolina del Norte, en Estados Unidos, publicó un estudio en el que explica que las personas con tanorexia podrían padecer este trastorno porque los rayos UV les proporcionan placer, como si se tratase de una droga.
La publicación señala que exponerse a las radiaciones genera un instante de euforia, ya que al tomar el sol o visitar una cabina de bronceado su cuerpo produce endorfinas, las llamadas moléculas de la felicidad, por lo que sienten bienestar y mitigan su dolor.
Buscar ayuda
Como sucede con otras adicciones, quien sufre de tanorexia dificultosamente logrará darse cuenta por sí solo de que padece la enfermedad. Sus familiares y amigos deberán hacerle entender que tiene una obsesión. Buscar ayuda médica y psicológica es la mejor recomendación que deberían darle sus seres cercanos.
En el año 2005 médicos dermatólogos publicaron un informe que indicaba que los tanoréxicos tenían conductas afines a la de los fumadores o los alcohólicos.
Es importante que el enfermo reconozca el problema para que así los especialistas traten de reparar los daños en su piel y le ayuden a superar el origen de su inconformidad con su cuerpo.
Para muchos, tener una piel dorada por el sol es bonito, pero no se debe olvidar los daños que los rayos UVA producen. Usar cremas de protección solar adecuadas y no exponerse en las horas de mayor intensidad, son algunas de las sugerencias que hacen los expertos.
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