En las últimas décadas, la mujer ha optado por postergar su maternidad por una serie de motivos socioculturales relacionados con los estudios, la superación personal y el disfrute de la unión sentimental, entre otros. No es un hecho cuestionable. Para nada. Sin embargo, una decisión como esta podría traer consecuencias, como el sorpresivo diagnóstico de cáncer de cuello uterino en edad fértil, sin haber llegado a tener hijos. No es la generalidad, claro está, pero puede pasar. Cuando sucede, muchas féminas recurren a la traquelectomía, una opción médica que favorece la conservación del cuerpo uterino, para la posterior gestación.
La traquelectomía es una intervención quirúrgica que se realiza para extirpar el cuello del útero, específicamente el extremo que forma un canal entre el útero y la vagina, preservando así el cuerpo del útero. Esta técnica se emplea cuando la mujer tiene cáncer de cérvix o cáncer cérvico-uterino en estadios precoces, para conservar la capacidad reproductiva, es decir, para continuar siendo fértiles y mantener la posibilidad de tener descendencia.
Cuando solamente es suprimido el cuello del útero, se trata de una traquelectomía sencilla, pero si además se extirpan la parte superior de la vagina y ciertos ganglios linfáticos pélvicos, se denomina traquelectomía radical.
¿Cómo se realiza la traquelectomía radical?
La extirpación del cérvix del útero mediante una traquelectomía radical puede efectuarse por vía vaginal o abdominal. Ambas son técnicas alternativas consideradas para el tratamiento de fases prematuras del carcinoma.
La traquelectomía vaginal fue empleada por primera vez en 1986 por el ginecólogo francés Daniel Dargent, y publicada en el año 1994. Con ella se conserva la rama ascendente de la arteria uterina, ligando solo las ramas inferiores cervicovaginales.
Por su parte, la traquelectomía abdominal, fue presentada en el año 2002 por Ungary Col. Con este método la arteria uterina es seccionada para lograr una mayor exposición del campo operatorio, lográndose así la extirpación adecuada de los parametrios. Se suple la irrigación al cuerpo uterino principalmente por las arterias ováricas.
¿Cuáles criterios son considerados para realizar una Traquelectomía?
Desde el punto de vista de la paciente, se considera su deseo por embarazarse y también la gran motivación psicológica que pueda tener por conservar su útero.
Desde la óptica clínica, se puede realizar la intervención quirúrgica cuando se tiene un tumor igual o menor a 2cm, con poca o ninguna extensión al endocérvix. Igualmente, se requiere que los ganglios pelvianos resulten negativos a la biopsia rápida, y que no haya compromiso de espacios linfovasculares.
Es por ello que lo primero que se lleva a cabo antes de una traquelectomía radical es una linfadenectomía pélvica por laparoscopia, y de resultar los ganglios pélvicos positivos, lamentablemente no se puede aplicar esta técnica, debiéndose recurrir a la histerectomía o extracción total del útero y otros tratamientos para esta enfermedad. En estos casos, se pierde la capacidad reproductiva de la mujer.
Para decidir si hacer o no la traquelectomía, los especialistas también consideran las condiciones de seguridad de control y seguimiento existentes, y que el procedimiento sea realizado en un centro de referencia, por expertos en la cirugía radical de la pelvis. Es fundamental el manejo adecuado del uréter, que es el conducto por el cual desciende la orina desde el riñón a la vejiga. Ubicado en la región visceral abdominopelvica, pudiese sufrir daños por una mala manipulación.
¿Quiénes pueden someterse a una traquelectomía?
Las pacientes jóvenes, menores de 40 años de edad, con cáncer de cérvix en estadio I, que cumpliendo los criterios establecidos, pueden seleccionarse para la traquelectomía.
La técnica más empleada es la vaginal porque ha dado mejores resultados postoperatorios, principalmente porque se ha incorporado la laparoscopia como recurso complementario. Primero se emplea la laparoscopia para la linfadenectomía o estudio de los ganglios pélvicos y para preparar el tejido parametrial para la protección de las arterias uterinas. Luego se hace la extracción por vía vaginal.
Se finaliza la intervención colocando un cerclaje cervical o cierre del orificio cervical permanente con sutura irreabsorbible, para la prevención de parto pretérmino en caso de futura gestación.
¿Cuál es el pronóstico luego de una traquelectomía?
La recurrencia de la enfermedad y la supervivencia sin ella, después de realizada una traquelectomía radical, son iguales a las de pacientes a quienes se les haya practicado una histerectomía radical. Se estiman bajas tasas de recurrencia, entre 2.9 a 4.7%, si se emplea en mujeres correctamente seleccionadas.
En cuanto a las posibilidades de embarazo, el pronóstico es bueno a pesar de que hay un aumento importante de complicaciones obstétricas durante la gestación, como abortos espontaneo o partos prematuros ligados a la eliminación de la protección del embrión o feto que confiere el canal cervical.
Los índices de embarazo en la cirugía por vía abdominal son menores que por vía vaginal. La realización de la cesárea es obligatoria debido al cerclaje permanente.
¿Es posible realizar una traquelectomía a una mujer embarazada?
Durante el primer trimestre de embarazo se realiza, como parte del control médico, una citología cérvico-vaginal mediante la cual se puede detectar un cáncer cervical en estadio precoz, que va a requerir un manejo conservador para preservar el embarazo en curso. Una opción razonable es la práctica de una traquelectomía simple, lográndose que la gestante alcance el término del embarazo y dé a luz a un recién nacido sano. Posterior al alumbramiento, se continúa con los procedimientos requeridos para el tratamiento de la enfermedad según sea el caso,
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