Son muchas las enfermedades que en el pasado alteraron la cotidianidad de los seres humanos. Algunas más graves que otras, han podido ser erradicadas o ya no representan un grave peligro, gracias a los avances de la ciencia. De los padecimientos virales más comunes, la varicela destaca como uno de los más contagiosas.
Proveniente del virus Varicela Zoster, de la familia del herpes virus, que también causa la culebrilla en los adultos, se manifiesta en forma de ampollas que producen excesiva comenzón en todo el cuerpo. Sin embargo, debido al descubrimiento de una vacuna eficaz, es muy raro su diagnostico por estos días.
Por lo general, la varicela aparece en pequeños menores de diez años de edad de forma leve. No obstante, puede acarrear complicaciones serias. En niños mayores y adultos, suele ser más riesgosa.
Causas probables de la Varicela
La varicela se contagia fácilmente desde el primer o segundo día, cuando comienzan a notarse las ampollas, incluso cuando se forman las costras. Esto puede suceder a través del tacto del líquido de una ampolla o mediante la tos y los estornudos.
En pequeñines cuyas madres hayan tenido la enfermedad o recibido la vacuna contra ella, es poco frecuente que se presente antes de cumplir el primer año de edad. Si se desarrolla tiende a ser leve, puesto que los anticuerpos de la sangre de su progenitora los protege.
Las dificultades se presentan cuando la madre del pequeño no ha padecido varicela o no tiene la vacuna, especialmente si su sistema inmunitario no funciona correctamente.
Cuándo preocuparse, los síntomas
Fiebre y dolor de cabeza o de estómago, son los síntomas más comunes en los niños. Aparecen antes que los salpullidos que, por lo general, se intensifican tras 10 días de haber mantenido contacto con la persona infectada. Pueden surgir unas 500 ampollas, llenas de líquido, sobre espacios enrojecidos de la piel, específicamente en la cara, tronco y cuero cabelludo.
Los abultamientos se vuelven grises y forman costras, a la par del brote de un nuevo grupo en la boca, párpados o genitales. Aunque no dejan cicatrices, las infecciones producidas por el rascado excesivo pueden formarlas.
Tome en cuenta que aunque un pequeño vacunado presente varicela, esta será menos grave y se recuperará rápidamente. No obstante, aún puede contagiar a otros niños.
Tratamiento de la varicela
Quien padece de varicela debe permanecer lo más cómodo posible. Se recomienda. Para la sanación y disminución de las molestias y síntomas se recomienda:
- Evitar rascar las zonas afectadas. Mantener las uñas cortas puede ayudarle a evitar daños en la piel.
- Usar ropa suave y bastante suelta.
- No utilizar mucho jabón en la ducha y seleccionar el agua tibia.
- Aplicarse avena o almidón de maíz para suavizar la piel.
- Tras el baño, colocar un producto humectante o calmante con hidrocortisona para proteger la epidermis.
- Evitar la humedad o el calor.
- Administrar antihistamínicos como difenhidramina, pero con mucha precaución, pues producen somnolencia.
Otras acciones
Los medicamentos antivirales destinados a contrarrestar los efectos de la varicela no están disponibles de venta libre. Deben ser recetados por el médico. Asimismo, lo ideal es que se ingieran las primeras 24 horas de la erupción cutánea.
Cuando se tiene varicela se debe evitar el consumo de aspirinas o ibuprofeno. La primera puede producir una grave afección conocida como síndrome de Reye, que consta de un daño cerebral agudo y problemas con la actividad hepática. Aunque es infrecuente, es de mucho cuidado. El ibuprofeno puede provocar infecciones, por lo que conviene recurrir al paracetamol preferiblemente.
Los niños y adultos contagiados no deben retomar sus actividades rutinarias o permanecer en contacto con otras personas hasta tanto no se hayan formado costras o se hayan secado por completo.
Aunque haya mejoría y desaparezcan las señales físicas de la enfermedad, el virus permanecerá inactivo en su organismo de por vida.
Estadísticas indican que uno de cada diez adultos experimentará culebrilla asociada al resurgimiento del virus durante un período de estrés prolongado.
Prevención de la Varicela
La varicela se transmite por vía aérea y es muy contagiosa. Incluso antes de que la erupción sea visible, es muy difícil de evitar.
Aunque la vacuna contra la varicela resulta muy efectiva y previene la aparición en un 80% de los casos, su aplicación 72 horas después de la exposición al virus previene su desarrollo hasta en un 90%.
Es importante revisar con detenimiento el esquema de vacunación del pequeño, pues la vacuna contra la varicela debe aparecer en la rutina. Esto puede significar una gran diferencia.
En niños de 12–15 meses de edad se administra una dosis, que debe repetirse entre los 4-6 años.
Quienes superan los 13 años y no se han vacunado o padecido la enfermedad, deben recibir dos dosis en un intervalo de cuatro a ocho semanas para poder reducir los riesgos lo más que se pueda.
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