El virus Zika es propagado por la picadura del mosquito Aedes Aegypti, que puede causar fiebre o la llamada enfermedad del Zika.
De acuerdo a investigaciones realizadas en los últimos años, solamente una de cada 4 o 5 personas infectadas por el virus Zika termina desarrollando la patología.
Esto quiere decir, que aproximadamente el 80% de los contagiados por el Aedes Aegypti desconoce que posee la infección, ya que no llega a presentar síntomas.
Cuando el virus Zika desencadena la afección, ésta aparece luego de un período de incubación de entre tres y 12 días.
Comúnmente, los signos suelen ser de intensidad leve y de muy poca duración, entre dos y siete días.
Con frecuencia, no se puede conocer con certeza el diagnóstico etiológico. Es decir, puede ser considerado como chikungunya o dengue.
Existe un consenso científico sobre la posible vinculación entre el virus Zika y el síndrome de Guillain-Barré, una condición que se origina cuando el sistema nervioso se afecta, y esto trae como consecuencia algunos problemas como parálisis o debilidad muscular.
Igualmente, se está investigando la posible asociación entre el virus del Zika y otras complicaciones neurológicas.
Síntomas del Virus Zika
Algunos síntomas que están relacionados con el virus Zika son la fiebre, aunque relativamente no muy alta, ya que en la mayoría de los casos se cuenta por debajo de los 38.5ºC, así como dolores en las articulaciones, los pies, y las manos.
Los afectados con el virus Zika pueden sufrir con la aparición de manchas rojas en la piel, conocidas como erupción maculopapular, las cuales no pican. Regularmente brotan por primera vez en la cara, y posteriormente se van extendiendo por el resto del cuerpo.
La conjuntivitis o el enrojecimiento ocular pueden presentarse en los enfermos, así como dolor abdominal, vómitos, diarrea, dolores de cabeza y cansancio general.
Estas molestias pueden manifestarse entre dos y 12 días después de haber contraído la enfermedad.
Dado que muchos de los síntomas del virus Zika pueden ser parecidos a los del dengue y la chikungunya, lo recomendable es que el paciente se realice un examen de sangre para confirmar el diagnóstico. En cualquier caso, es necesario consultar con un médico.
También puede confundirse con la fiebre amarilla, la encefalitis japonesa, y el virus del Nilo Occidental.
En la gran mayoría de las situaciones, el virus Zika no requiere la hospitalización del individuo. Sin embargo, vale la pena destacar que las características de esta afección pueden ir variando e incluso incrementando con el paso del tiempo, por lo que hay que permanecer en estricta observación.
Transmisión del virus Zika
El virus Zika es transmitido por mosquitos que tienen actividad diurna como el Aedes Aegypti, africanus, furcifer, apicoargenteus, vitattus, hensilli e iuteocephalus.
En los últimos años se ha incrementado en grandes magnitudes la distribución en todo el mundo del portador más conocido del virus Zika, el Aedes Aegypti, a través de viajes y el comercio global.
Brian Foy, biólogo de la Universidad Estatal de Colorado (Estados Unidos) fue el primer caso comprobado, en el año 2009, de transmisión sexual del virus Zika a su esposa.
Este especialista había visitado diversas poblaciones y países como Senegal, para estudiar a los mosquitos, y en el trascurso de su investigación, recibió la picadura de varios de ellos. A los pocos días de regresar a Estados Unidos y de haber mantenido relaciones con su pareja, comenzó a padecer de la fiebre del Zika, y posteriormente ella también empezó a mostrar síntomas como la fotosensibilidad.
Se han registrado casos en otros países en los cuales se infiere la transmisión de madre a su hijo en período de gestación. Es decir, esta afección puede cruzar la placenta.
Algunos especialistas han vinculado al virus Zika con la microcefalia, que consiste en una malformación o degeneración del cerebro, que provoca el nacimiento de los niños con el tamaño de su cabeza más pequeño que lo normal, lo que en ocasiones puede culminar con la muerte.
Tratamiento de la afección
Lamentablemente, hasta los momentos no existe un medicamento específico para curar el zika.
Una vez que la persona haya descartado que se trate de dengue, puede tomar analgésicos como acetaminofén y paracetamol.
No se recomienda consumir aspirinas ni otro tipo de medicamentos antiinflamatorios si se padece de dengue, ya que el paciente puede correr el riesgo de sufrir hemorragias.
Tampoco existe una vacuna para evitar el virus zika. Las únicas medidas de prevención son las que puede tomar la propia persona para no ser contagiado por la picadura del mosquito Aedes Aegypti.
En las zonas propensas a desarrollarse la enfermedad, sugieren que los ciudadanos vistan con ropas de manga larga, duerman protegidos con mosquiteros y utilicen repelentes.
Toma vital importancia, además, erradicar todos los recipientes exteriores que puedan acumular agua, y por consiguiente, puedan convertirse en potenciales criaderos de mosquitos.
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