La xifoides, también llamada apófisis y apéndice xifoides, es una de las partes más versátiles y pequeñas del esternón. El esternón lo forman tres fragmentos: el mango o manubrio, el cuerpo y el apéndice xifoides. Es por eso que cuando hay traumatismos en el esternón, muchas veces la xifoides resulta fracturada.
Clínicamente es vista como punto anatómico óseo en el tórax. Indica el límite inferior de la cavidad torácica y representa un foco de localización de la cara diafragmática del hígado, el diafragma y el margen inferior del corazón, así como de la línea media.
La xifoides se conecta al esternón por la sincondrosis xifoesternal, que no es otra cosa que la unión de los dos huesos mediante una sutura de tipo cartilaginosa. Igualmente, en la xifoides se inserta el músculo diafragma, el músculo recto abdominal y el músculo triangular del esternón.
EVOLUCIÓN de la Xifoides
Presenta una estructura cartilaginosa en el hombre, al momento de su nacimiento, y luego empieza a osificarse aproximadamente al tercer año de vida. Inicia como una región delgada, áspera y triangular de cartílago que emprende su osificación progresivamente, moldeándose con el cuerpo del esternón.
Esta ramificación cartilaginosa se palpa en los niños como un bulto bajo la fosa esternal y se va endureciendo y uniendo al esternón con el crecimiento. Este tipo de transformación de cartílago a hueso es común en el cuerpo humano, tal como las placas de crecimiento de los huesos en las extremidades que primeramente son cartílagos y luego son reemplazadas por huesos.
La xifoides pasa a hueso entre los 15 y los 29 años de edad y es tan lento el proceso que, a menudo, no concluye hasta que la persona llega a los 40 años.
ANATOMÍA
Tiene una forma muy variable. Es de aspecto cartilaginoso u óseo, y está ubicada en la región baja del esternón. Es más ancha en su parte superior, donde se empalma al esternón por una articulación fibrosa delgada, levemente móvil.
Desempeña un rol muy significativo, ya que es un área de fijación de varios grupos musculares, ligamentos y cartílagos de las costillas. Es así que se pueden encontrar los siguientes enlaces en las diferentes zonas de la xifoides:
- Zona superior: Se une con el lado inferior del cuerpo del esternón y forma una cara para el cartílago de la séptima costilla.
- Zona anterior: Se localizan las inclusiones de los ligamentos costoxifoides delanteros de cada lado, y una pequeña fracción del músculo recto abdominal.
- Zona posterior: Donde se ubican las inclusiones de los ligamentos costoxifoides traseros de cada lado, el músculo diafragma y el músculo transversal abdominal.
- Zona lateral: Se incrustan las aponeurosis de los músculos abdominales.
- Zona inferior: Se empotra la línea alba, estructura fibrosa vertical del abdomen.
FUNCIÓN de la xifoides
La función de la xifoides es de gran importancia porque como ya se ha explicado, ejerce de punto de unión de varios músculos. Opera como origen del diafragma, el cual cubre la parte inferior del tórax y ejecuta la respiración. También sirve de inserción de los músculos recto abdominal y transverso del abdomen, que sirven como faja abdominal flexionando el tronco.
En maniobras de reanimación cardiopulmonar, se emplea como referencia ósea para establecer dónde realizar las presiones. Es de vital importancia que la presión no sea ejercida sobre la xifoides, ya que puede ocasionar daños en el esternón o molestias del diafragma o del hígado.
PATOLOGÍAs
En ciertas ocasiones, la xifoides puede reflejar dolor o presentar una hinchazón en el pecho que-de ordinario-puede no generar inconvenientes al individuo, pero sí es causa de ciertas molestias que se presentan al querer alzar peso o ingerir comidas pesadas.
También es causa de dolor e inflamación el hecho de que se rompa totalmente, lo cual puede suceder a causa de algún accidente o trauma. Asimismo, puede estar relacionada con problemas para respirar y fatigas.
SÍNDROME DE XIFOIDES
Si una persona presenta manifestaciones de dolor en la parte inferior del esternón, donde está localizada la xifoides, podría deberse a una enfermedad conocida como síndrome de xifoides que, a su vez, puede estar asociada con padecimientos vesiculares, de los huesos o del corazón. Cuando se sufre de este síndrome, el hecho de consumir mucha comida, inclinarse y levantar peso, puede derivar en molestias en la parte inferior del esternón.
SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE XIFOIDES
Los síntomas que se presentan por el síndrome de xifoides pueden incluir dolor de los hombros, espalda, tórax y dolor epigástrico, lo que representa efectos desagradables en la zona superior del abdomen.
Son varios los factores que ocasionan dolor en la parte baja del esternón, entre los cuales se destacan gastritis, hernia epigástrica, espasmos del esófago, esofagitis e infección del lado izquierdo del hígado.
Es pertinente resaltar que el dolor y sensibilidad en el área xifoides, algunas veces, puede confundirse con enfermedades cardíacas y de la vesícula biliar. Por tal razón, se debe diferenciar entre los síntomas de dolor y sensibilidad en el área xifoides y otras patologías.
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